El Grupo A de la Copa del Mundo tendrá un sabor especial para los argentinos, ya que por primera vez en la historia se cruzarán dos entrenadores compatriotas dirigiendo a seleccionados de otros países, como serán los casos de Héctor Cúper con Egipto y Juan Antonio Pizzi con Arabia Saudita, que compartirán zona con el organizador Rusia y el candidato a quedarse con el primer lugar, Uruguay.
El equipo de Óscar Tabárez superó la fase de clasificación con gran tranquilidad después de sortear cuatro repechajes mundialistas previos (Corea-Japón 2002, eliminado para Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014), esta vez terminó en segundo lugar por detrás de Brasil y obtuvo el pasaporte sin problemas.
En cuanto a Rusia, el técnico Stanislav Cherchesov llegó al cargo después de la decepcionante actuación en la Eurocopa de 2016, y en su año y medio en el cargo el exarquero realizó muchas variantes. Los principales cambios se han producido en defensa, donde el trío del CSKA Sergei Ignashevich, Vasily Berezutsky y el guardavalla Igor Akinfeev fueron los pilares.
Por su parte, Arabia Saudita, que para los argentinos hará historia porque su entrenador, el rosarino Pizzi, será el primer técnico de esta nacionalidad en afrontar un partido inaugural de un Mundial (enfrentará al local, Rusia, el 14 de junio) después de que Adolfo Pedernera lo hiciera en Chile 1962, enfrentando al local como entrenador de Colombia. Arabia Saudita es el equipo con peor ranking de los que se han clasificado, pero los partidos de los "Halcones Verdes" siempre mostraron equipos ofensivos, en los que el sistema 4-3-3 que había impuesto desde Alemania 2006 el holandés Bert Van Marwijk se trasladó a otro argentino, Edgardo Bauza, después de que se consumara la clasificación para Rusia y Van Marwijk se marchara a su casa.
Pero con ese sistema que le era impropio el Patón duró solamente dos meses en el cargo, en el que condujo al equipo en cinco amistosos antes de ser despedido tres días antes del sorteo de la Copa del Mundo para ser reemplazado inmediatamente por Pizzi.
Todo lo contrario ocurre con la selección de Egipto, a la que le cae bien replegarse, defender y contraatacar, características innatas de un entrenador como Héctor Cúper. De hecho, en 30 partidos solamente una vez le marcaron más de un gol.
A pesar de llevar a la selección nacional de ese país a la final de la Copa Africana, en la que recibió sólo dos tantos y tuvo un promedio de victorias del 63 por ciento, Cúper ha sido criticado por su estilo defensivo, que contrasta con la presencia en el equipo del máximo goleador de competencias europeas, el atacante del Liverpool Mohamed Salah. El extremo goleador participó en siete de los ocho goles que convirtió el equipo en la clasificación a la Copa del Mundo, incluyendo el decisivo para esa conquista. Esto mejoró la imagen de Cúper.
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En cuanto a Rusia, el técnico Stanislav Cherchesov llegó al cargo después de la decepcionante actuación en la Eurocopa de 2016, y en su año y medio en el cargo el exarquero realizó muchas variantes. Los principales cambios se han producido en defensa, donde el trío del CSKA Sergei Ignashevich, Vasily Berezutsky y el guardavalla Igor Akinfeev fueron los pilares.
Por su parte, Arabia Saudita, que para los argentinos hará historia porque su entrenador, el rosarino Pizzi, será el primer técnico de esta nacionalidad en afrontar un partido inaugural de un Mundial (enfrentará al local, Rusia, el 14 de junio) después de que Adolfo Pedernera lo hiciera en Chile 1962, enfrentando al local como entrenador de Colombia. Arabia Saudita es el equipo con peor ranking de los que se han clasificado, pero los partidos de los "Halcones Verdes" siempre mostraron equipos ofensivos, en los que el sistema 4-3-3 que había impuesto desde Alemania 2006 el holandés Bert Van Marwijk se trasladó a otro argentino, Edgardo Bauza, después de que se consumara la clasificación para Rusia y Van Marwijk se marchara a su casa.
Pero con ese sistema que le era impropio el Patón duró solamente dos meses en el cargo, en el que condujo al equipo en cinco amistosos antes de ser despedido tres días antes del sorteo de la Copa del Mundo para ser reemplazado inmediatamente por Pizzi.
Todo lo contrario ocurre con la selección de Egipto, a la que le cae bien replegarse, defender y contraatacar, características innatas de un entrenador como Héctor Cúper. De hecho, en 30 partidos solamente una vez le marcaron más de un gol.
A pesar de llevar a la selección nacional de ese país a la final de la Copa Africana, en la que recibió sólo dos tantos y tuvo un promedio de victorias del 63 por ciento, Cúper ha sido criticado por su estilo defensivo, que contrasta con la presencia en el equipo del máximo goleador de competencias europeas, el atacante del Liverpool Mohamed Salah. El extremo goleador participó en siete de los ocho goles que convirtió el equipo en la clasificación a la Copa del Mundo, incluyendo el decisivo para esa conquista. Esto mejoró la imagen de Cúper.
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