La reserva Monte Alegre ubicada en zona de Las Acequias es parte de un proyecto de restauración ecológica que impulsa la recuperación del bosque nativo de espinal en el sur cordobés. Los especialistas que forman parte de la propuesta comenzaron con la etapa de educación ambiental orientada a la concientización de jóvenes y niños sobre el papel fundamental de la conservación. En los últimos días visitaron el Instituto Técnico Adrián Urquía de General Deheza para charlar con los alumnos de 2° y 3° año; y luego la escuela Leonila de las Mercedes Lemos de Las Acequias, donde mantuvieron un encuentro con chicos de 4°, 5° y 6° grado. En primavera, los estudiantes podrán hacer un recorrido por el área protegida.
"El monte va a la escuela": concientizan en la región sobre restauración forestal
Especialistas del proyecto de la reserva Monte Alegre visitaron colegios de Las Acequias y Deheza para hablar sobre el trabajo de conservación que realizan. Más adelante, los estudiantes podrán recorrer el área protegida
La ingeniera agrónoma Ana Lund Petersen es asesora técnica e impulsora de la iniciativa para “llevar el monte a la escuela”. “La restauración ecológica en Monte Alegre nos lleva a tomar acciones sobre el ambiente que a veces no son entendidas por la gente, por eso la educación ambiental es fundamental. No solo para concientizar sobre la importancia de sostener las redes de monte y fomentar los corredores biológicos o agrandar la superficie de monte más cuidado sino también para sensibilizar a los chicos y aportar una mirada diferente”, precisó a Puntal.
En este sentido, explicó que este año se arrancó con la idea de llegar a los colegios para “integrar la comunidad a la restauración y buscar distintas formas de sustentar el proyecto”.
La profesional manifestó que la meta central se basa en que “el monte visite la escuela y luego la escuela visite el monte”. “El proyecto consta de dos etapas, una es que Monte Alegre llegue a los alumnos para contarles lo que estamos haciendo, por qué es importante conservar el monte espinal y generalidades sobre la restauración ecológica. Más adelante los recibiremos en una jornada de paseo para que vivencien el monte. Caminaremos el lugar, se hará una merienda a la sombra de los árboles y probablemente se haga alguna actividad de restauración como una plantación, para que de esta manera los chicos conozcan la reserva”, detalló.
“Esto de las escuelas lo incorporamos también por una función social, para trabajar sobre las comunidades desde abajo”, recalcó la ingeniera agrónoma.
Al mismo tiempo indicó que si bien este año se realiza una prueba piloto en la que se propiciarán cuatro visitas escolares a la reserva, el objetivo es extender la experiencia a otros centros educativos de la zona. “La idea es tratar de ampliarlo a más escuelas y a más gente que esté interesada. Buscamos armar un circuito en el que todos los años cada colegio nos visite”, afirmó.
Lund Petersen afirmó que “los procesos de restauración ecológica tienen que incorporar la pata social 100% porque el cómo cuidamos y para qué cuidamos debe surgir de las comunidades. Esta es una iniciativa privada porque hay pocas alternativas desde lo público. Entonces es muy importante que más personas imiten nuestras acciones porque la clave es que se multipliquen”.
La reserva
Monte Alegre está ubicada en un territorio que consta de 100 hectáreas, de las cuales unas 30 serán parte de la reserva, ya que el área presenta una importante degradación. “Están muy invadidas con especies exóticas que es lo que más las deteriora. De esas 30 hectáreas hay unas 5 que están en relativamente buen estado de conservación, donde realmente se puede expresar el monte espinal y ver”, reveló la asesora técnica del proyecto.
En este sentido, dijo que en el espacio se realizan “tareas de restauración para que el monte avance y ocupe cada vez más superficie. Es una tarea ardua y es muy importante transmitir de qué se trata y por qué hacemos lo que hacemos”. Y agregó que “por lo general las plantas exóticas vienen de las ciudades, entonces es clave generar esa conciencia en la población de que ese tipo de especies es conveniente no usarlas más. Tratar de usar otro tipo de vegetación es parte del trabajo que tenemos que hacer para generar una conciencia profunda”.