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¿Cómo es el proceso para elegir un nuevo Papa?

El cónclave es el proceso reservado de la Iglesia Católica para elegir al nuevo Papa. Se realiza entre la segunda y tercera semana desde que cada Papa deja su cargo y se requieren dos tercios de los votos para que haya Papa

La muerte de Jorge Bergoglio abre la transición de la Iglesia hacia su sucesor, que concluirá con el famoso anuncio desde la logia central de la Basílica de San Pedro: 'Habemus Papam'.

Pero, ¿qué sucede antes de estas palabras pronunciadas por el cardenal protodiácono?

El cónclave es un proceso enraizado en la tradición milenaria de la Iglesia Católica, pero que también ha sufrido algunas modificaciones a lo largo de los siglos para responder a las exigencias de los tiempos modernos.

Tanto es así, que ha inspirado muchas películas que han retratado las rivalidades personales y las tensiones políticas en la elección papal, la más reciente el thriller 'Cónclave', basado en la novela homónima de Robert Harris, que ganó un Oscar al mejor guion no original.

¿Por qué se llama cónclave?

La palabra "cónclave" proviene del latín cum clave (“con llave”) y alude al encierro al que son sometidos los cardenales durante el proceso de elección de un nuevo Papa. Esta institución, fundamental en la Iglesia Católica, tiene su origen en el siglo XIII como una forma de evitar presiones externas.

El ritual del cónclave

El proceso comienza con la entrada de los cardenales a la Capilla Sixtina, entonando el cántico "Veni Creator". Al cerrar las puertas, el cardenal camarlengo pronuncia la frase "Extra omnes" (todos fuera), señalando el inicio del aislamiento.

Luego, los cardenales juran en latín guardar el secreto absoluto sobre todo lo que ocurra durante el cónclave. Este voto incluye una promesa solemne de no divulgar información, ni permitir influencias externas en la elección.

Cada cardenal escribe el nombre del candidato elegido en una papeleta, la presenta en el altar y jura en voz alta que su voto refleja su conciencia. Los votos se depositan en una urna, se cuentan y se leen en voz alta. Se requieren dos tercios de los votos para que haya Papa. Si no hay acuerdo, se realiza otra votación. Las papeletas se queman y el humo indica el resultado: negro, si no hubo consenso; blanco, si ya hay nuevo Pontífice.

Para evitar confusiones como las que ocurrieron en 2005, cuando la fumata fue grisácea, se implementaron químicos para que el humo sea claramente blanco o negro, y se acompaña con el sonido de campanas.