La ciudad tiene una deuda histórica en materia de rampas, de las que hay pocas y muchas de ellas mal construidas.
En ese marco el Municipio presentó ayer un proyecto para la realización de 288 rampas de acceso universal para 144 intersecciones, que financiará la propia Comuna y que se ejecutarán a través del Instituto Municipal de Inversión (IMI).
Esto en una primer área de abordaje, que es el perímetro comprendido por bulevar España – Alvear, calle Tucumán, avenida Yrigoyen – Alem y calle San Juan. Y en consonancia con otras dos obras planificadas: la repavimentación del bulevar España-Alvear y la renovación del casco céntrico.
Consultado al respecto el intendente Martín Gill destacó que como paso previo se efectuó un relevamiento “de todas las intersecciones, de la existencia de rampas, estado, modalidad, y de una situación arrastrada desde siempre y muy crítica para lograr accesibilidad”. Esto pensado tanto para quienes se movilizan en sillas de ruedas como para quienes tienen movilidad reducida y hasta para quienes circulan llevando un cochecito de bebé.
“Hemos pensando empezar por un sector de la ciudad, donde se van a unificar las rampas de accesibilidad, se van a construir 288 rampas en total con las modalidades que correspondan”, describió Gill.
También admitió que lo “poco” que tiene Villa María en la materia es de lo más variado, algunas incluso sin el ancho suficiente para el paso de una silla de ruedas.
Por eso, según afirmó, se definió que la gestión municipal realice estas nuevas estructuras “que van a tener un metro y medio de ancho cada una, con un metro y medio de profundidad, lo que también permite lograr la inclinación necesaria en cuanto a la graduación, y que la silla no sólo tenga un lugar de acceso sino también con la movilidad necesaria para poder hacerlo”.
Señalización en braille
El intendente señaló que además se incorporará señalización braille en el sector, esto en conjunto con el Centro Elissalde, “de tal manera que permita en todos los nomencladores no sólo la accesibilidad física sino también el tránsito autónomo de las personas disminuidas visuales o ciegas, y obviamente se va a incorporar el trabajo en el piso de manera que ambas rampas en cada intersección estén identificadas y tengan autonomía en el tránsito”.
El jefe comunal consideró que este será “un paso muy significativo para lograr una ciudad efectivamente más inclusiva”.
Aclaró que también “hay que trabajar en el arreglo de veredas” y que “son muchos elementos los que están contemplados”.
En el acto de la víspera, que se realizó en el Centro Cultural Comunitario Leonardo Favio, el intendente firmó el decreto que definió al IMI como unidad ejecutora, a la par que en ese mismo ámbito se presentó la obra, sus características y formato.
Gill destacó que el objetivo es hacer del centro “un lugar con absoluta accesibilidad”.
Admitió que en la actualidad la infraestructura es “sumamente insuficiente”, lo que convierte a algunos sectores del centro “casi en un recorrido de trampas” para quienes tienen movilidad reducida o se mueven en sillas de ruedas.
En relación con la inversión que se hará, Gill señaló que “solamente en rampas va a estar rondando los 2 millones de pesos”.
Mariana Corradini
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Esto en una primer área de abordaje, que es el perímetro comprendido por bulevar España – Alvear, calle Tucumán, avenida Yrigoyen – Alem y calle San Juan. Y en consonancia con otras dos obras planificadas: la repavimentación del bulevar España-Alvear y la renovación del casco céntrico.
Consultado al respecto el intendente Martín Gill destacó que como paso previo se efectuó un relevamiento “de todas las intersecciones, de la existencia de rampas, estado, modalidad, y de una situación arrastrada desde siempre y muy crítica para lograr accesibilidad”. Esto pensado tanto para quienes se movilizan en sillas de ruedas como para quienes tienen movilidad reducida y hasta para quienes circulan llevando un cochecito de bebé.
“Hemos pensando empezar por un sector de la ciudad, donde se van a unificar las rampas de accesibilidad, se van a construir 288 rampas en total con las modalidades que correspondan”, describió Gill.
También admitió que lo “poco” que tiene Villa María en la materia es de lo más variado, algunas incluso sin el ancho suficiente para el paso de una silla de ruedas.
Por eso, según afirmó, se definió que la gestión municipal realice estas nuevas estructuras “que van a tener un metro y medio de ancho cada una, con un metro y medio de profundidad, lo que también permite lograr la inclinación necesaria en cuanto a la graduación, y que la silla no sólo tenga un lugar de acceso sino también con la movilidad necesaria para poder hacerlo”.
Señalización en braille
El intendente señaló que además se incorporará señalización braille en el sector, esto en conjunto con el Centro Elissalde, “de tal manera que permita en todos los nomencladores no sólo la accesibilidad física sino también el tránsito autónomo de las personas disminuidas visuales o ciegas, y obviamente se va a incorporar el trabajo en el piso de manera que ambas rampas en cada intersección estén identificadas y tengan autonomía en el tránsito”.
El jefe comunal consideró que este será “un paso muy significativo para lograr una ciudad efectivamente más inclusiva”.
Aclaró que también “hay que trabajar en el arreglo de veredas” y que “son muchos elementos los que están contemplados”.
En el acto de la víspera, que se realizó en el Centro Cultural Comunitario Leonardo Favio, el intendente firmó el decreto que definió al IMI como unidad ejecutora, a la par que en ese mismo ámbito se presentó la obra, sus características y formato.
Gill destacó que el objetivo es hacer del centro “un lugar con absoluta accesibilidad”.
Admitió que en la actualidad la infraestructura es “sumamente insuficiente”, lo que convierte a algunos sectores del centro “casi en un recorrido de trampas” para quienes tienen movilidad reducida o se mueven en sillas de ruedas.
En relación con la inversión que se hará, Gill señaló que “solamente en rampas va a estar rondando los 2 millones de pesos”.
Mariana Corradini