Para las cámaras de comercio, la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores está siendo cada vez más notoria y es motivo de preocupación. Quienes tienen ingresos fijos y dependen de un sueldo destinan cada vez más dinero a cubrir las necesidades alimentarias.
Desde la Fedecom (Federación Comercial de Córdoba) advierten que ese es el cuadro de situación y que no perciben medidas del gobierno nacional tendientes a reducir los problemas de la economía.
“Por los datos que venimos recibiendo en las dos primeras semanas de noviembre, vemos que la inflación de este mes será similar a la de octubre. Y eso es muy preocupante porque la pérdida de poder adquisitivo se está notando muchísimo. Tomemos como ejemplo un sueldo de 130 mil pesos, que es hoy el que se paga en el comercio, y por el otro lado la canasta básica está en 140 mil. Es decir, no llegan a cubrir los gastos de una familia de cuatro personas”, manifestó Fausto Brandolín, vicepresidente de Fedecom.
El hecho de que los alimentos se lleven una porción cada vez mayor de los sueldos hace que se resienta la actividad de otros rubros. “Se contraen otras actividades porque el gasto está concentrado en comestible, indumentaria, movilidad y servicios, pero todo lo que son bienes durables están sufriendo una baja muy importante porque, a pesar de los planes de financiamiento que lanzó el gobierno nacional, las tarjetas están al límite y cada vez le es más difícil a un empleado acceder a un bien durable. Ya no estamos hablando de una casa o un auto: la gente no se puede comprar un televisor en 30 cuotas y eso es gravísimo para la actividad”, manifestó Brandolin.
El vicepresidente de Fedecom agregó que la gente ya está teniendo complicaciones para comprar, por ejemplo, indumentaria y calzado.
“Esos rubros aumentaron muy por encima de la inflación. Los planes Ahora 12 o Ahora 6 prácticamente ya no ayudan porque las tarjetas están agotadas: los límites que dan los bancos han quedado bajos y la gente no puede acceder a límites más altos que permitan ampliar una cuota. Se arreglan como pueden porque llega un punto en que la preocupación más grande pasa por las compras del supermercado. Se están pagando los alimentos en cuotas y ya no queda para otro tipo de gastos”, dijo Brandolin.
El comerciante agregó que no existe ninguna expectativa con el efecto que pueda tener el acuerdo de precios que anunció el gobierno nacional. “¿Por qué va a ser distinto esta vez? ¿Qué nos hace pensar que puede funcionar? Tenemos exactamente los mismos problemas que teníamos”, manifestó.