Con dolor e impotencia, la coordinadora del comedor Caritas Felices, Marisa Sánchez, dio a conocer ayer un nuevo hecho delictivo que los tuvo como víctimas, episodio que ya habían vivido hace poco más de un año.
Según indicó, en esta ocasión, el espacio que funciona en el corazón de barrio La Calera, sobre calle Juárez Celman, sufrió la sustracción de una multiprocesadora, elemento muy utilizado para la producción de las viandas, que diariamente son entregadas a decenas de chicos con necesidades alimentarias.
“Esto me duele muchísimo, todo lo que se hace acá es de corazón y se hace a pulmón, son cosas que la gente dona, no para mí, sino para los chicos, y me duele que pasen estas cosas”, hizo saber la titular del espacio en declaraciones a este medio.
Según indicó, el artefacto eléctrico había sido utilizado por última vez el pasado jueves, cuando se dio la última comida de la semana (los viernes el comedor no abre).
“Ayer (por el martes) teníamos que hacer fideos con salsa y cuando vamos a buscar la microprocesadora, dimos con que no estaba”, relató.
Sánchez reconoció que todas las sospechas apuntan a alguien que asiste al comedor, lo que hace que este episodio sea aún más doloroso.
“La persona que hizo esto es una rata, no entiendo cómo se les puede hacer eso a los chicos”, cerró la referente social.
El comedor de La Calera ya había sufrido un robo en agosto del año pasado, cuando autores ignorados se llevaron del lugar un equipo de música, pérdida que luego fue reparada por uniformados de la Policía, quienes hicieron una desinteresada y solidaria donación.