Así, la reducción del ritmo de devaluación del peso ('crawling peg') que pasará del 2% mensual actual al 1%, refuerza aún más el enfoque orientado a la desinflación.
Con esta medida, que los analistas del mercado ya preveían, la tasa de política monetaria acumula una caída significativa desde el inicio de la gestión de Javier Milei. Al tomar como referencia el 133% nominal anual que se encontraba al final de la administración de Alberto Fernández, este descenso de 104 puntos porcentuales refleja la apuesta del gobierno por una drástica reducción de las tasas para estimular la actividad económica, además de permitir una mayor competitividad del peso frente a otros activos y monedas.
Esta serie de ajustes es vista como parte de una estrategia diseñada para atraer inversiones tanto en pesos como en activos en moneda extranjera, garantizaría un panorama de estabilidad cambiaria que favorezca las colocaciones en pesos.