Sin transmisión comunitaria del virus, la flexibilización de la cuarentena es un hecho inevitable y necesario. No tiene sentido continuar con el confinamiento estricto en áreas que no presentan contagios entre sus mismos vecinos.
En el departamento General San Martín todos los casos confirmados de coronavirus han sido importados. Personas que viajaron a otros países y volvieron con la enfermedad. Los últimos tres se informaron en la semana que acaba de concluir, dos residentes en Villa Nueva, uno en Arroyo Cabral.
En el departamento San Martín todos los casos confirmados de coronavirus han sido importados. En la semana se informaron de otros tres.
Villa María, en particular, no conoce de casos hace ya varias semanas. La flexibilización “de hecho” comenzó hacia mediados de abril y se profundizó en mayo. Ya en junio, con los anuncios del Presidente Alberto Fernández en primer lugar, y luego con las habilitaciones explicitadas por el gobernador Juan Schiaretti, la ciudad camina hacia la famosa “nueva normalidad”.
En los últimos días se aprobó en el Concejo Deliberante una batería de flexibilizaciones. El procedimiento siempre es el mismo. El COE Central autoriza, la Provincia informa y los municipios lo ratifican a través de decretos u ordenanzas. En Villa María se eligió esta opción.
El bloque opositor “Vamos Villa María” manifiesta en cada sesión virtual que sólo se ratifican decretos emitidos por el Departamento Ejecutivo (en función del texto remitido por la Provincia) que no tienen posibilidades de modificarse, por lo cual pierde sentido el debate legislativo. Los ediles de la minoría exigen que la normativa se adecue a la realidad de la ciudad y “que no se copie y pegue” lo escrito en Provincia.
El oficialismo, en tanto, argumenta que no avanzarán en mayores flexibilidades que las permitidas por el COE y por eso no se realizan modificaciones. “Si hay que cambiar algo es para restringir, no para adelantar”, explicaron, y dieron el ejemplo de localidades como Laboulaye y Pasco donde se decretaron iniciativas no avaladas por el COE y debieron retroceder.
En este marco, las flexibilizaciones son adecuadas en tanto y en cuanto no se transformen en sinónimo de relajación. Flexibilizar sí, relajar no, como dice el título de esta columna. Ya lo afirmó con claridad Schiaretti: si hay brotes, habrá retrocesos en la cuarentena.
Las autoridades provinciales y municipales no dudarán en tomar esas determinaciones si aparecen casos de transmisión comunitaria que pongan en riesgo la salud pública. Por eso, flexibilizar debe ser sinónimo de mayores precauciones de la comunidad en su conjunto, cumpliendo los protocolos en cada una de las actividades habilitadas, y cumpliendo además con las medidas de higiene y seguridad informadas como lavado de manos, alcohol en gel, distanciamiento social, utilización del tapabocas, entre otras.
Lo que sí y lo que no
Con la aprobación de aperturas en centros de estética, peluquerías, comercios no esenciales y demás rubros habilitados en las últimas semanas, la ciudad evidencia un cambio de fisonomía respecto a las primeras jornadas de la cuarentena.
Durante la mañana el movimiento es “casi” normal (faltan las escuelas, no es menor) y durante la tarde el flujo vehicular y de personas disminuye, pero no tiende a cero como en abril o mayo. Hay mayor circulación hasta la medianoche incluso. Cabe recordar que el sistema “para llevar” también se adoptó para la noche, de modo que la gente se acerca hasta rotiserías, bares y restaurantes para adquirir las comidas que previamente solicitó por teléfono.
Esta semana llegará la habilitación de un rubro esperado, no sólo por sus trabajadores, sino por la población en general. Bares y restaurantes abrirán otra vez sus puertas. Todavía no se definió el protocolo. Desde el gremio Utghra indicaron que las autoridades provinciales y locales ultiman los detalles, pero aún no se les informó sobre el nuevo sistema de atención ni tampoco la capacidad que podrá albergar cada establecimiento.
El gobernador señaló que en el interior de la provincia volverá esta semana, no así en la capital, que podría demorar otros 7 días más respecto a las restantes 426 localidades. Desde el Municipio local contaron que trabajan en los protocolos de funcionamiento, aunque la palabra del COE en este sentido es fundamental para luego aplicarlo en la ciudad.
Bares y restaurantes abrirán sus puertas. Todavía no se conocen los protocolos de funcionamiento. Es un rubro esperado por la comunidad.
En el Concejo se aprobaron el pasado viernes los protocolos para el transporte urbano e interurbano (por las líneas hacia Villa Nueva), pero hasta tanto no se resuelva el conflicto que Aoita mantiene con los empresarios no volverán a circular los colectivos.
En tanto, y a pesar de los reclamos de gimnasios, esta actividad deberá esperar un poco más. Así lo manifestó el propio intendente Pablo Rosso, que en la semana se reunió con las autoridades del COE Central en Córdoba. Escuelas de danzas también exigen volver a enseñar, pero las actividades deportivas, artísticas o laborales que requieran del contacto físico deberán aguardar algunas semanas más. No están en la agenda del COE.
Escuelas, eventos sociales, actos públicos, deportes colectivos, serán motivo de análisis para las autoridades políticas y sanitarias en tiempos venideros, no por ahora. La apertura es progresiva y en líneas generales, la comunidad lo ha entendido y cumple con las normas. No es momento de relajar los cuidados, por el contrario, hay que reforzarlos. Nadie quiere volver para atrás. Sería un duro golpe para la economía de la ciudad.