En primera lectura, el proyecto se llevó la aprobación de la mayoría y solamente dos concejales votaron de manera negativa (Manuel Sosa y Felipe Botta).
Puntualmente, la propuesta que está en discusión prevé una ampliación de $7.026.031.035, que se sumarán al presupuesto vigente, al que le quedan dos meses y algunos días.
“Nada tiene que ver
con un aumento de tasas”
Antes de la votación, hubo cruces entre el ofialismo y la oposición.
La concejala Yaslil Oses, en defensa del proyecto, dijo una, dos y tres veces que la ampliación no era sinónimo de subirle los impuestos a la gente.
“Esto nada tiene que ver con un aumento de las tasas”, refirió desde su bancada.
Y sumó:“Esto se fundamenta en el gran desempeño en cuanto a la recaudación y la superación de las metas ya proyectadas y pactadas hasta la fecha”.
Según apuntó, la Municipalidad de Villa María preveía recaudar hasta diciembre inclusive un monto determinado, cifra que, de acuerdo al resultado fiscal hasta la fecha, “ya ha sido superada”.
“Habiéndose alcanzado la meta planificada antes de lo previsto, es decir, antes del mes de diciembre, y viendo la municipalidad que aún tiene margen para recaudar hasta ese mes, es que solicita este aumento presupuestario, que nada tiene que ver con un aumento en las tasas”, insistió Oses.
Luego, defendió la decisión adoptada por Municipio y Provincia, que juntos salieron a hacer las obras que la Nación frenó.
“Hemos decidido continuar con un plan de obras que se ve reflejado en todo el territorio de Villa María”, enfatizó.
Los planteos de la oposición
El concejal de Uniendo Villa María, Manuel Sosa, criticó que el proyecto no incluya a los trabajadores municipales, a quienes -según dijo- se les da un aumento del 5%, cuando la ampliación proyectada es del 10%.
Por otra parte, opinó que el superávit del Estado municipal es el resultado de “una presión fiscal insoportable” sobre los vecinos y las pymes.
Una mirada idéntica aportó el concejal Pablo Perret, al señalar que “el excendente no se debe a una gestión eficiente, sino a los aumentos de tasas y a la conducta tributaria que tienen los villamarienses”.
Además, el funcionario pidió por una ordenanza que establezca claramente hacia donde van a ir destinados los 7 mil millones de pesos.
“Esperamos que, como ocurrió en noviembre, cada uno de los funcionarios a los que se les va asignar estas partidas venga a dar las explicaciones al Concejo”, manifestó.
El otro edil que votó de manera negativa, Felipe Botta, propuso que se destine una mayor cifra de dinero al eje seguridad, cuestión que según entiende “tiene vapuleado al vecino”.
“La seguridad es cada vez peor en Villa María, tenemos una menor baleada por menores y jóvenes que levantan portones, venta de drogas y estupefacientes, y un blindaje mediático que dice que está todo bien”, denunció.
