La tormenta por la que atraviesa la Argentina está lejos de disiparse. Al menos esa es la sensación que tiene el ministro de Finanzas de Córdoba, Osvaldo Giordano, mirando los datos que aportan diariamente las variables de la economía nacional. “No hay señales que permitan pensar en que antes de fin de año la actividad se pueda recuperar”, señaló el funcionario.
“Vemos con mucha preocupación la situación actual porque desde mayo ha sido una sucesión de malas noticias, un poco confirmando las dudas que teníamos sobre las consistencias del plan que venía aplicando el gobierno nacional. Y lamentablemente se confirmaron los peores escenarios, que es lo que estamos viendo”.
¿Cómo impacta ese contexto en la provincia?
Esto repercute negativamente en las familias, en las empresas y se refleja en las cuentas públicas. Si bien en Córdoba tenemos algunas ventajas por contar con cuentas ordenadas, con un ahorro grande, también es cierto que estamos en la ejecución de un ambicioso plan de obra pública que queremos mantener, al igual que el buen funcionamiento del Estado, que en situaciones de crisis soporta mayor demanda.
Pero los ingresos comenzaron a resentirse...
Julio fue el primer mes en el que la evolución de los ingresos estuvo por debajo de la inflación. Sabemos que gran parte de las erogaciones del Estado están indexadas por la inflación y por lo tanto esa divergencia no es sostenible en el tiempo. Esa fue la primera señal de alerta fuerte y que es clave revertir para que no se desencadenen otros problemas más difíciles.
El Gobierno firmó con los gremios estatales un acuerdo con cláusula gatillo, ¿qué pasa si la recaudación sigue hacia abajo?
Ese es el tema. La cláusula gatillo es una garantía lógica, razonable, necesaria, para darles tranquilidad a los empleados públicos para que el poder de compra de su salario se mantenga. Pero para darle sustentabilidad a eso necesitamos que los ingresos continúen al mismo ritmo. En el primer semestre nos dio cierta holgura porque los ingresos crecieron por encima de la inflación, pero la evolución de julio fue una primera señal de alerta, que no genera crisis ni mucho menos pero es algo que hay que controlar y cuidar. De profundizarse esa inconsistencia se hará difícil cumplir con la cláusula.
Muchos sectores productivos de Córdoba criticaron las últimas medidas sobre retenciones y Fondo Sojero, ¿qué evaluación hace desde la Provincia?
Veníamos hablando en torno a ciertas medidas que se iban a tomar y una de ellas era la eliminación del Fondo Sojero. Pero que nos enteremos por el Boletín Oficial de que el Gobierno unilateralmente tomó la decisión no fue simpático ni mucho menos. Y si eso va atado a otras medidas que afectan a sectores productivos de la provincia, peor aún. La explicación de los funcionarios fue que lo hicieron por la necesidad ante la gran preocupación por los mercados financieros.
Empezó a discutirse el presupuesto, ¿será el debate por el reparto del ajuste?
Será cómo encarar el ordenamiento del Estado. Hay consenso, y no es poca cosa, sobre la necesidad de reducir el déficit. Eso es muy positivo. Después hay muchas miradas sobre cómo lograrlo. El énfasis que hemos puesto desde las provincias es que se apunte a proteger primero a los sectores más vulnerables y que procure la equidad, no sólo social sino también geográfica. La crisis es una oportunidad para ir corrigiendo históricas diferencias irritantes sobre cómo el Estado nacional asigna los recursos según cada provincia. El otro punto es hacerlo con actitud amplia, en donde corregir el déficit no sólo implique mirar el gasto, sino también los ingresos.
¿Eso incluye retenciones?
En materia de retenciones, el Gobierno ya tomó la medida la semana pasada en los rubros más importantes, y si bien para Córdoba eso claramente no es bueno, ya está. Lo dimos como un tema cerrado. La posición de Córdoba es avanzar en otros temas y no quedarnos anclados ahí.
¿Se observa alguna posibilidad de rebote en la economía para este año?
Hoy los indicadores son malos. La altísima tasa de interés erosiona la posibilidad de que el sector productivo se reactive, con lo cual estamos signados a que se logre aquietar el dólar sin necesidad de tener estas tasas de interés astronómicas. Eso hoy no se ve. Ojalá que estos esfuerzos que se están haciendo en el ordenamiento de las cuentas públicas y que se les podría dar continuidad con el presupuesto sean una señal para que se tranquilicen los mercados, baje la tasa de interés y volvamos a una situación más normal.
¿Atacar el déficit es la clave?
Absolutamente. Soy un convencido de que Argentina tiene este problema estructural y que recurrentemente ha sido el factor de crisis y esta vez no es la excepción. El Gobierno se confió por su credibilidad, su imagen en el mundo, que iba a poder eludir la necesidad de ordenar las cuentas públicas. Pero la realidad dijo que no.
Gonzalo Dal Bianco. Redacción Puntal
Comentá esta nota
¿Cómo impacta ese contexto en la provincia?
Esto repercute negativamente en las familias, en las empresas y se refleja en las cuentas públicas. Si bien en Córdoba tenemos algunas ventajas por contar con cuentas ordenadas, con un ahorro grande, también es cierto que estamos en la ejecución de un ambicioso plan de obra pública que queremos mantener, al igual que el buen funcionamiento del Estado, que en situaciones de crisis soporta mayor demanda.
Pero los ingresos comenzaron a resentirse...
Julio fue el primer mes en el que la evolución de los ingresos estuvo por debajo de la inflación. Sabemos que gran parte de las erogaciones del Estado están indexadas por la inflación y por lo tanto esa divergencia no es sostenible en el tiempo. Esa fue la primera señal de alerta fuerte y que es clave revertir para que no se desencadenen otros problemas más difíciles.
El Gobierno firmó con los gremios estatales un acuerdo con cláusula gatillo, ¿qué pasa si la recaudación sigue hacia abajo?
Ese es el tema. La cláusula gatillo es una garantía lógica, razonable, necesaria, para darles tranquilidad a los empleados públicos para que el poder de compra de su salario se mantenga. Pero para darle sustentabilidad a eso necesitamos que los ingresos continúen al mismo ritmo. En el primer semestre nos dio cierta holgura porque los ingresos crecieron por encima de la inflación, pero la evolución de julio fue una primera señal de alerta, que no genera crisis ni mucho menos pero es algo que hay que controlar y cuidar. De profundizarse esa inconsistencia se hará difícil cumplir con la cláusula.
Muchos sectores productivos de Córdoba criticaron las últimas medidas sobre retenciones y Fondo Sojero, ¿qué evaluación hace desde la Provincia?
Veníamos hablando en torno a ciertas medidas que se iban a tomar y una de ellas era la eliminación del Fondo Sojero. Pero que nos enteremos por el Boletín Oficial de que el Gobierno unilateralmente tomó la decisión no fue simpático ni mucho menos. Y si eso va atado a otras medidas que afectan a sectores productivos de la provincia, peor aún. La explicación de los funcionarios fue que lo hicieron por la necesidad ante la gran preocupación por los mercados financieros.
Empezó a discutirse el presupuesto, ¿será el debate por el reparto del ajuste?
Será cómo encarar el ordenamiento del Estado. Hay consenso, y no es poca cosa, sobre la necesidad de reducir el déficit. Eso es muy positivo. Después hay muchas miradas sobre cómo lograrlo. El énfasis que hemos puesto desde las provincias es que se apunte a proteger primero a los sectores más vulnerables y que procure la equidad, no sólo social sino también geográfica. La crisis es una oportunidad para ir corrigiendo históricas diferencias irritantes sobre cómo el Estado nacional asigna los recursos según cada provincia. El otro punto es hacerlo con actitud amplia, en donde corregir el déficit no sólo implique mirar el gasto, sino también los ingresos.
¿Eso incluye retenciones?
En materia de retenciones, el Gobierno ya tomó la medida la semana pasada en los rubros más importantes, y si bien para Córdoba eso claramente no es bueno, ya está. Lo dimos como un tema cerrado. La posición de Córdoba es avanzar en otros temas y no quedarnos anclados ahí.
¿Se observa alguna posibilidad de rebote en la economía para este año?
Hoy los indicadores son malos. La altísima tasa de interés erosiona la posibilidad de que el sector productivo se reactive, con lo cual estamos signados a que se logre aquietar el dólar sin necesidad de tener estas tasas de interés astronómicas. Eso hoy no se ve. Ojalá que estos esfuerzos que se están haciendo en el ordenamiento de las cuentas públicas y que se les podría dar continuidad con el presupuesto sean una señal para que se tranquilicen los mercados, baje la tasa de interés y volvamos a una situación más normal.
¿Atacar el déficit es la clave?
Absolutamente. Soy un convencido de que Argentina tiene este problema estructural y que recurrentemente ha sido el factor de crisis y esta vez no es la excepción. El Gobierno se confió por su credibilidad, su imagen en el mundo, que iba a poder eludir la necesidad de ordenar las cuentas públicas. Pero la realidad dijo que no.
Gonzalo Dal Bianco. Redacción Puntal