La música urbana y el público joven tomaron el protagonismo de la primera velada festivalera, que congregó en el escenario mayor a artistas de renombre y con decenas de éxitos, como son los casos de Duki, Milo J y los chicos de MYA.
Al cierre de esta edición, salía a escena el popular Milo J, quien a pesar de tener 17 años no se achicó en el escenario y dejó una muy buena imagen. Duki, quien visitó la ciudad por segunda vez, era el encargado de cerrar la noche.
El primer estallido fue de MYA
Tras una explosión de gritos, que se escuchó por toda la costanera, subieron al escenario cuando promediaba la velada Agustín Bernasconi y Máximo Espíndola, los cantantes del grupo musical MYA.
El público, en su mayoría joven, los recibió de pie y no faltó ningún éxito. Sonaron por todos los costados del coloso “Una y mil veces”, “2:50”, “BB”, “Tu y yo” y el rémix de “Lejos”, canción de Dame 5 que fue reversionada a fines del año pasado.
La presencia de los jóvenes que se conocieron en Aliados (serie televisiva de Cris Morena) fue la dinamita que hizo que se escuche el primer estruendo en el icónico escenario de la costanera villamariense.
Antes, cuando las agujas del reloj marcaron las 21.47, hizo su entrada Yami Safdie, luciendo un moderno vestuario negro y blanco.
Luego de las primeras canciones, la artista se sinceró con el público. “Estoy muy contenta y un poco nerviosa, es un sueño estar acá”, pronunció.
Haciendo lucir su dulce voz, la joven de 26 años, oriunda de Haedo, Buenos Aires, se llevó los primeros aplausos entonando “No llores” y “El bolero”, canciones que grabó con L-Gante y Milo J, respectivamente.
En la parte final de su show, Safdie afirmó: “Estamos cantando las canciones de mi último disco, que se llama Sur”. A continuación, compartió con los presentes una primicia: “Voy a aprovechar para contar que se viene mi primera gira por todo el país, así que estén atentos, que voy a andar por acá”, soltó. Su despedida de Villa María se dio con la canción “De nada”, uno de sus recientes éxitos.
El saludo de todos los años
La aparición de Miguel Borsatto, histórico maestro de ceremonias del Festival, marcó un quiebre en la noche inicial. Con su saludo característico, que consiste en pronunciar las palabras mágicas “Buenas noches Villa María, peña y corazón abierto”, logró que los asistentes se levanten de sus asientos.
Antes, el presentador se refirió a la situación compleja del país y puso en valor el esfuerzo que hicieron diferentes actores para que la edición marche.
“Queridos amigos. Hay una gran expectativa hoy, la verdad que parecía que no era posible y sin embargo acá estamos, por empezar la parte principal del Festival. Villa María está de pie, el Festival se hace, con el esfuerzo y la sinergia de los sectores privados y gubernamentales”, enfatizó el histórico locutor.
Luego, le dedicó unas palabras especiales al público. “Sin ustedes, ¿qué Festival va a haber? Por más sinergia y ayuda que se consiga, acá está la esencia de toda fiesta, gracias por venir, nos transmiten un enorme estímulo”, dijo a viva voz, mientras la Orquesta Estable del Festival comenzaba a hacer sonar sus primeros acordes, convirtiendo la apertura en un verdadero espectáculo.
Tras las palabras del maestro de ceremonias, los primeros en subir al escenario fueron los elencos Diversity Dance y Alas, ambos radicados en esta ciudad. La música urbana fue el componente que unió a las compañías locales, que con acrobacias y movimientos sincronizados comenzaron a calentar la noche.
Minutos antes el artista de Villa Allende, Juli Cardozo, compartió con el público, que de a poco iba tomando su lugar, canciones de su repertorio.
La villamariense Sol Giordano fue la primera artista de la grilla principal en adueñarse de la escena y la encargada de romper el hielo, en un Anfiteatro que no llegó a completarse en su totalidad y que mostró gran cantidad de butacas vacías.