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Córdoba: se encadenó para pedir juicio por un caso de gatillo fácil

La madre de Rodrigo Sánchez (17), quien fue asesinado a balazos por un policía que lo sorprendió robando una cartera tras romper el vidrio de un auto sin armas en su poder en septiembre de 2015 en la ciudad de Córdoba, se encadenó ayer en la zona de ingreso de Tribunales de la localidad capitalina para exigir “justicia y condena” para el efectivo, al considerar que se trató de un caso de gatillo fácil.

Se trata de Gabriela Sanso, quien, si bien admitió que su hijo estaba cometiendo un ilícito junto a otro muchacho, dijo que “no estaba armado ni representaba ningún riesgo” para el policía Lucas Carranza.

Según la investigación, este efectivo de la Policía provincial lo sorprendió en esa situación y le efectuó cinco balazos, uno de los cuales impactó en la nuca de Sánchez y otro en la cabeza, lo que le provocó la muerte en el acto.

“Desaparecieron las pruebas”

“La Policía hizo desaparecer las principales pruebas, modificó el escenario y puso pólvora en las manos de mi hijo para justificar los disparos y el crimen”, manifestó Sanso en declaraciones a los medios locales desde el lugar de la protesta.

La mujer cuestionó a la fiscal de instrucción, Jorgelina Gutiez, quien había dictado el sobreseimiento del policía, a quien se “comprobó que en la sangre tenía cocaína, marihuana y pastillas (benzodiacepinas)”.

El sobreseimiento fue apelado por la querella y se ordenó que Carranza siga siendo vinculado al proceso.

“Hoy se cumplen siete años que reclamo justicia por mi hijo. Necesito que la causa sea elevada a juicio y se condene a los culpables. El gatillo fácil hoy está libre”, reclamó la mujer.

Asimismo, Sanso dijo que el policía Carranza, un año después del asesinato, fue “detenido por robar en un shopping y continúa en libertad. Hay toda una maniobra de encubrimiento”.

“No estaba armado”

El abogado Adolfo Allende Pose, quien representa legalmente a la mujer, la acompañó en la protesta y manifestó a los medios que el hecho ocurrió el 19 de setiembre de 2015 en la intersección de Colón y Sagrada Familia de Villa Siburu en la capital local, cuando Rodrigo y otro hombre habían roto el vidrio de un automóvil y hurtaron una cartera.

“No estaban armados, sin embargo el policía disparó y mató a Rodrigo”, mientras que el otro hombre que actuó como cómplice “fue a juicio y hoy tiene condena firme por robo simple porque se comprobó que no estaban armados”, afirmó el letrado.