El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, decidió lanzar una ofensiva comercial que, si bien es masiva, parece teledirigida. Su objetivo no parece ser otro que el de China, el otro gigante ubicado en oriente y que desde hace tiempo ya le discute posiciones dominantes en el juego de la geopolítica. Pero las secuelas secundarias por ahora son difíciles de cuantificar, ya sea a niveles de magnitud como de tiempo. Las primeras palpables son las que se observan en los mercados financieros que intentaron colocar en un decodificador las medidas anunciadas por Trump, pero el resultado que les arrojó fue el de “error”. Y, como se sabe, ante una repentina y creciente incertidumbre, las bolsas, las acciones y los títulos empiezan a desmoronarse, aunque no tanto como las criptomonedas, de naturaleza mucho más volátiles. Sin embargo, es cierto que el mundo financiero tiende a sobreactuar, ya sea hacia arriba como hacia abajo.
China o Estados Unidos, ¿con quién comercia más la Argentina?
En medio de la tensión internacional, el gobierno de Javier Milei tiene una posición de alineación férrea con su colega Donald Trump, quien con sus medidas arancelarias hizo tambalear las cotizaciones del petróleo de Vaca Muerta y la soja de la “Vaca Viva”