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"Se derrumbó un sueño y estamos masticando dolor", admitió Jorge Almirón

El entrenador de Boca aseguró que su equipo "estuvo a la altura" y "mostró su identidad" pese a la derrota. Romero dijo que tienen que "levantarse y seguir", mientras Benedetto lamentó no poder concretar un sueño

El director técnico de Boca, Jorge Almirón, admitió que "se derrumbó un sueño" con la derrota ante Fluminense de Brasil en la final de la Copa Libertadores, lo que dejó al plantel "masticando dolor" por el golpe de no alcanzar la séptima.

"¿Cómo veo el futuro? No lo puedo responder ahora. Estamos masticando dolor, esas son las sensaciones. Estamos muy tristes pero hay que levantarse. Se derrumbó un sueño pero esto sigue", contestó el entrenador ante la consulta de Télam en la conferencia de prensa posterior a la final en el Maracaná.

Sobre el desarrollo de la final, que Fluminense ganó 2-1 en la prórroga, consideró: "No tuvimos la iniciativa en el primer tiempo, ellos nos dominaron pero sin llegar, más allá de la que nos desbordan y viene el gol. En el segundo tiempo mostramos la identidad que tuvo el equipo para llegar a la final".

"Estuvimos a la altura, pero no alcanzó", dijo ante de recordar: "Cuando llegué el equipo había empatado ante Monagas y no venía bien. Por algo llegó a la final de la Copa cuando muchos no lo esperaban", concluyó.

Sergio Romero

Por su parte, el arquero Sergio "Chiquito" Romero se lamentó por la derrota y afirmó que ahora "hay que levantarse y seguir".

"Es una sensación difícil de explicar, si bien hicimos un buen partido y sobre el final no supimos aprovechar el hombre de más, y vino el gol de ellos. Después cuando estás en desventaja se hace todo muy difícil", manifestó el exarquero de la selección.

Aun así, Romero rescató el gran labor del plantel comandado por Jorge Almirón: "Rescato todo lo que hizo este equipo en la Copa porque fue muy bueno, teníamos la ilusión hasta último momento".

Por último, el arquero dejó un mensaje para todos los hinchas que asistiron al Maracaná: "Quiero agradecer a la gente que nos acompañó. Duele mucho nos darles una alegría. Tenemos que levantarnos y seguir", cerró.

Darío Benedetto

En tanto, Darío Benedetto expresó que a pesar de hacer un gran desgaste, no alcanzó para vencer a Fluminense en la final de la Copa Libertadores: "La verdad que es muy difícil hablar en estos momentos, el grupo hizo un desgaste muy grande en toda la Copa, soñábamos con esto y nos vamos muy tristes".

Además, el exatacante de Olympique de Marsella se lamentó y agradeció el esfuerzo de sus compañeros: "Sabíamos que era un sueño para nosotros y no lo pudimos concretar de nuevo, pero le agradezco a mis compañeros todo lo que hicieron para disputar esta Copa".

Por último, Darío Bedenetto descató a su rival y remarcó las disculpas a los hinchas de Boca: "El ganador es Fluminense, no hay otra. Nosotros hicimos todo el esfuerzo posible hasta el último minuto, por eso no hay nada que reprocharse ninguno. Tengo que pedirle disculpas a la gente, hicimos un esfuerzo enorme durante toda la Copa".

Una derrota con incertidumbre sobre su impacto político

La caída de Boca ante Fluminense en la final de la Copa Libertadores en el estadio Maracaná abre ahora el interrogante de cuánto afectará a Juan Román Riquelme y su idea de continuar en el manejo del fútbol del club que preside Jorge Ameal desde el 8 de diciembre del 2019.

En el comienzo de esta Copa Libertadores, el ídolo había dicho que "el sueño era pasar los 12 partidos y llegar a la final", más allá de los 2 torneos de Liga y 4 copas nacionales ganadas en estos cuatro años de gestión.

Se verá cómo impacta en el socio la no concreción de la Séptima (Copa) y la tercera desilusión consecutiva en una final continental.

Es que, anteriormente, en la gestión 'macrista', a cargo de Daniel Angelici, se habían perdido en forma sucesiva ante Corinthians (0-2) en San Pablo 2012 y con River Plate (1-3) en Madrid 2018, en ese recordado encuentro en el Santiago Bernabeu.

A favor de esta gestión xeneize asoma el aspecto económico con una Asamblea de representantes que durante la semana pasada aprobó un balance anual, con un superávit de 27 millones de dólares.

También quedó como monto favorable lo recaudado en junio pasado, cuando se concretó el partido homenaje al actual vicepresidente en la Bombonera. Ese día el saldo positivo contempló el ingreso de 321 millones de pesos.

Esta Comisión Directiva, además, impulsó el desarrollo de nuevas actividades deportivas que le dieron a la institución un mayor crecimiento en lo social.

Es cierto, la obsesión de conseguir la Libertadores, que no se alcanza desde 2007 con Román como figura y estandarte en la serie decisiva con Gremio de Porto Alegre, se convirtió -desde la asunción- en un objetivo clave.

El segundo consistió en la remodelación del estadio, aunque todavía no se aprobó la compra de los terrenos lindantes que dan a la calle del Valle Iberlucea.

La tercera premisa, por el momento, es la más cercana a cumplir para la actual dirigencia. Porque desde que está en la CD, Riquelme no se cansa de repetir que "se sacó la Política Nacional del club", con la salida del macrismo.

"Volvimos a ser un club de fútbol, no de la política" dijo -muchas veces, orgulloso- el ídolo que nació en Don Torcuato.

"Ganamos 95 a 5" se jactó una vez Román, cuando se lo consultó respecto de los resultados en los comicios, que finalmente se llevarán a cabo el 2 de diciembre venidero.

Ahora con su propia agrupación, "Soy bostero", sostenida desde afuera por su hermano Cristian, el exjugador seguiría como vicepresidente un nuevo período y el candidato principal está entre el actual Ameal o el secretarío del club más afín al "10", llamado Ricardo Rosica.

Del otro lado está el exempleado del club y funcionario Andrés Ibarra, con el expresidente de Boca y del país, Mauricio Macri detrás.

También postulan por sendas candidaturas Jorge Reale, un publicista exitoso de Mendoza y Osvaldo Spataro, quien fuese tesorero de la gestión de Antonio Alegre y Carlos Heller a mediados de los '80 y comienzos de los '90.

Desde el predio de Ezeiza, el nuevo lugar en el mundo del ídolo, se empezó a modelar la estrategia de otorgarle protagonismo a los juveniles, que bajo la presidencia de Daniel Angelici no tenían semejante preponderancia.

En un primer tramo con Miguel Angel Russo de entrenador y con Carlos Tevez de figura, el equipo de la Ribera cayó en semifinales, en plena pandemia ante el Santos (0 a 0 en la Bombonera y 0-3 en San Pablo).

En la edición 2021, con un plantel de menor jerarquía, Boca contó con fallos perjudiciales de los árbitros para decir adiós en una serie de octavos de final ante Atlético Mineiro, por penales, luego de dos empates sin goles, que dejaron como saldo un escandaloso cierre con agresiones cruzadas en el estadio del club de Belo Horizonte.

En la temporada 2022, con Sebastián Battaglia como entrenador, con dos igualdades en cero, otra vez en octavos, el equipo boquense quedó afuera ante Corinthians, también en los penales. Esta vez la eliminación se produjo en la Bombonera.

Esa derrota terminó de romper la mala relación del ídolo con el futbolista xeneize que obtuvo mayor cantidad de títulos en la historia del club y la salida del exmediocampista central derivó en la llegada "inexperto" Hugo Ibarra, quien dirigía la reserva.

El paso de uno de los mejores '4' de la historia del club no fue bueno, aunque consiguió la Liga Profesional del año pasado y la Supercopa 2023.

Entonces después de la salida del "Negro" Ibarra llegó el turno de Jorge Almirón, un viejo sueño de Riquelme que asumió el 10 de abril pasado, después de transitar un camino, por momentos sinuoso. Sin embargo, el equipo llegó a la final, pero no pudo concretar el gran objetivo.