Obreros marchando por las calles embanderaron la Docta con pancartas de la UOM, SMATA y Luz y Fuerza. Era el primer “desfile” en mucho tiempo que no era militar. Más bien todo lo contrario. Era popular y sindical. Y a la masa de trabajadores se unieron los estudiantes. Como había pasado un año atrás en París. De este modo, aquel 29 de mayo de 1969 se convertía en el “Mayo Francés” de la Argentina. Y venía desde Córdoba con un aire de reclamo y libertad. Ese que terminaría por desestabilizar al gobierno de facto de Juan Carlos Onganía.
¿Qué cosa pedían los obreros de aquellos días? Un 40 por ciento de aumento contra la “carestía de la vida”, como le decían por ese entonces a la inflación. Y también marchaban contra el tarifazo y por los derechos laborales de los argentinos. Cualquier similitud con este 29 de mayo de 2018 no es casualidad sino efecto dominó, pura ley de “causa-consecuencia”.
Uno de los gremialistas villamarienses que aquel día salió a la calle es el actual secretario general del CEC, Eduardo Belloccio.
“Por ese entonces yo trabajaba en el Palace Hotel y me acuerdo que nos convocamos en la esquina de Buenos Aires y Alem -recuerda- Fue una jornada emotiva y participó don Leslie Árbol, un gran dirigente sindical que fue un ícono. Al poco tiempo lo pude conocer a Tosco”.
-¿Y cómo lo recordás?
-Tosco era un dirigente absolutamente de clase. Un tipo con una palabra y una honestidad intachable. Siempre con su mameluco. Dejó un grandioso ejemplo de coherencia y trabajo. Y una lucidez extraordinaria para dirigir.
-¿Cómo definirías el Cordobazo?
-Fue una protesta que lideró no sólo a la provincia sino al país entero. Y eso se debió a que la CGT nacional estaba dividida. Pero Córdoba tenía una fuerza tremenda. Se juntaron los grandes gremios y marcharon por las calles. Hubo represión y un muerto, pero la marcha hizo que cayera el gobierno de Onganía y también el gobernador de facto, Carlos Caballero.
-¿La situación económica y sindical de hoy es parecida a la del ´69?
-Es demasiado parecida porque en ese tiempo también se pedía por los despedidos y aumentos de sueldos. Y se reclamaba contra el tarifazo. Era un nivel de vida insostenible para el trabajador medio.
-Otro punto en común es la CGT dividida ¿no?
-Totalmente. Hoy desde Villa María y gran parte de la provincia se le está pidiendo acción a la CGT nacional. Que escuchen al interior y no que tomen las decisiones sólo desde un triunvirato de Buenos Aires. Hoy mismo la CGT debería estar liderando un paro nacional como aquel del Cordobazo, una marcha en contra de los tarifazos y el acuerdo con el FMI, que nos está sumiendo en la pobreza.
-¿Por qué creés que la CGT no lo convoca?
-Porque parece que le quieren dar tiempo al gobierno para que arregle lo que el propio gobierno destruyó: la economía del país. Antes éramos autónomos y no debíamos plata al exterior.
-¿Y cómo analizás esta demora?
-No estamos de acuerdo con esta política dialoguista de la CGT para con un gobierno que lo único que quiere es hacer sus propios negocios e instalar un plan económico basado en la timba financiera. No hay un sólo dólar que haya entrado al país por la industria. Y en dos años y medio han cerrado 7.500 pymes. No hay una sola medida que reactive la economía y el consumo o dignifique al trabajador. Al contrario. Están criminalizando a los gremios. Y la intervención en los sindicatos es la muestra de algo que no debería pasar en un gobierno democrático. La CGT debería liderar esas protestas, como históricamente lo hizo.
-¿Cómo ves de cara al futuro los pasos del sindicalismo?
-Pienso que de aquí hasta agosto, que es el mes en que está propuesto el plenario para elegir la nueva conducción, van a ocurrir muchas cosas. Porque la protesta social se va a ir agravando. La CGT va a tener que tomar una decisión y es la que Villa María le está pidiendo desde hace dos años. Esto que pasa ahora, nosotros ya lo veíamos venir. Córdoba unida es muy poderosa en el plano sindical y creo que está llamada a liderar la protesta como en el ´69. Los porteños tendrán que escuchar a Córdoba y a todo el interior del país.
Iván Wielikosielek
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Uno de los gremialistas villamarienses que aquel día salió a la calle es el actual secretario general del CEC, Eduardo Belloccio.
“Por ese entonces yo trabajaba en el Palace Hotel y me acuerdo que nos convocamos en la esquina de Buenos Aires y Alem -recuerda- Fue una jornada emotiva y participó don Leslie Árbol, un gran dirigente sindical que fue un ícono. Al poco tiempo lo pude conocer a Tosco”.
-¿Y cómo lo recordás?
-Tosco era un dirigente absolutamente de clase. Un tipo con una palabra y una honestidad intachable. Siempre con su mameluco. Dejó un grandioso ejemplo de coherencia y trabajo. Y una lucidez extraordinaria para dirigir.
-¿Cómo definirías el Cordobazo?
-Fue una protesta que lideró no sólo a la provincia sino al país entero. Y eso se debió a que la CGT nacional estaba dividida. Pero Córdoba tenía una fuerza tremenda. Se juntaron los grandes gremios y marcharon por las calles. Hubo represión y un muerto, pero la marcha hizo que cayera el gobierno de Onganía y también el gobernador de facto, Carlos Caballero.
-¿La situación económica y sindical de hoy es parecida a la del ´69?
-Es demasiado parecida porque en ese tiempo también se pedía por los despedidos y aumentos de sueldos. Y se reclamaba contra el tarifazo. Era un nivel de vida insostenible para el trabajador medio.
-Otro punto en común es la CGT dividida ¿no?
-Totalmente. Hoy desde Villa María y gran parte de la provincia se le está pidiendo acción a la CGT nacional. Que escuchen al interior y no que tomen las decisiones sólo desde un triunvirato de Buenos Aires. Hoy mismo la CGT debería estar liderando un paro nacional como aquel del Cordobazo, una marcha en contra de los tarifazos y el acuerdo con el FMI, que nos está sumiendo en la pobreza.
-¿Por qué creés que la CGT no lo convoca?
-Porque parece que le quieren dar tiempo al gobierno para que arregle lo que el propio gobierno destruyó: la economía del país. Antes éramos autónomos y no debíamos plata al exterior.
-¿Y cómo analizás esta demora?
-No estamos de acuerdo con esta política dialoguista de la CGT para con un gobierno que lo único que quiere es hacer sus propios negocios e instalar un plan económico basado en la timba financiera. No hay un sólo dólar que haya entrado al país por la industria. Y en dos años y medio han cerrado 7.500 pymes. No hay una sola medida que reactive la economía y el consumo o dignifique al trabajador. Al contrario. Están criminalizando a los gremios. Y la intervención en los sindicatos es la muestra de algo que no debería pasar en un gobierno democrático. La CGT debería liderar esas protestas, como históricamente lo hizo.
-¿Cómo ves de cara al futuro los pasos del sindicalismo?
-Pienso que de aquí hasta agosto, que es el mes en que está propuesto el plenario para elegir la nueva conducción, van a ocurrir muchas cosas. Porque la protesta social se va a ir agravando. La CGT va a tener que tomar una decisión y es la que Villa María le está pidiendo desde hace dos años. Esto que pasa ahora, nosotros ya lo veíamos venir. Córdoba unida es muy poderosa en el plano sindical y creo que está llamada a liderar la protesta como en el ´69. Los porteños tendrán que escuchar a Córdoba y a todo el interior del país.
Iván Wielikosielek