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“Parece que lo importante es que un alumno promocione en vez de aprender”

La funcionaria provincial abordó el análisis que llevan adelante de manera conjunta en 76 entidades de nivel medio. Apunta a “romper una pauta cultural” en los conceptos de evaluación, que garanticen que “el estudiante aprenda”

La Provincia lleva adelante un programa que apunta a generar cambios en el modelo clásico de escuela secundaria, motivo por el cual trabaja de manera conjunta con 76 establecimientos, la mayoría de ellas públicos y distribuidos en diferentes puntos de la geografía provincial.

“Estamos tratando de romper con una pauta cultural en donde parece que lo importante es que un alumno promocione y no que aprenda”, sostuvo la secretaria de Educación de Córdoba, Delia Provinciali, durante la entrevista concedida a PUNTAL VILLA MARÍA.

La funcionaria aclaró que la participación de establecimientos fue voluntaria, con el objetivo de “producir algunas modificaciones al interior del modelo clásico de la escuela secundaria. Lo que estamos proponiendo es modificar aquellos dispositivos de la escuela secundaria más tradicional, que nació como una escuela selectiva, que aseguraba que algunos estudiantes participaran o pudieran completar su trayectoria, y en otros la escuela ejercía esos dispositivos para que no continuaran más. Eso era el origen de la escuela secundaria, pero a partir de la obligatoriedad que fija la ley nacional y provincial de Educación, estamos apuntando a revisar aquellos aspectos de la vida de la escuela y su gestión, que permitan garantizar no sólo el ingreso”.

La entrevistada aclaró que en el pasaje de la escuela primaria a la secundaria no existen dificultades ya que todos los chicos que terminan sexto grado entran a primer año, aunque “una vez ingresado en el nivel secundario aparecen indicadores preocupantes que tienen que ver con la permanencia y el egreso efectivo de los estudiantes. Y ese es nuestro desafío”.

El régimen académico tiene diversos aspectos, entre ellos que el estudiante asista todos los días a la escuela analizado no sólo como un compromiso de la escuela sino también de la familia, comprometiéndola en virtud de que “los padres no entienden que ésta es una obligación que debe ser generada en su hijo, y acompañada esa instancia”. “Hay una interrupción en la trayectoria que después tiene consecuencias en el alumno cuando comienza a tener dificultades en su aprendizaje. Y la escuela tiene el compromiso de enseñar el nuevo oficio de estudiantes”, recalcó.

En cuanto a las características organizacionales del nivel medio, Provinciali reconoció que exigen la presencia permanente del estudiante, “el poder continuar con el dictado de sus clases, y estar atento a que cuando el estudiante tiene una asistencia no justificada, empieza la escuela a operar convocando a los padres o adultos responsables para lograr garantizar la trayectoria”.

Aprender antes de promocionar

Otro de los aspectos que se debaten en la actualidad tiene que ver con los conceptos de evaluación. “Estamos tratando de romper con una pauta cultural donde parece que lo importante es que un alumno promocione y no que aprenda. Por allí, un alumno desaprobó una evaluación, sacó 2 pero luego saca 10. Y 2 más 10 da 12, que dividido 2 da 6, y nos quedamos tranquilos. Pareciera ser que aprobó, que promocionó, pero en realidad hay vacíos conceptuales que después van a complicar su trayectoria futura. Y por eso la propuesta es que aprenda, no que promocione, que es el resultado de que tenemos evidencias de que ha podido aprender”. 

Provinciali entendió que al registrarse este tipo de situaciones, que generan aprendizajes adeudados, “es necesario volver con el estudiante, revisar con otras estrategias cuáles fueron los obstáculos por los que no aprendió, y volver a darle la oportunidad de mostrar que efectivamente aquellos que son los aprendizajes no negociables, los alumnos los han podido adquirir”.

El régimen también propone un trabajo de relación entre los distintos campos disciplinares. “Son jornadas interdisciplinarias de saberes, donde los alumnos pueden elegir un tema que resulte relevante y que se instala en la sociedad como preocupación, y poderlo abordar desde distintas materias para poder entender que en realidad todo lo que aprende en la escuela es un insumo para poder entender los códigos de la sociedad en la cual vive”, precisó.

El otro aspecto que comprende el análisis se relaciona con los modos en los cuales la escuela decide convivir, “cuáles son los derechos y obligaciones que tiene cada uno de los actores y cómo aprendemos a desmocratizar ese espacio construyendo consejos escolares de convivencia, donde todas las voces de los actores puedan tener su lugar para poder anticipar las situaciones de conflicto que pudiesen presentarse”.

En las escuelas técnicas

De las 76 escuelas que forman parte del programa, 23 son establecimientos técnicos, sobre los que también se trabaja de una manera particular. Al respecto, Provinciali explicó que en las escuelas técnicas “aparece un elemento particular que tiene que ver con que la formación técnica específica, esa que en el ciclo básico los chicos aprenden en el marco de los talleres, sea visualizada como una unidad pedagógica de primero a tercer año. Entonces los estudiantes irán construyendo las habilidades necesarias para poder, en el ciclo de especialización, tener las condiciones que les permitan adquirir el perfil técnico del a orientación elegida”.

Durante la entrevista insistió que la propuesta se lleva adelante en base a la voluntad de la escuela. “Para nosotros es importante que la escuela, equipo directivo y docente, tenga la convicción de que es necesario cambiar algunas construcciones culturales, que en realidad obedecen a otro modelo de escuela secundaria”, recalcó. Y entendió que para el año próximo “una cantidad semejante de escuelas se van a ir incorporando para ir produciendo de a poco, porque es un cambio cultural muy importante que significa la revisión de prácticas de enseñanzas y educativas que todavía permanecen arraigadas en el modelo de escuela secundaria”.

La funcionaria reconoció que al abordar la permanencia y el egreso efectivo aparecen indicadores como la repitencia. “Un alumno que repite inicia una línea de fracaso escolar que a veces le constituye una marca tan importante que termina abandonando la escuela. Si bien nosotros venimos bajando el porcentaje de abandono, nos preocupa el indicador de la repitencia, y sobre todo cuando seguimos mirando cuántos alumnos ingresan en primer año y cuántos se reciben efectivamente en los tiempos previstos. Ese es un indicar que tenemos que ser capaces de ir modificándo a favor de que los chicos puedan”, expresó.

“La verdad es que tenemos que tener confianza en que si el equipo docente y directivo trabaja con la familia y los estudiantes, seguramente podremos ir cumpliendo para que no sólo aprendan lo que deben aprender, sino que lo hagan en los tiempos previstos”, finalizó.  



Daniel Brusa.  Redacción Puntal Villa María

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