Los inversores, que esperan definiciones clave vinculadas al salvataje financiero de Estados Unidos -podría alcanzar los US$ 40.000 millones-, no detienen el apetito por la divisa, ante la expectativa de un cambio de régimen cambiario poselecciones.
En medio de este panorama, el dólar mayorista aumentó $22 a $1.402, con un máximo intradiario de $1.430, y con un volumen operado en torno de US$ 676 millones, menor al de la rueda previa, que se ubicó cerca de los US$ 750 millones, según las fuentes del mercado.
Faltando pocos minutos para el cierre, y con la divisa alcanzando los $1.430, el Tesoro de Estados Unidos apareció con ventas directas, a través de un banco privado de origen estadounidense (en el mercado hablan del Citi), barriendo posiciones compradoras y provocando un cierre muy por debajo de los niveles operados durante gran parte del día, en $1.402, comentaron desde una mesa de operaciones.
El economista Gustavo Ber comentó que "existe expectativa por conocer la estrategia de las intervenciones en el mercado cambiario, tanto antes como después de las elecciones, y cómo encuadraría con una postura oficial de compra de reservas".
Mientras tanto, el dólar en el Banco Nación subió $20 a $1.425 para la venta, tras tocar un máximo intradiario de $1.440. En el promedio general que realiza el Banco Central dentro del segmento minorista, la cotización marcó $1.441,97.
Por su parte, los dólares financieros también subieron con fuerza. El dólar MEP ascendió 2,2% hasta $1.473,52, mientras que el contado con liquidación trepó 2%, hasta $1.491,34. Y el dólar blue subió $20 hasta $1.460 para la venta.
Los contratos de dólar futuro, que arrancaron la rueda con operaciones a la baja de manera generalizada, con el correr de la jornada se dieron vuelta y cerraron con incrementos en todos los plazos.
Se negociaron cerca de US$ 1.280 millones, y el contrato de fin de mes cerró en $1.439,50, con una tasa nominal anual implícita del 65%. Los principales avances se registraron en los tramos más largos, como fue el caso de los contratos de abril del próximo año, que subieron 1,3%, hasta $1.700.
Volatilidad persistente
Todo ocurre en un contexto de marcada volatilidad, con movimientos bruscos no sólo en el tipo de cambio sino también en las tasas de corto plazo: las de caución y Repo llegaron a superar el 100%. Ayer, la caución cerró en 20%, tras tocar un máximo de 93%.
En este sentido, será clave el comportamiento que tendrán los $2 billones que serán liberados al mercado hoy, luego de que el Tesoro renovara apenas el 45,7% de los vencimientos. "El bajo 'rollover' fue bien recibido por el mercado y debería contribuir a quitarle presión a las tasas cuando liquide la subasta mañana (por hoy)", plantearon los analistas de PPI en su informe diario.
En este marco, las próximas jornadas serán decisivas para anticipar los próximos movimientos, aunque por ahora los anuncios no logran disipar el clima de incertidumbre que domina la plaza sobre el futuro del esquema cambiario después de las elecciones del 26 de octubre.
Hasta antes de la intervención del Tesoro de Estados Unidos el jueves de la semana pasada, la expectativa de una devaluación tras las elecciones era prácticamente un consenso de mercado. Sin embargo, la venta de dólares por parte del organismo a cargo de Bessent, y el dato de que incluso abrió una cuenta para operar en el mercado de futuros, despertó la duda sobre si habrá una devaluación luego del 26 de octubre.
Pese a que el ministro Caputo ratificó la continuidad del actual esquema de bandas, la city ve un escenario incierto. "Más allá de las subas y bajas, lo cierto es que el mercado sigue descontando que más temprano que tarde el esquema de las bandas cambiaria quedará obsoleto", planteó la consultora LCG en su informe de ayer.
"Dicho en términos coloquiales, pocos querrían ‘ponerse de frente‘ con el Tesoro del país dueño de la máquina de imprimir dólares. No obstante, es difícil imaginar que la asistencia de Washington tenga como objetivo principal atrasar el tipo de cambio. Conviene recordar que el Fondo Monetario Internacional solicitó al país la compra de reservas, lo que sugiere que el nivel actual del tipo de cambio podría ser transitorio", detalló el analista y asesor financiero Mariano Monferini.
Los bonos y ADR retrocedieron hasta 3,6 por ciento
Los bonos en dólares tuvieron ayer mayoría de bajas pese al anuncio del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, quien el miércoles adelantó un paquete de financiamiento extra por US$ 20.000 millones del sector privado, mientras se mantiene la toma de cobertura en el mercado a poco más de una semana de las elecciones legislativas. En renta variable, el índice S&P Merval de la Bolsa porteña medido en dólares cayó más de 1%, mientras los ADR terminaron en rojo en Wall Street.
El mercado tuvo otra jornada de marcada volatilidad, atento a los próximos anuncios relacionados con el auxilio de Estados Unidos a la Argentina.
De esta forma, los títulos en dólares, que llegaron a escalar hasta 1% en la rueda, cedieron hasta 2%, encabezados por el Global 2041 y el Bonar 2035, seguido por el Bonar 2038 (-1,7%). Así, el riesgo país se consolidó por encima de los 1.000 puntos básicos.
"El gobierno de Milei necesita hacer una próxima buena elección legislativa para lograr tener poder político de peso y así realizar las reformas estructurales que viene prometiendo desde el inicio de su mandato, tanto en lo laboral, en lo impositivo, como en las inversiones", dijo un analista desde Bull Market Brokers. Añadió que "para realizar estas reformas de fondo es fundamental que tenga peso en el Congreso, más allá del consenso político que necesitará para afrontar sus últimos dos años de gestión".
Mientras, los ADR de empresas argentinas que cotizan en Wall Street cerraron con mayoría de bajas, encabezadas por Edenor (-3,6%), Ternium (-2,9%) y Pampa Energía (-1,7%). En el otro extremo, solo avanzaron los papeles de Telecom (+2,8%) y BBVA (+0,5%).
A su vez, la Bolsa porteña ascendió un 0,9% en pesos, aunque medido en moneda dura retrocedió 1,1% hasta los 1.293 puntos.