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En Ticino se hace lo que Páez quiere

El talentoso delantero convirtió dos golazos de otro partido y le otorgó el triunfo por 2-0 al “albirrojo” ante Argentino en el cotejo de ida de cuartos de final. Fueron expulsados Gonzalo Cortez (A) y Matías Bendazzi (AT)

No hay con qué darle a Páez.

El fútbol es un juego, y aunque los técnicos procuren quitarle improvisación minimizando el margen de error, no dejar detalles librados al azar, y los jugadores respondan a un orden colectivo para darle determinada forma de equipo, los que tienen un jugador distinto siempre tendrán ventaja.

Atlético Ticino tiene a Ayrton Páez. El “10” ayer convirtió dos golazos para destrabar el partido de ida ante Argentino, y encaminar la serie de cuartos de final.

Ya habían protagonizado dos empates muy cerrados en la Fase Clasificatoria (incluso Páez marró un penal en cancha del “lobo”), y ayer en Ticino era tan o más cerrado que los dos duelos anteriores.

Cuando a Páez le dieron un centímetro, cuando lo descuidaron un segundo, convirtió un golazo contra la base del palo izquierdo tras una notable maniobra de Bergese, y 10’ después aprovechó un error rival para enviar el balón contra el poste más lejano y transformar aquel 0-0 que parecía inamovible en un 2-0 letal a favor del “albirrojo”. Páez 2 - Argentino 0.

El partido fue una batalla. También fue un una partida de ajedrez, en la que cada pieza tenía misión, y en la que cada paso debía medirse para no padecer un descuido en un terreno minado.

El buen piso que presenta el envidiable predio de Atlético Ticino (en estupendas condiciones) y los muy buenos jugadores de ambos equipos poco importaron. El espectáculo era pobre, porque es habitual que dos equipos que se conocen mucho, y que vienen de jugar dos partidos sin poder marcarse diferencias, en este juego de ida por acceder a semifinales, no iban a arriesgar más de la cuenta.

Adoptaron todos los recaudos, igual que en los dos partidos que habían disputado. Argentino sabía que la había pasado mal en los primeros tiempos, y ajustó marcas.

Línea de 4 defensores, con Vieyra persiguiendo a Páez en forma personal; Molina sobrando; López con Bendazzi; y Rojas por izquierda, donde se ubicó preferentemente “Manu” Coria. 

Ñáñez patrullando adelante de ellos, consiguió el balón. Entonces el equipo de “Chopo” Morales embistió al rival y fue al frente con el vértigo de Rosales, Moreno (por derecha) y Galíndez (por izquierda), que empujaron sin tanta conexión con Fuente y Páez.

Tuvo tiro. En 5’ desde afuera del área remataron: Rosales (reclamó mano de Peralta, que en el área desvió al córner); Páez (desvió); Moreno (contuvo Montiel) y otra vez Rosales (elevó).

Era para ilusionarse, porque a los 6’ el local contestó con Ayrton Páez haciendo valer esa “marcha más” que tiene, y sin ángulo forzó a actuar a Ronco. Duró poco.

Ese inicio desenfrenado en busca del arco rival se apagó rápido. Quizás por que Atlético frenó al “lobo”. Vicario apostó por una defensa superpoblada con Peralta sobrando, Bettiol sobre Páez; Monje sobre Fuente; y como laterales-volantes hicieron pie Acosta por derecha y Bergese por izquierda, para detener el embate de la visita.

Ya no había sorpresas, porque Bianchi se le pegó a Rosales, que desvió su última chance a los 9’ (contra el poste derecho); y Ñáñez no dejó crear a Bertola, que le impidió dar su gran primer pase.

Los delanteros ya no recibían limpio. Atlético reclamó en un minuto 2 penales, que Peninger no le otorgó. A los 24’ falló López, y Bendazzi dejó de cara al gol a Páez, que eligió rozar y caer ante la marca de Vieyra; y luego el propio Páez remató y pegó en la mano de Molina. No convencieron al juez.

Sin ser más, el local tuvo la mejor chance en un centro de Bertola que nadie conectó, ni despejó y terminó pegando en el palo izquierdo de Ronco, que contuvo.

Esa acción a los 28’ fue lo último de una etapa que murió en el cuarto de hora final (apenas una mediavuelta desviada de Fuente a los 45’ despertó a los hinchas).

Los roces se multiplicaron, especialmente desde el ingreso de Cortez por el lesionado López. Tuvo un duelo muy personal con Bendazzi, del que saldrían heridos. 

El complemento fue más cortado y friccionado. Centeno ingresó por el lesionado “Ojito” Páez, y Argentino lució cómodo en campo rival, pero sólo pudo llegar cuando Moreno le reventó el travesaño a Montiel con un tiro libre (21’).

El local se prendía en el roce y se desesperaba lejos de Ronco. Nada por aquí, nada por allá, Vicario excluyó la “magia” de Coria por el vértigo de Demichelis. Pero el que rompió el molde fue Bergese. El lateral izquierdo pasó entre tres rivales y le cedió el balón a Páez, que en diagonal le cruzó el balón a Ronco contra la base del poste izquierdo. 1-0 (28’). 

Golazo de otro partido. Peninger se cansó de Cortez y Bendazzi y los expulsó (31’). Argentino arriesgó y tuvo el empate, pero Montiel le tapó a Moreno (36’), que elevó otro tiro libre (35’); y Ñáñez cabeceó desviado un córner de Rosales.

Pero a los 38’ falló Vieyra al despejar un pase corto de Bertola, y Páez no falló. No hay más explicaciones. Era 0-0, pero en Ticino se hace lo que Páez quiere. Y fue 2-0.

Edgar Scauso.  Redacción Puntal Villa María.

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