"La República Argentina ratifica su voluntad de pago aun en el gravísimo contexto internacional que se ha generado producto de la pandemia del Covid-19", señaló un comunicado del Palacio de Hacienda.
"Es en el marco del lanzamiento de esta oferta (de reestructuración de deuda), cuyos términos expiran el 8 de mayo de 2020, que la República decidió valerse de los períodos de gracia contemplados para los servicios de renta de los bonos que hoy (por ayer) no se pagaron", indicó.
El ministerio no pagó los bonos internacionales en dólares que vencían en 2021, 2026 y 2046, utilizando el plazo de gracia de 30 días que figura en los contratos de esos títulos.
Economía aspira a que los acreedores acepten los términos de la reestructuración de deuda propuesta, para poder reemplazar esos bonos, que figuran en el canje propuesto, y cambiarlos por nuevos títulos.
Si la propuesta es rechazada, el país podría entrar en la categoría de default selectivo, por el no pago de esos títulos.
El comunicado agrega que el Gobierno "busca dentro del marco de los contratos existentes un perfil de endeudamiento sostenible".
Economía expresó su objetivo de que el reperfilamiento de la deuda "no atente contra, sino que sea en un todo compatible con un sendero de crecimiento sustentable en el mediano y largo plazo, que mejore la capacidad de repago futura y los indicadores sociales básicos".
El comunicado recuerda que la ley de restauración de la sostenibilidad de la deuda pública emitida bajo ley extranjera declaró prioritaria la restauración de la sostenibilidad del pasivo externo.
"El objetivo que se persigue es realizar una operación de canje de deuda que resulte efectiva a efectos de restaurar la sostenibilidad de la deuda pública en moneda extranjera", añadió el comunicado.
Un mes para el default
En concreto, el Gobierno no abonó los US$ 503 millones correspondientes a los intereses de tres bonos emitidos durante 2016 para pagarles a los fondos buitre y se abre un plazo de 30 días para declarar formalmente la caída en default.
Los desembolsos que no se efectuaron son los siguientes: US$ 155 millones por la edición 2021; 244 millones por el 2026 y 105 millones por el 2046.
Sin embargo, técnicamente ello no implica entrar en default, ya que debe transcurrir un mes para eso y que sea reflejado en las notas de las agencias calificadoras.
Los títulos fueron emitidos cuando el ministro de Economía era Alfonso Prat Gay y a cargo de la Secretaría de Finanzas se encontraba Luis Caputo, y tenían como fin pagarles a los fondos buitre.
Estos bonos fueron emitidos a través de la resolución 146/2016 del ministerio firmada por Prat Gay, mediante la cual se autorizó la emisión de US$ 16.500 millones, con los cuales se canceló la deuda reclamada por aquellos fondos y que el fallecido juez Thomas Griesa había autorizado.
El Bonar 2021 (AA21) fue emitido el 12 de abril de 2016, a un plazo de cinco años, regido por legislación de los Estados Unidos y por un monto cercano a los US$ 4.500 millones.
En cuanto a la amortización de capital, estaba prevista para el 22 de abril del año que viene pero paga intereses semestralmente con una tasa del 6,875%.
Respecto del Bonar 2026 (AA26), el monto colocado fue de casi 6.500 millones de dólares, también bajo legislación extranjera y el interés se pactó en el 7,5% anual, con pago de intereses semestrales en las fechas 22 de abril y 22 de octubre.
El último de los títulos es el Bonar 2046, por un monto original de US$ 2.749,7 millones, emitido bajo legislación de los Estados Unidos y el interés se negoció en 7,625% anual.