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Tras la renuncia de Draghi, disolvieron el Parlamento y habrá comicios anticipados el 25 de septiembre

El premier italiano se quedó sin aval de tres fuerzas clave

Italia elegirá primer ministro y una nueva composición del Parlamento el 25 de septiembre luego de que el presidente Sergio Mattarella anunciara ayer la disolución del Parlamento y el adelantamiento de los comicios, a causa de la renuncia del primer ministro Mario Draghi, quien dejó el cargo de manera definitiva tras perder el apoyo de tres de las fuerzas que formaban la coalición de gobierno por las tensiones sobre la conformación de la alianza, en un escenario que refuerza a los partidos de derecha y pone en alerta a Europa.

"Firmé el decreto de disolución de las Cámaras para que se celebren nuevas elecciones en el término de 70 días indicado por la Constitución", anunció Mattarella, que consideró "inevitable" la decisión por la falta de apoyo parlamentario al renunciante premier. Draghi, que había iniciado el mandato en febrero de 2021 y permanecerá en su cargo para gestionar la administración hasta la llegada de un nuevo Ejecutivo, anunció luego en una reunión de gabinete, ya como premier renunciante, que los comicios se harán el 25 de septiembre, un semestre antes de marzo próximo, cuando correspondía el vencimiento natural de la composición actual del Parlamento.

"La disolución anticipada del Parlamento es siempre la última opción, especialmente si, como en este período, hay muchas obligaciones importantes ante las Cámaras que cumplir en interés de nuestro país. Pero la situación política que se ha presentado ha llevado a esta decisión", argumentó Mattarella al anunciar la disolución.

En ese marco, el mandatario expresó su deseo de que, “a pesar de la intensa y a veces aguda dialéctica de la campaña electoral, haya una contribución constructiva por parte de todos”, en cuanto a los aspectos que ha señalado, “en el mejor interés de Italia”.

Draghi había presentado por la mañana su renuncia a Mattarella luego de haber obtenido el miércoles el apoyo de solo 95 de los 321 senadores del país por la reticencia de las derechistas Liga y Fuerza Italia y el centrista Movimiento Cinco Estrellas a dar el "voto de confianza" para la continuidad del Ejecutivo, como había reclamado el premier horas antes.

La continuidad de Draghi era avalada, además de por las fuerzas de centroizquierda del país, por mercados y empresarios de Italia y de Europa, en parte por su cercanía al establishment financiero, que confiaba en el premier para el manejo de los 209.000 millones de euros que Bruselas se comprometió a entregar a Roma para la pospandemia.

Por otro lado, el renunciante premier se había erigido como una de las voces más duras contra el presidente ruso, Vladimir Putin, al punto de que ayer el primer mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, le agradeció el "apoyo inquebrantable" a su país. En una línea similar, el canciller Luigi Di Maio planteó que "no es casualidad que el Gobierno haya sido derribado por dos fuerzas políticas que le hacen un guiño a Vladimir Putin", en referencia a la cercanía de la Liga y el Cinco Estrellas con Moscú. De hecho, la dimisión de Draghi llegó luego de la desintegración de la coalición que lo sostenía, en parte por diferencias en torno de si se debe seguir entregando armas a Ucrania.

El escenario de adelantamiento electoral pareció en ese marco ser el detonante de la falta de apoyo de la Liga, de Matteo Salvini, y Fuerza Italia a la continuidad de Draghi, motivadas por las encuestas que los ubican, junto con su socia de derecha Giorgia Meloni, de Hermanos de Italia, como los claros favoritos a ganar las elecciones.

De hecho, Meloni, que aspira a convertirse en la primera premier mujer de la historia del país, ni siquiera esperó el miércoles que terminara la votación en el Senado para avisar que su espacio está "preparado para votar en dos meses".