El victimario, cuyas iniciales son G.D.M. (por pedido de la Justicia no se divulga el nombre completo a los fines de resguardar la identidad de la persona damnificada), enfrentó cargos por hechos que tuvieron lugar en Villa María, ciudad que habitó anteriormente, antes de mudarse a Córdoba Capital.
El debate, realizado a puertas cerradas en la Cámara del Crimen, giró en torno a graves episodios ocurridos entre 2007 y 2010, cuando la víctima era apenas una niña (en la actualidad es mayor de edad).
Los abusos que tuvo que padecer la menor por parte de su tío fueron denunciados años después. En base al testimonio de la víctima, la Justicia le abrió una causa al autor de los hechos, quien fue detenido el 20 de julio del 2022.
En la primera parte del juicio, el imputado declaró que no consume drogas y que antes de este juicio no había sido sentenciado, al tiempo que mencionó que sus últimos años los pasó en la capital cordobesa, ciudad en la que realizaba trabajos de albañilería.
En la parte de los alegatos, el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, exigió que por la gravedad de los hechos el imputado sea condenado a 12 años de prisión, pena que recibió la oposición de la defensa del acusado, llevada a cabo por los abogados María Teodora Silva Perassi y Joaquín González.
Los aberrantes episodios que se ventilaron en la sala ocurrieron entre 2007 y 2010 en Villa María, en perjuicio de una niña, quien en la actualidad ya superó la mayoría de edad.
Finalmente, el camarista Mártínez resolvió imponerle al agresor sexual la mitad de la pena que había sido solicitada previamente por el representante del Ministerio Público.