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Por el estado de los caminos, alumnos de una escuela rural no pueden ir a clases

Las lagunas y barrancas que se abrieron en el trazado que conduce a un colegio cordobés complican el traslado de los chicos y de las docentes. En todo el sur provincial las trazas rurales están dañadas

Las últimas lluvias provocaron la rotura de varios caminos rurales y mientras por un lado, las precipitaciones benefician la actividad en los campos, por el otro perjudica la actividad educativa, ya que los alumnos y docentes no pueden llegar a las escuelas rurales.

Tal es el caso de la comunidad educativa del colegio "José de San Martín" del paraje Laguna Seca. Esta escuela se encuentra ubicada a mitad de camino entre Achiras y Suco detrás del cerro del mismo nombre.

La zona es de constantes bañados y cuando ocurren precipitaciones  que superan el promedio de temporada se reiteran los inconvenientes.

Debido a las grandes lagunas que se formaron y las barrancas que se abrieron, resulta imposible circula con vehículos chicos y llegar hasta el colegio

La directora Paola Leguizamón dijo que las últimas lluvias fueron devastadoras para el mantenimiento de la traza que registra su paso frente a la escuela y por ahora es imposible transitar con cualquier tipo de vehículos.

"Para el lado de Achiras tenemos una extensa laguna, para el lado de Suco (hacia el bajo) hay barrancas profundas. Los padres no pueden enviar a los chicos porque no hay modo de cruzar", señaló.

A pesar de existir trazar alternativas las distancias a recorrer son mayores y nada asegura poder superarlos sin inconvenientes.

"Hay un camino que le llamamos 'del cerro' y está en iguales condiciones. Las lluvias impiden llegar con las máquinas para repararlo. Otro proviene de Suco y sucede lo mismo y si deseáramos ir a Achiras, las extensas lagunas provocan serias dificultades, por eso estamos requiriendo ayuda para afirmar el piso con arenas y piedra".

La docente que hace cuatro años es directora de la escuela, recordó que siempre ocurren problemas en el camino. Aún en época de sequía el guadal que se acumula es una trampa para los vehículos de menor porte.  Mientras en tiempos de lluvia, las barrancas y laguna lo tornan también intransitable.

Obras provisorias

Paola Leguizamón acordó con la Municipalidad de Achiras y el Consorcio Caminero de esa localidad hacer un relleno de piedra y arena para evitar el avance de la erosión y que los vehículos queden empantanados. La idea es de poder afirmar el piso de alguna manera y que no se generen más barrancas.

 A la vez se mostró preocupada porque un arroyo nuevo formado hace pocos años que pasa cerca de la escuela también es generador de dificultades.

"Si deja de llover la gente de los consorcios podrá trabajar, de lo contrario no, porque lo que se repara ahora se rompe de nuevo tras una lluvia".

El camino entre Achiras y Suco siempre tuvo problemas en tiempos de lluvias abundantes. Los constantes bañados del paraje "Laguna seca" hace que con cualquier lluvia el terreno se ponga resbaladizo. Si las lluvias son de magnitud, por las pendientes se erosionan de tal modo que las cárcavas son muy profundas.

Algunos chacareros consultados, sostienen que una de las salidas son los alteos para que haya escurrimiento de aguas y al menos el camino permita el paso de los vehículos, no obstante son soluciones costosas.

A su vez, la Provincia tiene en marcha el proyecto de pavimentar caminos rurales, pero se trata de un proceso que requiere de grandes inversiones y del acuerdo de productores, consorcistas, gobierno, entre otras áreas.

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