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Por más domingos de gloria

El Alumni de Marcelo Santoni venció 1-0 a Unión Social sin lucir, pero con claros merecimientos en "El Prado". Logró la clasificación y se afianza en la punta de la zona Norte. Al gol lo convirtió el "10", Maximiliano Delgado

Fue un domingo de gloria para Alumni, y así lo entendió su gente, que desató un gran festejo pese al chato partido en “ElPrado”.

El hincha armó la fiesta por la clasificación a octavos de final, por la punta en soledad y con cierto margen en la zona Norte, y por el clásico que se avecina ante Alem, que los encuentra a ambos ganando, y en la previa aparece como de los mejores de los últimos años.

En Pascuas, Alumni le ganó 1-0 a Unión Social de Alto Alegre, que por este resultado se está quedando afuera, pero ayer demostró que dará pelea hasta el final.

Claro que el fútbol es un juego, y habrá que acompañar la pelea con más juego, algo que Alumni hizo en el comienzo del partido, cuando abrió el marcador con un tiro libre de Maximiliano Delgado, y terminó casi con roscas en Pascuas, cuando pintaba para fiesta.

D10S también tiene a su “10”

Pascual (Gerardo) le había otorgado el triunfo en reserva a los dirigidos por Marcelo Santoni, el D10S de Alumni, que “resucitó” al “fortinero” junto a su gran amigo y compadre el “Perro” (Arbarello), su DT preferido (José Luis Pisaroni), y el PF que siempre está y pone al equipo a punto (Hernán Carassai). Conforman un cuerpo técnico ideal para volver a otro nivel, por sentido de pertenencia.

Nadie mejor que ellos para una resurrección que lo devuelva a planos nacionales. Partirán desde la premisa que envió el presidente (Adrián López): “Primero hay que ganar la Liga Villamariense”.

En eso están D10S (Santoni) y sus discípulos, que saben que “todos nos juegan a muerte”.

Para ser campeón, el primer objetivo era clasificar y lo logró un Domingo de Gloria, en que el “fortinero” salió decidido a atacar en un campo “minado”.

Movió la pelota de lado a lado, apostó a 3 volantes creativos, pero sobresalió el “5”: Kranevitter.

Buscó penetrar a un rival que tampoco ayudó a que se luciera. Con una línea de 3 defensores le tomó a sus delanteros (Martini y Arbarello), con 2 volantes externos que rápidamente se transformaron en 2 laterales y rearmaron una defensa de 5, más un volante central de corte (Fernández, que jugó al filo y se “cortó”, recibiendo la roja), acompañado por Vargas, 2 volantes más sueltos (Melgarejo y Orellano), pero dispuestos a dar una mano para que no progresen los laterales, ni dejar crear a Galleguillo, Delgado y Bustamante. Arriba 1 punta: Carlos Fernández.

Ese duro rival armado para resistir sólo aguantó 10’, porque D10S tuvo a su “10” para perforar ese vallado defensivo con un tiro libre (falta de Fernández a Arbarello).

El golazo de Maximiliano Delgado (potente disparo abajo, contra el palo izquierdo de Sami Suárez, que alcanzó a desviar, pero no a impedir la conquista) sería la única emoción máxima del duelo.

Alumni lo buscó bien y mal, pero gestó muchas situaciones de gol, sin jugar bien, ni brillar. Lo buscó por abajo, por el medio cuando Arbarello quedó frente a Suárez, que le negó el gol (16’) y por los costados, como cuando se conectaron Delgado y Arbarello para que Galleguillo elevara en el área (25’).

Lo buscó desde larga distancia, pero Delgado desvió (30’), y proyectando a sus laterales (Rojas elevó la última, a los 47’).

No convirtió. Entonces fue negocio para un rival que era un concierto de errores al intentar salir de su propio encierro, pero tenía certezas a la hora de defender con uñas y dientes (el líbero Reinoso “atendió” a Delgado, que estuvo 5’ casi desvanecido en el piso pidiendo clemencia, mientras los Clemente se peleaban con todos para que el partido continuara).

El 1-0 era un milagro de Pascuas, pero no se modificaría, ni con la “pasión” de la hinchada de Alumni, que alentó cuando el partido parecía “crucificado” y sentenciado.

A las lesiones de la visita, “Mono” Zabala las resolvió con los Díaz y Ramallo como 3 ladrillos más en la pared, más un buen ingreso de Juárez (ganó un par de tiros libres cerca del área rival), que complicó a una defensa “fortinera” que tuvo bajas (Molina y Chupetini) y otorgó la chance soñada por Orellano (el mejor jugador de la visita), quien reventó el travesaño a los 25’.

Alumni nunca resolvió el partido que siempre buscó, ahora con otro punta como Facundo Arbarello, quien dilapidó un par de chances “abajo del arco”, la última “despejando un gol” de Galleguillo.

Celebró la clasificación en Pascua, pero su D10S no se fue feliz. Para su resurrección, Alumni necesitará varios domingos de gloria.

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