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Lorrie Moore: "Creo que la soledad siempre estará con nosotros...solo espero que el coronavirus no"

La escritora estadounidense cuenta de su libro "Anagramas", reeditado en Argentina.

Anagramas, la primera novela de la estadounidense Lorrie Moore, que fue publicada hace más de treinta años y Eterna Cadencia reeditó ahora en la Argentina, ilumina la irrupción en el género de una de las narradoras más celebradas del último tiempo, a partir de un texto muy original que despliega las muchas vidas posibles de Benna Carpenter, "un libro móvil con pequeñas historias satelitales", como lo describe la propia autora desde su casa de Nashville, en Estados Unidos.

Con una gran circulación local, que se potenció el año pasado cuando visitó el país para presentar su novela "¿Quién se hará cargo del hospital de ranas?", esta escritora que ha hecho del humor un antídoto literario, construye personajes a los que le pesa la soledad y andan un poco tristes. "La soledad siempre estará con nosotros, solo espero que el coronavirus no lo esté", dice en medio de una pandemia que en su país ya dejó más de 80.000 muertos.

La autora del libro de relatos "Autoayuda", al que se suman apenas otros siete publicados -entre cuentos, novelas y ensayos, también muy consagrados por la crítica-, accedió a responder algunas preguntas por correo electrónico desde su casa de Nashville, donde se encuentra planeando el regreso de verano a Wisconsin, como hace todos los años, con la dificultad de que "se maneja mucho por tierras planas y propensas a los tornados".

Bajo la traducción de Cecilia Pavón, "Anagramas" juega con esa operación que reorganiza las letras y cambia el sentido de la palabra -tan típica de acertijos y crucigramas- y desarrolla una novela no lineal a partir de tres personajes que sí se reconfiguran en las cinco partes que estructuran el libro: su protagonista, Benna Carpenter -a veces cantante, otras profesora de aerobics de adultos mayores o docente universitaria-, su pareja, Gerard; y Eleanor, la amiga leal, la imaginaria o la tercera en discordia.

En la medida en que la novela trata sobre la soledad y las diversas desconexiones entre las personas, seguirá siendo actual. Por supuesto, le falta toda la tecnología que nos ha consumido en las últimas décadas, por lo que puede parecer ciencia ficción emocional para los lectores jóvenes. Y sin embargo, espero que vean algo de sí mismos en las búsquedas de los personajes. En la medida en que la novela trata sobre la soledad y las diversas desconexiones entre las personas, seguirá siendo actual. Por supuesto, le falta toda la tecnología que nos ha consumido en las últimas décadas, por lo que puede parecer ciencia ficción emocional para los lectores jóvenes. Y sin embargo, espero que vean algo de sí mismos en las búsquedas de los personajes.

¿Cuántas vidas caben en una? ¿Cuántas estamos reorganizando, como las letras del anagrama, elecciones y posibilidades, para alterar el significado de nuestra propia existencia? El despliegue narrativo de Lorrie (Nueva York, 1957) en su primera novela publicada originalmente en 1986 indaga en esos interrogantes. En sus palabras: "Pensé en la reorganización como la energía fundamental para la vida misma".

-"Anagramas" es una novela que publicó hace más de tres décadas ¿cómo la lee a la luz de presente?

-En la medida en que la novela trata sobre la soledad y las diversas desconexiones entre las personas, seguirá siendo actual. Por supuesto, le falta toda la tecnología que nos ha consumido en las últimas décadas, por lo que puede parecer ciencia ficción emocional para los lectores jóvenes. Y sin embargo, espero que vean algo de sí mismos en las búsquedas de los personajes.

-Es una novela que rompe con la idea de linealidad porque cada parte refleja vidas posibles de tres personajes ¿qué significó la apuesta por transitar otros senderos a la novela tradicional?

-En lo abstracto, pensé el libro como un móvil: una novela central con pequeñas historias satelitales que brotan de él. Pero una tiene que imponer una secuencia de manera inevitable entre portadas, por lo que el formato es necesario pero no ideal.

-Hay un dicho que dice que siempre se está escribiendo el mismo libro, en el sentido de la identidad de una obra. En "Anagramas" hay recursos, como el del humor, y climas como el de sentirse solo, que también aparecen en otras novelas, marcas de su literatura.

-No creo que los autores se sientan así. Si sintieran que están escribiendo el mismo libro, sería difícil escribir uno nuevo. Siempre sienten que están escribiendo algo nuevo. Quizás no lo sean, o las diferencias no hacen ninguna diferencia.

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-Al igual que la protagonista de la novela, Benna, que está triste y lucha con esa soledad y como se refirió varias veces al componente trágico que de alguna manera todos tenemos en nuestras vidas, ¿en tiempos de pandemia, donde la angustia se generaliza, cree que impactará más ese componente trágico que impone la coyuntura?

-Realmente no puedo responder eso. Creo que la soledad siempre estará con nosotros. Solo espero que el coronavirus no lo esté. Me gustaría verlo reestructurarse a sí mismo y volverse inerte.

-La emergencia sanitaria de la Covid-19 se presentó como una instancia para reformular preguntas acerca del futuro y la posibilidad de imaginar nuevos pactos sociales ¿qué imagina que ocurrirá después del coronavirus?

-En muchos sentidos puede ser un ensayo para algo aún peor. Y entonces es una prueba de nuestras sociedades. Y cuanto más fuertes, es decir, sociedades más igualitarias, lo soportarán mejor. Estados Unidos es un caos, una mescolanza, siempre lo fue. Tiene desigualdades grotescas y una red de seguridad muy endeble. Esto está construido en la misma estructura del gobierno, pero veremos cómo cambia eso.