El juez recordó que en Córdoba existen convenios que permiten que detenidos de la Justicia federal sean alojados en cárceles provinciales, como las de Villa María y Bouwer. No obstante, puntualizó que la capacidad de implementar un programa de trabajo a gran escala se ve limitada por cuestiones estructurales y logísticas. “Los internos reclaman trabajo porque es una manera de estar activos durante su detención, pero estructuralmente estamos sobrepasados en cuanto a las dimensiones edilicias, por cuanto muchas veces carecemos de recursos de infraestructura para poder darles trabajo a todos los internos que lo piden”, agregó.
Ferreyra explicó que, si bien la idea de que todos los presos trabajen es positiva, la falta de espacio físico, recursos docentes y materiales limita las posibilidades. “En buena hora se implemente algún tipo de programa para que los internos que piden trabajo se les dé, pero ¿cómo los vas a hacer trabajar? Nosotros tenemos espacios muy reducidos, tanto en el penal de Villa María como en Bouwer en Cruz del Eje, que es muy grande”, puntualizó. El juez detalló que, a pesar de contar con talleres de carpintería y herrería, la demanda de trabajo entre los internos supera la capacidad instalada.
Oportunidad laboral
El proyecto de la ministra Bullrich propone que los presos trabajen ocho horas diarias, pero según Ferreyra, esto presenta un desafío adicional. “El trabajo es voluntario por una cuestión constitucional, no se puede obligar a una persona a trabajar si la misma no quiere”, recordó. Sin embargo, destacó la calidad de las artesanías y productos que los internos ya realizan en los talleres, los cuales son exhibidos en ferias y tienen buena aceptación.
Otra posibilidad mencionada por Ferreyra para incrementar el trabajo entre los internos es que las empresas privadas contraten a aquellos que cuenten con permisos de salida transitoria, aunque advirtió que es un proceso complejo. “También tenemos la posibilidad de que puedan salir a trabajar a empresas privadas, donde sería una tarea más ardua discriminar y ver qué interno está en condiciones de salir transitoriamente y volver. Es un trabajo que se hace, pero no hay tanta oferta de particulares”, afirmó.
Finalmente, el juez sugirió que las empresas podrían estar más dispuestas a participar si existieran incentivos económicos. “Si las empresas tuvieran algún beneficio económico o reducción de impuestos a cambio de darles trabajo a los condenados en situación de salidas transitorias, sería un beneficio para todo el mundo porque estaríamos reinsertando a la gente, pero es muy difícil y en escasas oportunidades lo he logrado en Villa María”, concluyó.
Exposición de productos
El pasado mes se llevó a cabo una exposición de productos artesanales e industriales realizados por personas privadas de su libertad, una iniciativa conjunta entre el Municipio y el Servicio Penitenciario Nº 5.
La exposición, titulada “Educar, crear y producir”, ofreció al público la oportunidad de adquirir trabajos artísticos y productos realizados en contexto de encierro, como parte de un programa que busca promover la inclusión social y laboral de los internos a través del desarrollo de habilidades y oficios. Entre los productos que había disponibles, se incluyeron artículos de mimbrería, carpintería, tapicería y herrería.