El aislamiento obligatorio contra el coronavirus generó hábitos, rutinas y consumos diferentes de los que se venían manejando y desde las organizaciones que combaten las adicciones mantienen programas de atención a las personas que se ven afectadas. Con un fuerte trabajo con las redes sociales y nuevas tecnologías, los tratamientos se mantienen a distancia en toda la provincia. En tanto, se manifiesta la preocupación por el aumento en el consumo de bebidas alcohólicas y la marihuana en cuarentena.
Alerta por el aumento de consumo de bebidas alcohólicas en cuarentena
Especialistas indican cómo se enfrentan las adicciones durante el aislamiento y destacaron la utilización de las redes para mantener el vínculo con los pacientes. Sin embargo, dicen que en el encierro se potenció el uso de algunas sustancias y lo vinculan con casos de violencia.
En diálogo con Puntal, Darío Gigena Parker, secretario de Prevención y Asistencia de las Adicciones de la Provincia, comentó que “hay varias aristas de trabajo y, depende de los niveles, se van resolviendo con distintos medios”.
El funcionario destacó: “A nivel territorial tenemos un desarrollo en los barrios que ha pasado a una instancia de virtualidad y los equipos pasaron a apoyar las tareas del Ministerio de Salud como lo son las vacunaciones”, dijo y agregó: “Los talleres que eran presenciales, a partir de una propuesta definida con los mismos vecinos, como por ejemplo lo que fueron las escuelas de boxeo, se han convertido al trabajo virtual y con atención por teléfono. La RAAC (Red Asistencial de las Adicciones de Córdoba) en sí contempla que cada municipio define cómo atender, la mayoría lo ha propuesto desde una modalidad virtual, con llamadas o videollamadas en los casos que tengan el soporte tecnológico para hacerlo”.
- ¿Afectan al trabajo que se realiza con estos pacientes la distancia y el contacto por videollamada?
- Esto tiene sus ventajas, como que podamos ingresar en las viviendas de estas familias y conocer cómo viven, cómo es el día a día, algo que no se presenta en el consultorio. Es algo que brinda una posibilidad, esto de tener vías de comunicaciones alternativas. Hay situaciones más complejas en las que se deben derivar a las guardias de los hospitales y uno pierde la posibilidad de seguir esos casos. Estoy satisfecho porque esa gente que se está atendiendo, de alguna manera, tiene la posibilidad de ser atendida en casos en los que no se requiere la revisación física.
Gigena Parker aclaró: “Los pacientes más complicados, del nivel 3, debemos derivarlos a los hospitales, aunque se entiende la situación sanitaria por la que estamos pasando y a qué está abocado todo el sistema”.
- ¿Cómo se está trabajando en la provincia con la internación de los pacientes más afectados?
- Una parte nos compete y otra es de otras áreas del Ministerio de Salud. El último nivel con el que se trabaja, el 4 que corresponde a las comunidades terapéuticas, funciona normalmente con las adecuaciones de toda institución de salud, pero con el trabajo de las dos públicas que tiene la Provincia: en San Francisco y en Santa María, que reciben a gente de todo el territorio cordobés, más los convenios que se tienen con ONG. Aquí, las visitas familiares son virtuales, con los mismos horarios pero por videollamada,
El funcionario destacó que los cambios en las rutinas, los consumos provocados por la incertidumbre y las tensiones que genera el contexto derivan en otras problemáticas que deberán tenerse en cuenta. “El combo que tiene la población que lo expone a riesgos, por la falta de estructuras y orden en sus hogares, son aspectos que en las comunidades terapéuticas ya están contemplados y tenidos en cuenta para el tratamiento”, señaló Gigena Parker, conceptos que, aseguró, deberán ser tenidos en cuenta en los centros de aislamiento que se establezcan en toda la provincia por el coronavirus para determinar normas de convivencia entre muchas personas.
- ¿Han notado más consumo de sustancias en el marco de estas medidas?
- Si bien no tenemos estadísticas oficiales, manejamos datos a partir de lo que nos comparten nuestros pacientes. En este sentido, vemos que el consumo de alcohol ha aumentado significativamente. Un error que cometen los gobiernos es mantener el vino y la cerveza como producto esencial de Precios Cuidados, algo que es un despropósito porque es el problema de salud pública número uno, el del consumo desmedido de alcohol. Se asocia este consumo al aumento de violencia familiar y de género, porque el alcohol genera desinhibición y se potencian las emociones. En tanto, la marihuana es de fácil acceso, aunque una gran parte sea importada y está vinculada al narcotráfico, también hay una producción local que no limita su acceso, por lo que creemos que subió su consumo. En la cocaína, en tanto, creemos que no habrá aumento, al contrario, disminuirá, porque no se produce aquí. Si bien hay cocinas, el origen no es de aquí. Sabemos que se ha encarecido hasta en un 200%, porque es más difícil conseguirla, y esto si bien es una oportunidad para combatirla, también puede ser un problema porque el que tenga una gran necesidad de consumo podrá hacer cualquier cosa para conseguirla.
Luis Schlossberg. Redacción Puntal