El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, derogó ayer la reforma previsional que había sancionado la semana pasada y cuyo rechazo generó cinco días seguidos de protestas fuertemente reprimidas por la policía, que dejaron al menos 28 muertos y cientos de heridos, así como violentos saqueos y barricadas.
En un mensaje que dio ayer a la tarde por la cadena oficial de radio y televisión, Ortega dijo que la decisión de dar marcha atrás con la reforma busca “facilitar la discusión y el diálogo amplio” entre el Gobierno y representantes de trabajadores y empleadores, así como “que se restablezca la paz”.
“Esta resolución que estoy dando a conocer en estos momentos, que acaba de aprobarla el consejo directivo de la Seguridad Social, lo que está haciendo es revocando, o sea, cancelando, poniendo ya a un lado la resolución anterior del 16 de abril, que fue la resolución que sirvió como detonante para que se iniciara toda esta situación de protesta”, señaló Ortega, según el sitio web oficial El 19.
Aumento de aportes y rebaja de haberes
La resolución del lunes establecía aumento de aportes de trabajadores y empleadores, rebaja de haberes jubilatorios y la creación de un impuesto a estos últimos, lo que generó protestas callejeras continuadas desde el miércoles pasado.
La escalada de tensión llegó a tal punto que generó la reacción de la ONU, el papa Francisco, los gobiernos de la mayoría de los países de América y organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional.
“El Estado nicaragüense debe cumplir sus obligaciones internacionales para garantizar que las personas puedan ejercer libremente sus derechos a la libertad de expresión y de reunión pacífica”, dijo la vocera de la oficina de la ONU para los Derechos Humanos, Liz Throssell.
En tanto, Francisco pidió el “fin de la violencia”, y Estados Unidos condenó en un comunicado “la violencia y el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y otras personas contra los civiles que ejercen su derecho constitucional a la libertad de expresión y reunión”.
Asimismo, los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú lamentaron en una declaración conjunta “los actos de violencia registrados en Nicaragua en los últimos días” e hicieron “un urgente llamado a todos los sectores a deponer la confrontación”.
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“Esta resolución que estoy dando a conocer en estos momentos, que acaba de aprobarla el consejo directivo de la Seguridad Social, lo que está haciendo es revocando, o sea, cancelando, poniendo ya a un lado la resolución anterior del 16 de abril, que fue la resolución que sirvió como detonante para que se iniciara toda esta situación de protesta”, señaló Ortega, según el sitio web oficial El 19.
Aumento de aportes y rebaja de haberes
La resolución del lunes establecía aumento de aportes de trabajadores y empleadores, rebaja de haberes jubilatorios y la creación de un impuesto a estos últimos, lo que generó protestas callejeras continuadas desde el miércoles pasado.
La escalada de tensión llegó a tal punto que generó la reacción de la ONU, el papa Francisco, los gobiernos de la mayoría de los países de América y organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional.
“El Estado nicaragüense debe cumplir sus obligaciones internacionales para garantizar que las personas puedan ejercer libremente sus derechos a la libertad de expresión y de reunión pacífica”, dijo la vocera de la oficina de la ONU para los Derechos Humanos, Liz Throssell.
En tanto, Francisco pidió el “fin de la violencia”, y Estados Unidos condenó en un comunicado “la violencia y el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y otras personas contra los civiles que ejercen su derecho constitucional a la libertad de expresión y reunión”.
Asimismo, los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú lamentaron en una declaración conjunta “los actos de violencia registrados en Nicaragua en los últimos días” e hicieron “un urgente llamado a todos los sectores a deponer la confrontación”.