En lo que va del año acumula un alza del 107% y en la comparación interanual alcanzó el 193%.
La división de mayor aumento en octubre fue vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (5,4%), por las subas en alquiler y gastos conexos; electricidad, gas y otros combustibles y suministro de agua, seguida de prendas de vestir y calzado (4,4%).
La que tuvo mayor incidencia fue restaurantes y hoteles (4,3%) en las regiones Gran Buenos Aires y Noroeste, mientras que en Noreste, Cuyo y Patagonia, fue vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (5,4%). Por último, en Pampeana, la mayor incidencia se presentó en alimentos y bebidas no alcohólicas (1,2%), donde se destacaron los aumentos de pan y cereales; carnes y derivados, y frutas.
Las dos divisiones que registraron las menores variaciones en octubre de 2024 fueron transporte (1,2%) y alimentos y bebidas no alcohólicas (1,2%).
A nivel de las categorías, el IPC núcleo (2,9%) lideró el incremento, seguida de los regulados (2,7%), mientras que los estacionales aumentaron 1,4%.
El Ministerio de Economía destacó que “la inflación núcleo fue la menor desde septiembre de 2020, en tanto la general fue la más baja desde noviembre de 2021”.
Asimismo, esta última fue un tercio de la inflación registrada en octubre 2023 (8,3%), y la más baja para un mes de octubre desde 2017.
La variación interanual del IPC nacional fue de 193%, siendo el sexto mes consecutivo de desaceleración en la comparación con igual mes del año anterior.
“Para analizar la dinámica del proceso de desinflación y extraer tendencias más allá de la volatilidad de corto plazo, resulta útil analizar el comportamiento de las medias móviles de las variaciones del IPC. Tal cual viene ocurriendo desde marzo, este análisis es consistente con una profundización en el proceso de desinflación. La media móvil de tres meses fue de 3,4% mensual, el menor registro desde enero de 2022, en tanto la de 6 meses fue de 3,9% mensual, el ritmo más bajo desde febrero de 2022”, destacó Economía.
Alimentos y bebidas
El rubro alimentos y bebidas, clave para la inflación, subió solo 1,2% en octubre, muy por debajo del índice general, y permitió traccionar a la baja los precios.
Si bien por razones estacionales hubo alzas muy fuertes, del 76% en el caso de limón, y del 36% en el del zapallo anco, el resto mostró estabilidad o incluso disminución en los valores.
Hubo baja del 1,6% en el caso de la harina de trigo, del 1,4% en fideos secos, del 0,2% en la paleta, del 0,3% en la nalga, del 0,2% en el cuadril, del 0,3% en la carne picada y del 0,7% en el pollo entero.
En tanto, el precio del pan francés subió 2,4%, por debajo del índice general, mientras que el asado se apreció 2,9%.
Los embutidos subieron por encima del índice general: la salchicha tipo Viena 3,2%, el jamón cocido 2,5%, el salchichón 4,1% y el salame 4,1%.
En tanto, el aceite de girasol subió 5,1%, la leche fresca entera 2,4%, la leche en polvo bajó 2,5% y también retrocedió el queso cremoso 0,2%.
La manteca no mostró variaciones, mientras el dulce de leche subió 1,3% y el yogur firme 3%.
Experimentaron alzas los huevos de gallina, 6,7%, la manzana deliciosa, 2,6% y la naranja, 3,7%.
También subieron la papa, 5,1% y la batata, 3,7%, pero bajaron la banana, 2,7%, la cebolla, 18,9%, la lechuga, 15,2% y el tomate redondo, 4%.
El azúcar bajó 1,5%, pero la sal fina subió 5,8%.
Las gaseosas de base cola subieron 4,8% y el agua sin gas 4,1%.
El café molido subió 3,1% y la yerba mate 0,2%.
El Gobierno celebró la nueva baja del costo de vida.
Cuatro economistas creen que seguirá cayendo en 2025
Los economistas Daniel Artana (Fiel), Miguel Kiguel (Econviews), Hernán Lacunza (Empiria) y Enrique Szewach se mostraron optimistas en el análisis de la evolución de la inflación para el año próximo.
Así lo manifestaron en el congreso anual de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (Fiel) que se realizó en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. También coincidieron en la política fiscal, como la base del ordenamiento que logró el Gobierno.
Artana señaló que si bien la baja de los precios se va a sostener, no llegará tan rápidamente a la línea del crawling peg fijado por el gobierno nacional.
"Para mí va a estar por arriba del 2,2%, por los precios relativos y por una suba adicional al incremento de combustible, y eso le va a agregar ruido a la inflación", dijo.
"El Gobierno va a reducir el ritmo del crawling peg y será el año próximo menor del 2%", añadió.
Por su parte, Kiguel aseguró que para evaluar el "éxito" hace falta tiempo, pero remarcó que "el plan viene bien. El país está cambiando, hay un apoyo al plan que es distinto".
Asimismo, admitió que aún falta definir un régimen cambiario y que el "desafío es el aumento de las reservas, al tiempo que subrayó que "hay motivos para el optimismo pero no hay que dormirse en los laureles".
Kiguel definió el programa del Gobierno como el "plan peluca", que -aseguró- será materia de estudio. "Lo central es que tiene ancla fiscal, es el elemento más importante del plan. Y también tiene el ancla nominal que ha sido el tipo de cambio oficial".
"La inflación va a tender a bajar", coincidió Kiguel y remarcó que los dos desafíos son la salida del cepo y el nivel de las reservas.
En tanto, Lacunza aseguró que el año próximo la inflación va a estar en el 50 por ciento, con lo cual habrá reducido a la mitad de la inflación con la que cerrará el corriente año.
Por otro lado, consideró que con el ancla fiscal como meta aún "no estamos al borde de bajar impuestos" como prometió el Gobierno "y si lo hiciera sería una imprudencia", agregó.
Aseguró que esta situación provoca que aún "no se esté ganando competitividad. La cuenta corriente cambiaria ya muestra déficit anualizado", advirtió.
A su turno, Szewach coincidió con el análisis de sus colegas, pero advirtió que el superávit fiscal no alcanza para cubrir todos los vencimientos de deuda.