En un mundo cada vez más alerta ante los cambios, cuidar la piel es una decisión que va más allá de la estética. Es una práctica cada vez más sostenible que va a la par con el medioambiente. Fernanda Castro es cosmiatra y creadora de “Formación en Cosmetología holística” que se radicó en Villa María hace algunas años con el objetivo de hacer crecer su empredimiento.
Cosmética natural en la ciudad: la búsqueda del consumo consciente
Fernanda Castro, cosmiatra y creadora de "Formación en Cosmetología Holística", intenta romper con el paradigma tradicional del cuidado de la piel a través de una perspectiva integral que hace foco en el cuerpo y en los hábitos cotidianos
Comenzó una búsqueda interior experimentando con fórmulas de cosmética natural en sí misma que después trasladó a su espacio de tratamiento en salud, bienestar y belleza “Solara Consultorio”.
En 2019 decidió plasmar en su libro “Cosmetología de las diosas”, un enfoque integral sobre el cuidado de la piel en el que reconoció un despertar colectivo sobre la consciencia del consumo.
“Desde hace mucho tiempo venía con esta inquietud de lo tradicional. ¿Qué es lo que estábamos usando en la piel?”, explicó Castro. Observó que hay una demanda general a nivel humano que se dio primero desde la alimentación y después se extendió hacia cuestiones dermatológicas e higiénicas como: ¿qué clase de shampoo, desodorante o cremas se utilizan en el cuerpo?, esto representó un ‘llamado’ que fue escuchado por las empresas, quienes respondieron ante la necesidad de transformación”.
Desde su consultorio y con el trabajo diario comenzó con los cambios a partir de la práctica. Aseguró que se notan en poco tiempo y que es posible equilibrar el cuerpo desde una cosmética natural. “Hay grises en este camino porque a medida que te adentrás, descubrís que hay todo un mundo atrás en donde tenés que seguir investigando y seguir desarrollando para no caer en el engaño de lo natural”, dijo la cosmetóloga universitaria.
Tiene una formación en cosmetología holística y brinda capacitaciones a todas las personas que quieran crear su propia cosmética. Fue en ese momento que empezó a desarrollarse en otros campos de estudio, como la medicina herbolaria y a incorporar la rutina propia de esos rituales.
Especificó, además, que no es necesario tener cientos de productos, sino que con un kit minimalista es suficiente para acostumbrarse al consumo consciente.
La información como herramienta para el cambio
“Estamos en un momento del mundo en el que tenemos que elevar nuestra consciencia”, aportó.
Su libro está dirigido hacia las mujeres y nació con el fin de compartir este tipo de conocimientos.
Alienta a conectar con la “diosa” que habita dentro de cada mujer y a romper con los estereotipos para explorar la belleza individual y potenciarla con distintas herramientas. Cabe destacar que se puede encontrar en su página web y a través de sus redes sociales adquirir el mismo.
“Estamos en un momento del mundo en el que tenemos que elevar nuestra consciencia y esta elevación de consciencia tiene que ver con el compromiso personal de querer aprender qué pasa con nosotros, qué comemos, qué nos ponemos en el cuerpo”, reflexionó Castro.
En su podcast “Cuestiones de piel” detalla el recorrido de cómo afecta emocionalmente en cada persona el no verse bien y todos los factores que hay que tener en cuenta para mejorar, modificando hábitos cotidianos.
En ese marco, señaló que los consumidores tienen que romper con el paradigma de la desinformación. Que la persona, empresa o el influencer que esté mostrando o promocionando un producto, antes de ver la marca, vaya a la “esencia”. “En la lista de ingredientes puedo ver el alma de eso que me voy a poner en el cuerpo”, aclaró.
Es por eso que destacó la necesidad de aprender a leer las etiquetas y los ingredientes de los productos dermatológicos para distinguir qué es sano y qué no para el cuerpo.
“La actualización del conocimiento es importante tanto para la mujer que lo haga para sí misma y más aún para las profesionales. Eso significa respetar la base de esta profesión: el cuidado de la piel”, comentó la laboratorista.
Observar nuestro cuerpo
La profesional en cosmiatría se refirió a las acciones individuales de cada ser humano, particularmente la mujer, y advirtió que es necesario “observarse” y “reconocer” el propio cuerpo.
“La ciclicidad femenina, por ejemplo, es uno de los agentes que afectan a la piel en sus distintas etapas y hay que tenerlo en cuenta”, advirtió.
Añadió: “Hay momentos del ciclo en los que está más reseca o más sensible o necesita menos productos. Es importante observar qué pasa con estos cambios hormonales y conectar con esa energía que atraviesa y forma parte de la salud”.
También reflexionó sobre la importancia de “conocerse” y el compromiso que implica una responsabilidad personal que después se vuelve natural.
“En los ingredientes puedo ver el alma de lo que voy a poner en mi cuerpo”, dijo.