En ese listado, que tiene en su poder el Juzgado federal y que fue solicitado por el Ministerio de Salud de Córdoba, aparecen cuatro instituciones de la salud privadas que tienen algún tipo de vínculo con esta ciudad.
Por ejemplo, figuran la Clínica de Ojos Romagosa, centro privado que cuenta con sedes en Córdoba Capital y Villa María; y también el Sanatorio de la Cañada, institución que, al igual que la antes mencionada, tiene centros de salud en la capital cordobesa, Río Tercero, Cosquín y Villa María.
Pero además figuran otras dos: la Clínica Gregorio Marañón, ubicada sobre calle Catamarca al 1300, y la Clínica de Especialidades, emplazada también en el centro villamariense, sobre calle Corrientes al 700.
Qué dijeron desde Romagosa y el Sanatorio de la Cañada
Este medio hizo consultas con cada una de las instituciones que aparecían en la lista y que tenían sede en Villa María.
Fue en ese marco que un periodista de este matutino se acercó a la Clínica de Ojos Romagosa, que funciona sobre calle 9 de Julio 283, desde donde se dijo que, al menos en esta ciudad, no utilizaban fentanilo.
A respecto, pudo ofrecer más precisiones Ignacio Escutti, secretario de la Asociación de Clínicas de Córdoba (CLISA) y director de la Clínica Romagosa, quien en diálogo con Perfil Córdoba reconoció que “unas 300 dosis (de fentanilo) están en poder de la clínica”, destacando que no se registraron casos relacionados a las bacterias que están bajo investigación y que causaron decesos.
Además, sobre el circuito de compra, explicó: “Uno dice lo que necesita y en base a eso todas las droguerías cotizan. Uno le compra a la droguería el producto que necesita”.
Ante la requisitoria de este matutino, autoridades del Sanatorio de la Cañada de Villa María también hicieron algunas aclaraciones sobre este caso.
Y en ese aspecto, ratificaron: “Tras una exhaustiva verificación de nuestros registros y stock, se confirma que nunca se recibieron, adquirieron ni almacenaron ampollas correspondientes a los lotes mencionados por la autoridad sanitaria. En consecuencia, ninguna de ellas fue utilizada en nuestro establecimiento”.
Desde el sanatorio, además, reafirmaron su compromiso “con la seguridad de los pacientes y el bienestar de toda la comunidad”, aclarando que siempre trabajan adoptando las medidas preventivas y protocolos de control, a los fines de garantizar “una atención segura y de calidad”.
La respuesta de las otras dos clínicas locales
Consultado por lo mismo, el director médico de la Clínica Marañón, Leopoldo Ballarino, confirmó que sí adquirieron fentanilo, fármacos que eran de uso frecuente y que fueron automáticamente sacados de circulación cuando la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) lanzó un alerta diciendo que había lotes contaminados.
Según precisó el facultativo, hace una semana se pusieron a disposición de la Policía Federal, fuerza que visitó el establecimiento médico buscando información, la cual fue suministrada.
En ese momento, autoridades del centro privado brindaron todo tipo de detalles sobre las cantidades de ampollas adquiridas y suministradas, poniéndose a entera disposición de las pesquisas.
Ballarino aseguró que no tuvieron ningún tipo de inconvenientes con los lotes en cuestión, al tiempo que agregó que ese tipo de droga es utilizada de manera habitual por innumerable cantidad de instituciones.
Por su parte, el director de la Clínica Especialidades, Guillermo Abramian, aseguró que cuando la ANMAT prohibió el uso del producto fentanilo HLB /citrato de fentanilo, comercializado en ampollas por 5 ml y correspondientes al lote 31202, con vencimiento de septiembre del 2026, en dicha clínica no había unidades en stock o en uso.
Sin embargo, reconoció que, a raíz de estos hechos que saltaron a la luz, iban a realizar averiguaciones internas tendientes a conocer si en meses anteriores se hicieron compras de esa droga.