El malestar era general. El rechazo a la suba a las retenciones al sector agropecuario era visible en cada rostro, algunos con mayor indignación que otros. Lo concreto es que poco más de 70 productores del sudeste cordobés decidieron encabezar la primera manifestación en la provincia, luego de que el gobierno nacional anunciara un aumento en los impuestos a los granos.
El pacífico encuentro se desarrolló en Bell Ville en la rotonda que une la ruta provincial 3 con la Nacional 9. Uno a uno fueron llegando los productores, en su mayoría agricultores, algunos de los cuales decidieron no sólo expresar su disconformidad con la decisión sino además incentivar a marcar precedentes “porque estos vienen por todo”, gritó uno en medio de la asamblea.
Otros, en cambio, fueron más cautos: “Podemos ir a un paro, pero sin generar obstáculos en la gente, que ya suficiente viene padeciendo”, indicaron, medida que para algunos fue cuestionada porque entienden que “el pueblo siempre nos criticó”.
Rechazo generalizado
La asamblea inició poco más de una hora después de prevista la concentración, ante un incesante viento norte. Los primeros en manifestarse fueron Germán Suárez -vocero de los autoconvocados- y Federico Proietti, en su carácter de representante de la Sociedad Rural bellvillense, quien tomó parte del encuentro vespertino en Cartez -ver página 10-.
Ambos consideraron que había posturas genuinas entre los productores, y coincidieron que el reclamo promete ser a largo plazo. Entre los productores, remarcaron un rechazo rotundo a las retenciones. “Hay que ir a un paro”, dijo un productor de Ordoñez visiblemente indignado, y sumó que “tiene que ser sin comercialización, y sino salimos a la ruta”.
Otro, en cambio, lamentó que “seamos 60 apenas, cuando debemos ser alrededor de 600 en toda la región. Tenemos que ser muchos más en las próximas convocatorias, comprometernos para que no se nos rían”. Seguidamente, un productor bellvillense entendió que el número “es significante por ser la primera cita y que sólo tuvo dos días desde que se realizó la invitación. En el 2008, cuando arrancamos el reclamo, éramos muchos menos”.
Tras varios intercambios, surgió una postura común de la asamblea. Se propuso un rechazo rotundo al aumento de las retenciones, y la necesidad de sostener abiertas las exportaciones. Es que algunos entienden que si se produce el cierre de los mercados internacionales es el puntapié para avanzar en el cese de comercialización de productos, otro de los puntos que se puso a discusión.
Algunos entendieron que no se debía comercializar granos, y se habló de los compromisos asumidos con anterioridad y que deben ser cumplidos; mientras que otros dijeron que prácticamente la totalidad de los granos ya fueron ubicados y queda apenas un pequeño remanente por vender.
Ante ello, entienden que llevar adelante una medida de este tipo se debe hacer en febrero o marzo, “cuando el gobierno necesite hacer caja”. Sumar al sector cárnico y lácteo es otra de las posibilidades, aunque para algunos productores esta fecha no es la propicia “para no echarnos en contra a la gente, que ya demasiado viene padeciendo”.
Lo cierto es que el campo parece haber recuperado el espíritu combativo. Lo de ayer fue sólo el puntapié de una contienda que sin lugar a dudas prevé ser extensa, y que lamentablemente dejará secuelas.
Daniel Brusa. Redacción Puntal
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Otros, en cambio, fueron más cautos: “Podemos ir a un paro, pero sin generar obstáculos en la gente, que ya suficiente viene padeciendo”, indicaron, medida que para algunos fue cuestionada porque entienden que “el pueblo siempre nos criticó”.
Rechazo generalizado
La asamblea inició poco más de una hora después de prevista la concentración, ante un incesante viento norte. Los primeros en manifestarse fueron Germán Suárez -vocero de los autoconvocados- y Federico Proietti, en su carácter de representante de la Sociedad Rural bellvillense, quien tomó parte del encuentro vespertino en Cartez -ver página 10-.
Ambos consideraron que había posturas genuinas entre los productores, y coincidieron que el reclamo promete ser a largo plazo. Entre los productores, remarcaron un rechazo rotundo a las retenciones. “Hay que ir a un paro”, dijo un productor de Ordoñez visiblemente indignado, y sumó que “tiene que ser sin comercialización, y sino salimos a la ruta”.
Otro, en cambio, lamentó que “seamos 60 apenas, cuando debemos ser alrededor de 600 en toda la región. Tenemos que ser muchos más en las próximas convocatorias, comprometernos para que no se nos rían”. Seguidamente, un productor bellvillense entendió que el número “es significante por ser la primera cita y que sólo tuvo dos días desde que se realizó la invitación. En el 2008, cuando arrancamos el reclamo, éramos muchos menos”.
Tras varios intercambios, surgió una postura común de la asamblea. Se propuso un rechazo rotundo al aumento de las retenciones, y la necesidad de sostener abiertas las exportaciones. Es que algunos entienden que si se produce el cierre de los mercados internacionales es el puntapié para avanzar en el cese de comercialización de productos, otro de los puntos que se puso a discusión.
Algunos entendieron que no se debía comercializar granos, y se habló de los compromisos asumidos con anterioridad y que deben ser cumplidos; mientras que otros dijeron que prácticamente la totalidad de los granos ya fueron ubicados y queda apenas un pequeño remanente por vender.
Ante ello, entienden que llevar adelante una medida de este tipo se debe hacer en febrero o marzo, “cuando el gobierno necesite hacer caja”. Sumar al sector cárnico y lácteo es otra de las posibilidades, aunque para algunos productores esta fecha no es la propicia “para no echarnos en contra a la gente, que ya demasiado viene padeciendo”.
Lo cierto es que el campo parece haber recuperado el espíritu combativo. Lo de ayer fue sólo el puntapié de una contienda que sin lugar a dudas prevé ser extensa, y que lamentablemente dejará secuelas.
Daniel Brusa. Redacción Puntal