El partido del domingo tendrá un condimento extra: ambos equipos necesitan sumar para asegurar su clasificación al máximo certamen continental
El próximo domingo, el fútbol argentino vivirá una nueva edición del Superclásico, con Boca Juniors recibiendo a River Plate en La Bombonera, en un encuentro que puede ser determinante para sus aspiraciones de llegar a la Copa Libertadores 2026.
El conjunto xeneize, conducido por Claudio Úbeda, atraviesa un presente favorable en el Torneo Clausura, con tres victorias en sus últimos cuatro compromisos, lo que le permitió alcanzar la cima de la Zona A con 23 puntos.
En cambio, el panorama es muy distinto para el equipo de Marcelo Gallardo, que perdió siete de los últimos diez partidos y ocupa el sexto puesto en la Zona B, con la clasificación a los playoffs aún en duda.
Más allá de los puntos en juego por el campeonato, el resultado del clásico también será clave en la tabla anual. Boca se ubica segundo con 56 unidades, mientras que River está tercero con 52, lo que lo mantiene en zona de repechaje para la próxima edición del torneo continental.
Una victoria del local le aseguraría la clasificación directa, mientras que una derrota lo dejaría expuesto ante la posibilidad de ser superado por Argentinos Juniors o Deportivo Riestra, que siguen de cerca la pelea por los cupos internacionales.
De este modo, el Superclásico promete ser mucho más que un partido: un cruce decisivo que puede marcar el rumbo de ambos gigantes de cara al 2026
