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"Me preparé para este sueño"

Tomás Alassia dejó de correr por las bandas en Asociación Española y partió a Italia. "Jugaré en Castelluccio. En enero estuve a punto de irme a Grecia, pero la pandemia lo frustró. Siempre trabajé como un profesional"

Tomás Alassia es un futbolista con una fe que mueve montañas.

Debutó en Asociación Española en 2018, y ayer al mediodía viajó a Italia para cumplir su sueño de ser profesional. Con 21 años, tiene muy claro que “es una oportunidad que no quiero dejar escapar. Luché para superar varias pruebas en clubes del país, pero ahora apareció este tren, y me voy a subir”.

El hijo del boxeador Jorge “Popy” Alassia afirmó que “Dios me mantuvo firme y con fe para seguir luchando y soñando. De allí surgen las fuerzas cuando parece que ya no las hay”.

Nunca bajó los brazos. “He jugado en todos los puestos, salvo como lateral izquierdo. Hasta atajé una vez en el baby fútbol”.

Explica que “jugaba de enganche en las inferiores, pero probé en varios equipos como Banfield o Vélez, y veía que los rivales eran más altos y fuertes que yo. Por eso escuché a quienes me dijeron que podía mejorar mis condiciones físicas y jugar en otros puestos”.

Añade que “ahora puedo hacerlo por adentro, porque conozco el puesto de enlace, como creativo, pero también puedo hacer la banda, jugar por los dos costados, porque con un profesor particular mejoré mi velocidad, mi potencia y en Española terminé jugando como volante o extremo”.

Remarca que “el sueño nunca se perdió. Estoy en una edad justa para intentarlo. Mi familia me apoyó, y Española me dio la libertad de acción, para acompañarme en esta travesía en Italia”.

Del club “gallego” dijo que “es mi segunda casa. Juego desde el baby, si bien empecé en Los Campeadores, jugué en All Boys y luego dos años en Española, donde hice las inferiores y me consolidé en primera desde 2018, cuando debuté”.

A Italia por un sueño

Con respecto a la posibilidad de jugar en el fútbol italiano dijo: “El sábado a la noche estaré en Italia”.

Agregó que “voy a Castelluccio, cerca de Roma. Está en la provincia de Potenza, en la región de Basilicata. Todo surgió a partir de un vídeo que subí a las plataformas digitales, y tuve varias propuestas en el exterior. Opté por esta, porque me gustó el lugar y la propuesta”.

Explicó que “voy tranquilo porque somos dos jugadores argentinos los que recibimos esta propuesta, yo y un pibe de Rafaela que se llama Joaquín Motura”.

Mencionó que “desde el club se contactaron conmigo, les interesó saber que seré comunitario y tenía la posibilidad de firmar un primer contrato en forma más directa. Hay un intermediario, pero no tengo representante”.

Explicó que “el club me mandó una carta de invitación. Para ingresar a Italia siendo extracomunitario, como es mi caso aunque voy a terminar el trámite allá, necesitaba la carta de invitación y el pasaporte. Esa carta que recibí prueba que voy con un precontrato laboral”.

Remarcó que “me despedí del plantel de Española, y me voy con la tranquilidad de haber dado todo en el club, y me ayudaron con el pase. Es mi segunda casa, y saben que voy a volver siempre. Integré el cuerpo técnico en inferiores”.

Señaló que “estuve en 2019/20 en las categorías formativas de novena a cuarta con el profesor Nicolás Aimetta. Linda experiencia”.

Destacó que “en nuestro medio todo se hace a pulmón, y el club me dio una formación. Ojalá pueda devolverle algo con algún ingreso por una futura venta”.

Indicó que “mi familia me apoyó y me brindó los recursos para que vaya por mi sueño. Estoy muy agradecido y ojalá pronto pueda ayudarlos, devolverles todo lo que hacen por mí, y llevarlos a Italia”.

Con la guardia alta, sabe pelearla

Consideró que “me encanta y voy a seguir mis estudios para ser profesor de educación física”.

Resalta que “soy hijo y nieto de boxeadores (Jorge Adrián ‘Popy’ Alassia y Jorge Mario ‘Yuli’ Alassia). Así que de pelear sé (sonríe). Sin guantes, pero voy a pelearla”.

Agregó que “de chico lo vi trabajar y salir a vender a la calle para darnos de comer a sus 4 hijos. Fue profesional en el boxeo (13 triunfos y 3 derrotas), y entiende que voy por mi sueño deportivo. Mi papá sabe que siempre me preparé como un profesional, y entiende que estoy comprometido con esta causa. No hay esfuerzo que no haga por ser futbolista”.

Contó que “soy el más chico, y no llegué a verlo boxear. Mis dos hermanas mayores Mayra y Vanina me cuentan que era bueno, y también Santiago. Mi mamá Estela también me apoyó mucho. Están felices”.

Aclaró que “hay buenas posibilidades. Hablé con el director deportivo del club, y me dijo que hay posibilidades de crecimiento en un club de serie D, que es la cuarta división de Italia”.

Recalcó que “tengo algunos amigos en Italia, y uno es futbolista: Martín Trepat, que está en Rayo Cantabria. También estoy en contacto con Leonel Strumia (milita en el Rigas FC, puntero de la Liga de Letonia), que es un hermano mayor para mí, y me guió mucho”.

Alassia tiene en claro que “ser extranjero te obliga a demostrar más que el resto. Voy sabiendo lo que significa jugar en una Liga competitiva, en la que la pelota no siempre pica bien, y como dijo Willy Caballero nosotros tenemos la picardía del potrero y si nos pegan nos levantamos. Con humildad y trabajo voy a afianzarme”.

Agregó que “me preparé mucho tiempo para esta oportunidad. Sé que estoy en una edad justa (el 11 de julio cumplió 21 años), que tengo fe, humildad y no me faltará esfuerzo”.

Mentalizado para crecer

Aquel enganche de clase 2000 es hoy un “todoterreno” que se predispuso a “crecer. No voy a ver qué pasa, voy a jugar al fútbol. Sé que no es fácil, pero voy a hacer pie en otro país, y a crecer. Diego Valle me dijo que podía mejorar mi juego, pero tenía que animarme a crecer. Aimetta me aconsejó jugar por la banda, me adapté y le agarré el gustito. Hoy sé que me voy a adaptar a lo que me pidan, porque quiero crecer más, y sé que estoy abierto a hacer lo que me pidan”.

Señala que “naturalmente tengo condiciones físicas, y trabajando se mejora. Me esforcé mucho en mejorar la pierna inhábil (es diestro) y eso me permite jugar en las dos bandas, y manejar los dos perfiles. Los DT me ayudaron a entenderlo, porque una vez en Banfield el ‘Flaco’ Bilos me dijo que tenía que explotar mis condiciones físicas, para acompañar lo futbolístico”.

Indicó que “son golpes, pero me sirvió el consejo, porque si tenés condiciones, hay que aprovecharlas al máximo, y hay que adquirir con esfuerzo lo que no te dio la naturaleza, como la altura. Con más potencia, salto y velocidad, se suple. Si te quedás y resignás porque sos bajito, no podés jugar”.

Su fuerte personalidad lo conduce a que “me carguen hasta en mi propia familia. Me animé a jugar de ‘falso 9’, y hasta de central, y hasta mandaba a los grandotes a que me cubrieran la espalda en los tiros de esquina”.

Estimó que “en enero no pude ir a Grecia por las restricciones. No bajé los brazos, jugué todos los partidos del torneo de la Liga en Española, y ahora salió la posibilidad de ir a Italia. No nací en cuna de oro, pero me enseñaron a pelearla, y voy por mi sueño a Italia”.