Villa María | inquilinos | reclamos | viviendas

Crecen las denuncias de inquilinos por problemas en propiedades en alquiler

"El tema de la vivienda es recurrente", sostiene Alicia Peressutti. Si bien dijo que también hay quejas por parte de propietarios, la mayoría son de inquilinos, principalmente en los primeros meses de contrato, o al final del convenio

El incendio ocurrido días atrás en un departamento ubicado en una torre de calle Alem sirvió para renovar reclamos por parte de inquilinos sobre situaciones que padecen desde hace un tiempo y no encuentran solución. Desde los inconvenientes que ocurren con el servicio de agua –el edificio tiene una deuda con la Cooperativa- hasta el funcionamiento de los ascensores, sólo por citar algunos de los hechos denunciados por los vecinos.

Pero ante ello aparecieron inquilinos de otros complejos o viviendas particulares que ventilaron situaciones irregulares que terminan generando diferencias entre ellos y los propietarios. De hecho, los inconvenientes por humedad o el desperfecto en las instalaciones son habituales, incluso con reclamos que culminan en la Defensoría del Pueblo a la espera de una solución.

En el edificio de calle Chile siempre se busca “el consenso”, según admite Alicia Peressutti, titular del espacio que de manera permanente recibe planteos tanto de inquilinos como de propietarios. “Siempre hay reclamos por los lugares que se alquilan y después no están, según los inquilinos, en condiciones”, sostiene la auditora en diálogo con este medio.

Y de hecho, en la recorrida por inmobiliarias se pudo conocer que de manera habitual existen reclamos de parte de quienes alquilan, muchos de los cuales se logran solucionar a la brevedad y sin necesidad de intervención de otras partes más allá de las involucradas. Peressutti entendió que las audiencias que efectúan siempre apuntan “a mejorar la vida de las personas”, reconociendo que gran parte de los planteos provienen de inquilinos.

“Siempre existen reclamos, en algunos casos de propietarios que alquilan de manera directa y después se encuentran con planteos de vecinos sobre los inquilinos. El tema de la vivienda es recurrente en la Defensoría, porque escuchamos a todo el mundo. Hay gente que alquiló de buena fe, pero la otra parte no tenía las garantías entonces se termina generando una situación fea. De igual manera, la mayor parte de los reclamos proviene de los inquilinos”, remarcó.

Al principio del contrato

“Está claro que mucha gente alquila en la ciudad, y muchas veces un solo propietario tiene varias viviendas. La mayoría de los reclamos surgen en los primeros 6 meses de contrato, donde una persona alquiló un espacio que creía estaba en condiciones, y a los 3 meses le aparecen problemas de humedad, u otros inconvenientes”, insistió.

Abordada sobre si los reclamos son más recurrentes en complejos que en viviendas particulares, Peressutti indicó que “se dan casos en edificios, algunos con muchos años, pero también en viviendas”.

Otro de los inconvenientes que suele demandar la intervención del personal de la Defensoría es cuando el inquilino debe entregar la llave de la propiedad. “Cuando la gente firma muchas veces no lee la letra chica, entonces al finalizar el contrato esa persona se comprometió a pagar la mano de obra de pintura y demás, lo que tiene un costo, pero además tiene los gastos de la mudanza hacia otro lugar”, recalcó.

Si bien entendió que “para el propietario el alquiler siempre es poco, pero para quien tiene que pagar es muchísimo. Entonces el planteo surge cuando la gente muchas veces no puede pagar esa mano de obra y plantea hacer el trabajo ellos mismo, lo que termina generando un inconveniente en la entrega de la llave”. Insistió en que desde la Defensoría se busca “que nadie salga perjudicado. Generalmente con las inmobiliarias no hay problemas, asisten y le buscamos la vuelta, pero también hay veces que necesitamos de varias audiencias porque no se logra un acuerdo. La intención es que las dos partes queden conformes, y principalmente que no se molesten a las garantías del inquilino”.

Esa situación que se busca evitar, la de alertar a quienes firmaron como garantías, radica en que muchas veces el inquilino va a disponer de esas mismas garantías para un nuevo contrato de alquiler, “entonces si es un familiar o un compañero de trabajo, piden no molestarlo porque si se mudan van a necesitar que ellos firmen en la otra vivienda”. Peressutti destacó ante esta situación que se repite prácticamente de manera diaria “la función de la Auditoría, porque ante cualquier la gente se debe llegar para que podamos conversar y conciliar entre las partes”.

“Casi siempre la gente tiene la mejor fe e intención, lo que sucede son otras cuestiones que tienen más que ver con los medios y la disponibilidad de recursos” acotó con relación a la imposibilidad en muchos de los casos del cumplimiento de lo pautado por parte de los inquilinos.

Además de estos planteos, Peressutti reconoció que en el espacio que lidera también se reciben consultas sobre contratos, con gente que asiste para conocer detalles antes de firmar el documento. “Los revisamos y hablamos con la gente sobre qué va a firmar, explicándole muchas veces de manera más simple”, cerró diciendo.