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Médicos Sin Fronteras pide que haya una mejor distribución de vacunas

La ONG internacional destaca que más del 80% de las dosis se han destinado a los países con más poder y sólo el 0,3% a los subdesarrollados. Se estima que recién a fines de 2022 se podrá vacunar de manera masiva en América Latina. Puntal dialogó con la directora en Argentina de la organización, Josefina Martorell

Desde la organización Médicos Sin Fronteras pidieron la suspensión de las patentes de vacunas y medicamentos para tratamientos por el Covid-19 mientras dure la pandemia, lo que “podría cambiar la situación actual al anteponer las vidas de las personas a las ganancias”, indican desde la ONG internacional.

Es por esto que han hecho un pedido formal a la Organización Mundial de Comercio para que los gobiernos suspendan las patentes durante la pandemia. “Esta petición, liderada por India y Sudáfrica, les daría sustento legal necesario a los países para garantizar el acceso a la salud de sus poblaciones”, sostienen desde Médicos Sin Fronteras y agregan:“La exención de propiedad intelectual permitiría a todos los países no otorgar ni hacer cumplir las patentes y otras medidas de propiedad intelectual en medicamentos, vacunas, pruebas de diagnóstico y otras tecnologías de Covid-19 mientras dura la pandemia, hasta que se logre la inmunidad de grupo mundial”.

En el pedido se hace referencia a la medida que hace 20 años se tomó con la epidemia del VIH/sida, cuando los medicamentos genéricos, fabricados en países donde las patentes no bloquearon su producción, fueron decisivos para comenzar a salvar la vida de millones de personas.

Esta medida, que fue propuesta originalmente por India y Sudáfrica en octubre de 2020, ahora cuenta con el respaldo oficial de 58 gobiernos patrocinadores y con el apoyo de alrededor de 100 países que respaldan la propuesta en general.

“Un año después del inicio de esta pandemia y de 2,5 millones de personas fallecidas, seguimos viendo cómo algunos gobiernos niegan que la eliminación de los monopolios sobre las herramientas médicas para el Covid-19 ayudará el acceso de las personas a los tratamientos, vacunas y pruebas necesarias en el futuro”, dijo el Dr. Christos Christou, presidente internacional de Médicos Sin Fronteras.

Desde la ONG consideran que “la exención de propiedad intelectual (PI) propuesta podría proporcionar una opción política más rápida y automática para que los gobiernos de todo el mundo no dependan únicamente de las medidas voluntarias que pueda adoptar la industria farmacéutica”.

En diálogo con Puntal, Josefina Martorell, directora general de Médicos Sin Fronteras de Argentina, explicó que en el contexto de pandemia la fundación continúa trabajando en las misiones donde intervenía, “haciendo acción médica humanitaria en más de 70 países, con 450 proyectos, y con la prioridad de poder proteger a las personas más vulnerables que están en riesgo, y mantener el funcionamiento de todos los servicios médicos esenciales donde tenemos misiones”, aseguró.

Destacó que en esta región de América Latina están trabajando en Brasil, con una profunda crisis humanitaria; en Bolivia, adonde se han donado medicamentos y equipos de protección; en Venezuela y Colombia, y ahora se comenzó una intervención en Perú, “que se encuentra con tasas de letalidad mayores al promedio mundial”, comentó Martorell. En tanto, destacó que siguen realizando campañas legales, con el acompañamiento de la sociedad civil, y desde enero están juntando firmas para acompañar el pedido de India y Sudáfrica ante la Organización Mundial de Comercio, para que se suspendan las patentes para vacunas, diagnósticos y tratamientos mientras dure la pandemia del Covid-19”, señaló la referente de la ONG.

Según Martorell, estas patentes están creando una barrera al conocimiento, evitando el acceso a los laboratorios que podrían hacerse de estas tecnologías. “Por otro lado, además de la falta de suministros y la escasez por el cuello de botella que se ha producido en la fabricación, vemos que la distribución es inequitativa y desigual”, indicó y señaló que hasta hace una semana se habían suministrado en el mundo mil millones de dosis, es decir, 13 cada 100 personas, “y el 83% fue aplicado en países de renta alta y media alta, mientas que el 0,2% se administraban en los países de bajos ingresos”, sostuvo y consideró que hay una falta de solidaridad mundial.

En este sentido, la responsable de Médicos Sin Fronteras señaló que desde la ONG consideran que la pandemia no se terminará hasta que se lo haga para todas las personas del mundo.

- ¿Cómo es el trabajo que están desarrollando en Argentina desde la ONG?

- Aquí estuvimos asesorando a algunas provincias durante el 2020, como es el caso de Córdoba, donde ayudamos a desarrollar estrategias para la prevención y el control de infecciones en el comienzo de la pandemia y hasta mediados de año. Como la organización trabaja interviniendo en los lugares donde el sistema se ha colapsado, y en Argentina aún no es el caso, de acuerdo a los indicadores que tenemos, y lo que hacemos es promover una distribución más justa a nivel mundial.

- Por más que se esperen cambios desde los Estados en contextos como el actual, esta diferencia en la desigual distribución de recursos, ¿era esperable?

- Lo que ha pasado fue que cada país acordó de manera bilateral, la mayoría de las veces con muy poca transparencia y con acuerdos con las farmacéuticas, lo que llevó a que los países más ricos y con más recursos se llevaran gran parte de las vacunas. Antes de que comenzara la vacunación se había generado un mecanismo llamado Covax, y buscaba distribuir de manera equitativa las vacunas a nivel global, pero fue un fracaso por los acuerdos de los países. En este momento distribuyó 43 millones de dosis a 119 países, lo que cubre el 0,01% de la población de más de 4 mil millones de personas, es un porcentaje ínfimo. Ahora, en algunos países que ya vacunaron a gran parte de su población, tienen el problema de que las vacunas se están echando a perder y hacen convenios para donarlas. Es mejor que nada, pero estas donaciones se hacen con objetivos geopolíticos y no de salud pública, por lo que los países con menor incidencia política quedan últimos en la cola para recibir dosis.

Latinoamérica va a tener una vacunación masiva a fines del 2022.

- ¿Cómo se puede acompañar el trabajo que están realizando desde MSF?

- Se juntan firmas por el petitorio a través del sitio www.msf.org.ar/patentes, al igual que toda la información de este pedido que se realiza a los gobiernos para que avancen en estas propuestas. Es importante recalcar que la suspensión temporal de las patentes la pedimos mientras dure la pandemia, priorizando el enfoque de salud pública y no el de las ganancias de las empresas, que, por otra parte, para la vacuna casi no han invertido, fueron los Estados los que aportaron sus fondos para el desarrollo. La postura de la Organización Mundial de Comercio debería cambiar en relación a lo que ha venido haciendo, nunca cedieron las patentes, creemos que esta circunstancia lo amerita. Las empresas ya tienen los acuerdos hechos con los países y no se van a romper, por lo que estamos pidiendo que haya más laboratorios que puedan recibir esta tecnología y producir para los lugares del mundo a los que no está llegando.

Finalmente, la directora de MSF explicó que al ritmo que se lleva, Latinoamérica va a tener una vacunación masiva contra el Covid-19 recién para mediados y fines del 2022, y se estima que África lo alcanzará recién a fines de 2023.

Luis Schlossberg. Redacción Puntal