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Tres semanas con datos que atentan contra el oficialismo

El Indec dio a conocer el miércoles pasado el porcentaje de inflación de agosto: 12,4% con alimentos subiendo al 15,6%. Pero tiene en su agenda publicar pasado mañana información del mercado laboral y el 27, la situación de pobreza e indigencia

El impacto del dato inflacionario de agosto obligó al Gobierno, que cada vez más es sinónimo de Sergio Massa, actual ministro de Economía y candidato presidencial, a apurar una serie de medidas para morigerar el efecto precios sobre el bolsillo de quienes tienen ingresos fijos: asalariados, cuentapropistas, jubilados y beneficiarios de ayudas sociales. Todos perdieron poder de compra y el mes les queda cada mes más largo a sus ingresos.

La devaluación que decidió aplicar la Casa Rosada el lunes posterior a las Paso empujó una inflación que venía ya a un ritmo muy alto. Por eso, el dato que dio a conocer el Indec no sorprendió ya que la mayoría de las consultoras pronosticaba una cifra de dos dígitos, después de 30 años. Sin embargo, aun con esos anticipos, el shock no fue menor y el 12,4% de agosto tuvo además un número mayor en el más sensible de los rubros: alimentos y bebidas, con el 15,6%. Es justamente el destino del mayor gasto de las familias de escasos recursos, que prácticamente invierten todo su dinero en alimentarse. Por eso la inflación golpea más abajo de la pirámide social.

Sin embargo, la primera medida que se anunció fue la de quitar el impuesto a las Ganancias a los trabajadores. Quienes pagan ese tributo son los que mejores salarios perciben, no los más castigados por la suba de precios en alimentos. Pero la segunda medida que anunció el ministro Massa fue la quita del IVA para la canasta alimentaria que tendrá una metodología de reintegro. Quienes paguen con tarjeta de débito desde hoy, a las 48 horas recibirán la devolución de ese impuesto en la cuenta, siempre que sea compra de la canasta y que la tarjeta utilizada sea la correspondiente a la del cobro de sueldo o a la que se utiliza en el caso del monotributista. La aclaración es relevante porque no cualquier tarjeta de débito tendrá el reintegro.

Esta medida plantea también un enfoque específico para quienes están registrados. Hoy estarán también disponibles los créditos para asalariados y monotributistas a una tasa que será la mitad de la inflación.

La otra acción que dispuso el Gobierno fue intentar mostrar que “lo peor ya pasó” y que fue culpa del Fondo Monetario Internacional que obligó a la Argentina a devaluar aunque pretendía una modificación del tipo de cambio del 100% y el Gobierno dispuso que sea del 20%. Ese fue el discurso desde el mismo lunes 13 de agosto.

Para alimentar esa estrategia, la Secretaría de Política Económica abrió una nueva instancia: publicar la inflación semanalmente. Es decir, le quitará la exclusividad al Indec para mostrar la evolución de los precios por semana. La intención es reflejar cómo, después de la devaluación, la fiebre comenzó a bajar. Eso refleja el gráfico que hizo público esa repartición.

Sin embargo es interesante observar que ese mismo gráfico muestra que la escalada de precios había comenzado antes de las Paso, desde el arranque de agosto.

Es que desde mediados de mayo se observa que la inflación semanal siempre estuvo entre el 1 y el 2 por ciento. En la primera medición de agosto trepó al 2,8% y en la segunda, al 3%. La tercera fue luego de la contienda electoral y arrojó el 4,8%. A partir de allí, que es lo que le interesa mostrar a la Secretaría de Política Económica, bajó al 3,8% y comenzó septiembre con el 2,5%. La última publicación, del 10 de este mes, fue del 2,1% semanal.

Pero más allá del rating de la inflación, que está próxima a medirse minuto a minuto como en la pantalla chica, lo relevante parece ser la película. Es dramático el alza de precios que tuvieron algunos productos elementales de la canasta en el último año: el arroz pasó de $143 a $460, según publicó el Indec, lo que representa un aumento del 222%, muy por encima del promedio de inflación que es del 124%. La carne picada aumentó 144%, la leche 133%, los huevos el 204% y la papa, 346%. El azúcar pasó de $203 el kilo a $761 comparando agosto de 2022 contra el mes pasado.

Pero ese dato, que seguramente es el más sensible para el electorado, será acompañado esta semana con el del mercado laboral, que empezó, de acuerdo a los relevamientos privados y de cámaras empresarias, a sentir el efecto de la recesión. Sin embargo el delay de la información estadística podría disimular la realidad actual: se publicará la información correspondiente al segundo trimestre del año, que tendrá el momento de la segunda quincena de abril, con corrida cambiaria, aumento de precios y faltante de productos. En este punto, la economista Milagros Gismondi remarca que el empleo creado en los últimos seis años “es cuentapropista (+680.000), informal (+550.000) y público (+230.000). El empleo privado formal es menor que en 2017 (y la población creció)”, acotó.

La semana próxima, también el miércoles, el Indec dará a conocer el dato de pobreza. Allí hay un consenso mayoritario de que irá hacia arriba el valor. Será el correspondiente al primer semestre del año, con una aclaración: el dato es un promedio entre el primer trimestre y el segundo, por lo cual será algo mejor que la situación real de fines de junio y posiblemente también que la actual debido a que la última devaluación y estampida de precios afectó a 500 mil personas que pasaron a engrosar las filas de la pobreza, según la estimación del economista Fernando Marull.