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Por el rebrote de Covid-19, Pekín canceló más del 60% de sus vuelos y desinfecta mercados y restaurantes

También se dispuso un testeo de trabajadores y funcionarios

China canceló ayer más del 60% de los vuelos en Pekín y la ciudad desinfectará todos sus mercados, restaurantes y universidades y testeará a sus trabajadores y funcionarios por el brote de coronavirus en la capital, un gran revés para un país que había cantado victoria sobre la enfermedad en marzo y un llamado de atención para el mundo sobre la tenacidad del virus.

Las medidas, que suponen un esfuerzo titánico, se anunciaron luego de que la Comisión Nacional de Salud de China informara de 31 nuevos casos de coronavirus en Pekín, por encima de los 27 anunciados el martes, con lo que se elevó a 137 el número de contagios detectados en la capital desde el viernes pasado, la mayoría de ellos vinculados a un mercado de alimentos.

Los casos son los primeros de transmisión local en China en casi tres semanas y los primeros en Pekín en más de 50 días.

A nivel nacional, China informó ayer de 44 casos, incluyendo los 31 de Pekín, pero de ninguna muerte en las 24 horas previas.

Con la prioridad puesta en evitar que el brote se propague a otras ciudades, el diario Global Times, del Partido Comunista, informó que 1.255 vuelos de entrada y salida a Pekín, cerca de las dos terceras partes de los programados, fueron cancelados ayer luego de que el gobierno municipal aumentara anteanoche el nivel de emergencia por el Covid-19 al segundo mayor grado.

El Aeropuerto Capital de Pekín es el segundo con mayor actividad del mundo.

Además, Pekín desinfectará todos los mercados, restaurantes y campus universitarios de la capital y realizará test de coronavirus a sus trabajadores y funcionarios, anunciaron ayer las autoridades sanitarias municipales.

El portavoz municipal, Xu Hejian, afirmó en rueda de prensa que llevarán a cabo "una inspección preventiva integral en todos los mercados, restaurantes y las universidades", que incluirá la realización de test de ácido nucleico.

La desinfección de todos los restaurantes de la capital china y la realización de test en todos ellos es una operación a gran escala, considerando el gran número de establecimientos de este tipo existentes en una ciudad en la que viven 22 millones personas.

La elevación del nivel de emergencia en Pekín implica, entre otras medidas, que las comunidades de vecinos volverán a comprobar la identidad y el estado de salud de los residentes y a tomarles la temperatura.

También incluye la suspensión de todas las clases presenciales en educación primaria, secundaria y superior, que se habían reanudado casi por completo hace un mes, y el consejo de retomar el teletrabajo.

Asimismo, se cierran los mercados subterráneos, mientras que bibliotecas, museos y parques abrirán durante un tiempo limitado y con una asistencia no superior al 30 por ciento de su capacidad.

En tanto, las comunidades en áreas de riesgo "alto" -por ejemplo, con casos confirmados- quedarán selladas y no se permitirá que nadie salga de ellas.

El turismo grupal hacia el interior queda suspendido, y los taxis y remises no podrán trasladar pasajeros fuera de la capital.