Con la misma contundencia con que lo hizo a través del escrito que firmó junto a los otros obispos cordobeses, el prelado local, Samuel Jofré Giraudo, rechazó la intención de despenalizar el aborto, incluso en la misma línea que ya se le escuchó durante el tedeum por el 9 de julio. Esto es sumar fundamentos legales y jurídicos a su postura, además de los esperables vinculados con la fe que profesa.
“Las leyes argentinas dicen que desde el momento de la concepción hay una persona, por lo tanto no respetarla es un olvido muy grave de los derechos humanos más elementales, y sería una falta de seriedad completa decir que hay derechos humanos para algunos y para otros no, y más graves si es para los más débiles”, sentenció.
Y sostuvo que hay una mentira que se dice sobre el alcance de esos derechos. “Me parece que hay otra mentira cuando se dice que no hay ningún derecho que sea absoluto. El derecho a la vida inocente es absoluto”, ratificó.
Consideró que si se quisiera avanzar sobre la despenalización “tendría que plantearse seriamente que no hay una persona” desde el momento de la concepción. “Pero en esto Argentina tiene una de las mejores leyes del mundo. La mayoría de los países abortistas no tienen el reconocimiento de la vida desde la concepción”, agregó.
Y en ese punto recordó la sentencia que en 1973 abrió la puerta a la despenalización del aborto en Estados Unidos, el caso Roe contra Wade, a través del cual la Corte Suprema de ese país lo definió en fallo dividido de 7 contra 2.
El obispo señaló que ese fallo “dice expresamente que se puede hacer porque no se sabe cuándo empieza la persona, si se supiera habría que respetarla. Argentina sí lo sabe, lo saben las leyes y de máximo nivel, entonces ser incoherentes con eso es una falta de madurez cívica muy grave y una falta de respeto muy seria a la Constitución Nacional”.
“Hay falta de amor a la vida”
Por otra parte, Jofré precisó que “toda esta discusión es una falta de madurez cívica, empezando desde el mismo momento en que el Presidente habilita un tema para el debate. El Congreso no necesita (que lo habiliten), entonces ya es una falta de madurez”.
Y agregó: “Un tema tan grave no planteado en las elecciones para nadie suena a un acuerdo de dirigentes a la espaldas del pueblo que no se pudo pronunciar seriamente en la temática”.
También apuntó que además hay “un problema cultural y espiritual de fondo”.
“Hay falta de amor a la vida, una persona que no tiene la ilusión de trasmitir la vida a otros, esto se ve también para la anticoncepción y la falta de voluntad de tener hijos de los jóvenes: falta de entusiasmo vital, falta de amor a la vida. Nosotros estamos convencidos de que la vida vale la pena, y vale la pena comunicarla y sacrificarnos para que otros tengan vida”.
“Entonces, que propongan matarla es un pesimismo vital espantoso, es un suicidio colectivo, es una persona que dice que la vida no vale la pena, eso nos entristece”, precisó.
Y cerró: “Aunque el debate sea jurídico, es de fondo cultural y espiritual”.
“Que nos encontremos”
“Recemos para tener esta libertad y esta alegría interior que Dios nos da de la amistad con él, y por nuestra Patria, para que nos encontremos los argentinos, nos reconciliemos y protejamos a todos los más débiles, desde el primer momento de la concepción”, apuntó el obispo Samuel Jofré Giraudo.
Mariana Corradini. Redacción Puntal Villa María.
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Y sostuvo que hay una mentira que se dice sobre el alcance de esos derechos. “Me parece que hay otra mentira cuando se dice que no hay ningún derecho que sea absoluto. El derecho a la vida inocente es absoluto”, ratificó.
Consideró que si se quisiera avanzar sobre la despenalización “tendría que plantearse seriamente que no hay una persona” desde el momento de la concepción. “Pero en esto Argentina tiene una de las mejores leyes del mundo. La mayoría de los países abortistas no tienen el reconocimiento de la vida desde la concepción”, agregó.
Y en ese punto recordó la sentencia que en 1973 abrió la puerta a la despenalización del aborto en Estados Unidos, el caso Roe contra Wade, a través del cual la Corte Suprema de ese país lo definió en fallo dividido de 7 contra 2.
El obispo señaló que ese fallo “dice expresamente que se puede hacer porque no se sabe cuándo empieza la persona, si se supiera habría que respetarla. Argentina sí lo sabe, lo saben las leyes y de máximo nivel, entonces ser incoherentes con eso es una falta de madurez cívica muy grave y una falta de respeto muy seria a la Constitución Nacional”.
“Hay falta de amor a la vida”
Por otra parte, Jofré precisó que “toda esta discusión es una falta de madurez cívica, empezando desde el mismo momento en que el Presidente habilita un tema para el debate. El Congreso no necesita (que lo habiliten), entonces ya es una falta de madurez”.
Y agregó: “Un tema tan grave no planteado en las elecciones para nadie suena a un acuerdo de dirigentes a la espaldas del pueblo que no se pudo pronunciar seriamente en la temática”.
También apuntó que además hay “un problema cultural y espiritual de fondo”.
“Hay falta de amor a la vida, una persona que no tiene la ilusión de trasmitir la vida a otros, esto se ve también para la anticoncepción y la falta de voluntad de tener hijos de los jóvenes: falta de entusiasmo vital, falta de amor a la vida. Nosotros estamos convencidos de que la vida vale la pena, y vale la pena comunicarla y sacrificarnos para que otros tengan vida”.
“Entonces, que propongan matarla es un pesimismo vital espantoso, es un suicidio colectivo, es una persona que dice que la vida no vale la pena, eso nos entristece”, precisó.
Y cerró: “Aunque el debate sea jurídico, es de fondo cultural y espiritual”.
“Que nos encontremos”
“Recemos para tener esta libertad y esta alegría interior que Dios nos da de la amistad con él, y por nuestra Patria, para que nos encontremos los argentinos, nos reconciliemos y protejamos a todos los más débiles, desde el primer momento de la concepción”, apuntó el obispo Samuel Jofré Giraudo.
Mariana Corradini. Redacción Puntal Villa María.