El Grupo de Puebla, el foro político y académico de la izquierda de América Latina, el Caribe, España y Portugal, cerrará filas para denunciar lawfare contra Cristina Fernández de Kirchner y entregarle su "apoyo transversal" en un encuentro que se desarrollará el lunes en Buenos Aires, en el que el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta estarán juntos.
Bajo el título "Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la democracia", el cónclave se desarrollará el lunes, a partir de las 16, en el Centro Cultural Kirchner (CCK) de esta capital, informó en un comunicado el grupo.
Según se indicó, la actividad, impulsada por Alberto Fernández, busca "denunciar el lawfare" (guerra jurídica) contra la dos veces presidenta de la Nación y entregarle el "apoyo transversal" de la organización.
En paralelo, organizaciones políticas, sociales y sindicales están convocando para el mismo día a las 17 a una manifestación a realizarse frente al CCK, bajo consignas como "Basta de la mafia judicial", "Fuera la Corte y los jueces corruptos", o "Restitución de la Ley de Medios ya".
Con la presencia de Fernández y Fernández de Kirchner habrá mesas de debate encabezadas por la vicepresidenta de España, Yolanda Díaz, y los expresidentes Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), José "Pepe" Mujica (Uruguay), José Luis Rodríguez Zapatero (España) y Ernesto Samper (Colombia). También estará el presidente del partido Morena de México, Mario Delgado, y la abogada del Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (CLAJUD), Gisele Ribocom.
El documento denuncia además que "la actual vicepresidenta ha sido víctima de un juicio político orquestado por la derecha con operadores de la Justicia y medios de comunicación para sacarla del debate democrático".
Marco Enríquez Ominami, excandidato a presidente de Chile (en 2009-2013 y 2017) y uno de los líderes regionales fundadores del Grupo de Puebla, juzgó que la implementación del lawfare significa el "robo de la democracia" en la región y opinó que en la condena a la dvicepresidenta de la Nación evidencia un "procedimiento investigativo y acusatorio viciado".
"Con Cristina Fernández de Kirchner es evidente que hay un problema de objetividad. Cualquier sistema acusatorio requiere de la objetividad, y al no haber objetividad todo el procedimiento investigativo y acusatorio está viciado. Eso ocurrió con Cristina", evaluó Ominami sobre el proceso en la causa conocida como "Vialidad".
En esa línea, sostuvo que en el expediente por la obra pública en Santa Cruz hubo "un problema elocuente de vicio procesal que invalida toda posibilidad de defenderse", y agregó: "Los liderazgos no piden ni más ni menos que cualquier vecino, el mismo derecho y la misma garantía procesal".
El también exdiputado por el Partido Socialista analizó que la aplicación sistemática del lawfare en la región supone "la proscripción de un liderazgo transformador, pero, sobre todo, es el robo de la democracia, porque afecta las elecciones" y apoyó su hipótesis en los casos de Brasil, donde dijo "(Jair) Bolsonaro no habría sido presidente si no hubiesen aplicado una viciosa acusación contra el expresidente (y mandatario electo) Luis Inácio Lula da Silva" o en Chile, donde subrayó "(Sebastián) Piñera no habría sido presidente si no me hubiesen inventado a mí 13 acusaciones".