General Deheza.- Los 23 trabajadores de la empresa Gepsa (del Grupo Pilar), dedicada a la elaboración de alimentos para mascotas, fueron sorprendidos ayer con la novedad de que la firma decidió cerrar su planta en esta ciudad. La fábrica, para adoptar esta medida, argumentó problemas en el alquiler del predio y despidió a todo su personal.
En medio de la conmoción, los trabajadores reaccionaron y decidieron tomar las instalaciones y bloquear las salidas, al tiempo que dudaron del argumento del grupo empresarial, y consideraron que sólo es una maniobra para liquidar la firma.
“Vienen teniendo problemas para liquidar sueldos, han achicado personal en otras plantas, por lo que no creemos que sólo sea un problema de alquiler”, dijo a PUNTAL Jorge Beltramo, delegado del gremio Uoma.
Aunque no tenían aún sus telegramas en mano, los trabajadores fueron informados por representantes de la firma sobre el despido masivo, y una propuesta para liquidar las indemnizaciones que ya fue rechazada.
“Nos proponen pagarnos la indemnización en cuotas, en cheques y a seis meses. Nosotros queremos todo junto. Por eso hemos tomado la planta y bloqueamos todos los ingresos y egresos para evitar que se lleven la producción y vacíen las instalaciones”, precisó el representante de los trabajadores.
La firma Gepsa, del grupo Pilar, fabrica en sus instalaciones de Deheza alimentos balanceados para mascotas y opera aquí desde hace más de una década. El predio que ocupan, de una manzana, es alquilado. Justamente, bajo el argumento del costo que le insume ello, es que deciden cerrar. La producción mensual que tenía esta planta rondaba los $20 millones, según los trabajadores
“La propiedad es de un señor Zárate que es de Córdoba, Gepsa alquila el predio. Según nos dicen desde la empresa este hombre no quiere renovar el contrato de alquiler. Nosotros no creemos esa explicación. Desde nuestro gremio en Buenos Aires nos informan que este grupo está desmantelando de a poco sus empresas. En Buenos Aires despidieron obreros y está interviniendo el Ministerio de Trabajo. Todo lo que es administración lo movieron a Córdoba; en Guatimozín donde tenían un fasón cerraron”, detalló Beltramo.
Reclamo por indemnizaciones
El delegado explicó que ayer cuando llegaron a la planta fueron notificados de cambios de turnos y además de la decisión de despido de todo el personal. “Decidimos entonces quedarnos acá y tomar la planta. Además bloqueamos todas las salidas para que no se lleven la producción que hay ni los insumos”. El temor de los trabajadores es que vacíen las instalaciones y no puedan cobrar sus indemnizaciones.
Sobre esto último, indicó que la firma propone pagar en cuotas y con cheques. “Nosotros queremos que sea liquidado todo junto”, reclamó el gremialista.
El plantel de personal está conformado por 23 trabajadores de General Deheza, Las Perdices y Cabrera. “Algunos habían trabajado antes con esta firma y después de un problema ocurrido hace unos años, le pidieron que renunciaran y los volvieron a tomar. Por eso, los más viejos tenemos 5 años de antigüedad”, precisó el delegado.
Ayer, Beltramo pidió mantener una reunión con el gerente de la firma, Oscar Oviedo, que se encontraba en Deheza. “Él es el nexo que tenemos con la empresa, pero no nos atendió. Nosotros esperaremos, pero no nos moveremos de acá. Queremos que el jueves vengan los accionistas a hablar. Si esto no ocurre, convocaremos al Ministerio de Trabajo”, advirtió Beltramo.
Problemas de higiene
El delegado de los trabajadores de Deheza sostuvo que la firma venía trabajando con serias falencias, de higiene y seguridad. “No nos daban ropas, las instalaciones tienen riesgo de desprendimiento de vigas. Reclamamos en varias ocasiones, pero, ante la falta de respuesta, priorizábamos cuidar las fuentes laborales”, precisó.
Y advirtió: “Si venía una inspección del Ministerio de Trabajo, la planta estaba para ser clausurada”.
En los últimos tiempos también los trabajadores venían soportando inconvenientes para el cobro de salarios que le eran depositados en entidades bancarias de otras ciudades.
“Una ley dice que los sueldos deben ser depositados en bancos a no más de 10 kilómetros de la fábrica. Esta gente había trasladado los depósitos al banco Superville con sede en Villa María y Río Cuarto. Teníamos que viajar para cobrar por caja, y nunca nos cubrieron los gastos que eso nos generaba”, declaró.
Beltramo sostuvo que de hace un mes a esta parte la situación comenzó a enrarecerse y desde el gremio en Buenos Aires advirtieron sobre posibles despidos o cierres. “Notifiqué a la gente para que estuviera alerta. Hoy finalmente, decidimos tomar la planta y organizamos por turnos para mantenernos acá bloqueando las salidas. Nos empezamos a alistar para que no vacíen la planta”, concluyó
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“Vienen teniendo problemas para liquidar sueldos, han achicado personal en otras plantas, por lo que no creemos que sólo sea un problema de alquiler”, dijo a PUNTAL Jorge Beltramo, delegado del gremio Uoma.
Aunque no tenían aún sus telegramas en mano, los trabajadores fueron informados por representantes de la firma sobre el despido masivo, y una propuesta para liquidar las indemnizaciones que ya fue rechazada.
“Nos proponen pagarnos la indemnización en cuotas, en cheques y a seis meses. Nosotros queremos todo junto. Por eso hemos tomado la planta y bloqueamos todos los ingresos y egresos para evitar que se lleven la producción y vacíen las instalaciones”, precisó el representante de los trabajadores.
La firma Gepsa, del grupo Pilar, fabrica en sus instalaciones de Deheza alimentos balanceados para mascotas y opera aquí desde hace más de una década. El predio que ocupan, de una manzana, es alquilado. Justamente, bajo el argumento del costo que le insume ello, es que deciden cerrar. La producción mensual que tenía esta planta rondaba los $20 millones, según los trabajadores
“La propiedad es de un señor Zárate que es de Córdoba, Gepsa alquila el predio. Según nos dicen desde la empresa este hombre no quiere renovar el contrato de alquiler. Nosotros no creemos esa explicación. Desde nuestro gremio en Buenos Aires nos informan que este grupo está desmantelando de a poco sus empresas. En Buenos Aires despidieron obreros y está interviniendo el Ministerio de Trabajo. Todo lo que es administración lo movieron a Córdoba; en Guatimozín donde tenían un fasón cerraron”, detalló Beltramo.
Reclamo por indemnizaciones
El delegado explicó que ayer cuando llegaron a la planta fueron notificados de cambios de turnos y además de la decisión de despido de todo el personal. “Decidimos entonces quedarnos acá y tomar la planta. Además bloqueamos todas las salidas para que no se lleven la producción que hay ni los insumos”. El temor de los trabajadores es que vacíen las instalaciones y no puedan cobrar sus indemnizaciones.
Sobre esto último, indicó que la firma propone pagar en cuotas y con cheques. “Nosotros queremos que sea liquidado todo junto”, reclamó el gremialista.
El plantel de personal está conformado por 23 trabajadores de General Deheza, Las Perdices y Cabrera. “Algunos habían trabajado antes con esta firma y después de un problema ocurrido hace unos años, le pidieron que renunciaran y los volvieron a tomar. Por eso, los más viejos tenemos 5 años de antigüedad”, precisó el delegado.
Ayer, Beltramo pidió mantener una reunión con el gerente de la firma, Oscar Oviedo, que se encontraba en Deheza. “Él es el nexo que tenemos con la empresa, pero no nos atendió. Nosotros esperaremos, pero no nos moveremos de acá. Queremos que el jueves vengan los accionistas a hablar. Si esto no ocurre, convocaremos al Ministerio de Trabajo”, advirtió Beltramo.
Problemas de higiene
El delegado de los trabajadores de Deheza sostuvo que la firma venía trabajando con serias falencias, de higiene y seguridad. “No nos daban ropas, las instalaciones tienen riesgo de desprendimiento de vigas. Reclamamos en varias ocasiones, pero, ante la falta de respuesta, priorizábamos cuidar las fuentes laborales”, precisó.
Y advirtió: “Si venía una inspección del Ministerio de Trabajo, la planta estaba para ser clausurada”.
En los últimos tiempos también los trabajadores venían soportando inconvenientes para el cobro de salarios que le eran depositados en entidades bancarias de otras ciudades.
“Una ley dice que los sueldos deben ser depositados en bancos a no más de 10 kilómetros de la fábrica. Esta gente había trasladado los depósitos al banco Superville con sede en Villa María y Río Cuarto. Teníamos que viajar para cobrar por caja, y nunca nos cubrieron los gastos que eso nos generaba”, declaró.
Beltramo sostuvo que de hace un mes a esta parte la situación comenzó a enrarecerse y desde el gremio en Buenos Aires advirtieron sobre posibles despidos o cierres. “Notifiqué a la gente para que estuviera alerta. Hoy finalmente, decidimos tomar la planta y organizamos por turnos para mantenernos acá bloqueando las salidas. Nos empezamos a alistar para que no vacíen la planta”, concluyó