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Están dejando la actividad el 20 por ciento de los productores

Lo afirmó el especialista del INTA Marcos Juárez, Jorge Brunori, en el marco de la 8 Jornada de la Cadena de la Carne Porcina concretada en Oncativo. En el clúster de esa localidad, de 70 productores abandonaron 15

Que los cambios macroeconómicos golpearon fuertemente a las actividades ganaderas no es una novedad. Pero ahora hay números que permiten visualizar la magnitud del impacto. En el marco de la 8° Jornada de la Cadena de la Carne Porcina, llevada a cabo días atrás en Oncativo, el reconocido referente del INTA Marcos Juárez, Jorge Brunori, señaló que expertos en la temática estiman que en el país un 20 por ciento de los productores abandonaron esa actividad o están en ese proceso por estos días. A su vez José Luis Careggio, presidente de la filial de Federación Agraria Argentina (FAA) de esa localidad, aportó otro dato más: de 70 productores que conformaban el clúster, 15 que quedaron fuera del sistema.

“Hay diferentes porcentajes de acuerdo a las provincias o regiones, pero podemos decir que más de un 20 por ciento de los productores, pequeños o medianos, abandonaron o están pensando en abandonar la actividad. No hay un número exacto, pero es la opinión de expertos. Se trata de productores sin escala, que no están asociados y que además tienen que comprar granos. Ahí es donde está el mayor número de quienes dejan”, indicó Brunori.

“Es lamentable porque nos costó mucho tiempo hacer crecer al sector. Esperamos que la crisis se solucione lo más rápido posible. Esos productores no se pueden reacomodar porque en estos momentos no está en problemas solo el sector porcino, sino que la mayor parte de las actividades que utilizan granos, como la lechería, la avicultura, o la ganadería basada en ese sistema de alimentación”, aportó. 

Por su parte el titular de la FAA de Oncativo, que forma parte del clúster porcino conformado en esa ciudad, señaló que “años atrás se hizo un relevamiento de productores en la región que comprende la entidad y había más de 70. En este tiempo unos 15 abandonaron y otros tantos están dejando de hacer el ciclo completo; solamente venden lechones. En todos los casos se achican los planteles, ya que no se reponen las madres de descarte. En definitiva, el sector está estancado, no hay inversiones y creo que está faltando que desde el gobierno se sienten con la cadena y propongan soluciones. El diálogo está, pero parece que no entienden la situación real de los productores”. 

Añadió que aunque son muchos los que quedaron excluidos del sistema, no tienen un gran impacto productivo porque se trata de productores de muy baja escala. 

Foto y película

Brunori destacó que se deben diferenciar dos momentos para analizar lo que ocurre en el sector porcino por estos días. Por un lado, el crecimiento que experimentó ese sistema productivo en los últimos años y, por otro, la situación puntual que viven hoy los establecimientos.

“Hay una película que venimos mirando desde hace 15 años donde, sin ninguna duda, las variables siguen estando. Se relacionan con el crecimiento de la producción, la cantidad de animales faenados y el consumo. En los primeros 5 meses del año llevamos un crecimiento del 9 por ciento; una variable que está subiendo últimamente es la exportación, aunque todavía lejos de lo óptimo. Esas variables nos permiten decir que el negocio hacia adelante no está quebrado. Pero la foto es complicada; se trata de un momento difícil”. 

El profesional destacó que la actualidad por la que atraviesa la producción porcina “tiene que ver con la situación económica del país, con las medidas que se implementaron, como la apertura que hizo aumentar la importación; reacomodamiento de tarifas, que impactó en los costos fijos y fundamentalmente de devaluación, que junto al problema climático, impulsó el precio de los granos, que es el insumo que más golpea en la producción. Hay que agregar el cambio en la alícuota del IVA, que repercutió de manera muy negativa. Ese contexto hizo que los costos subieran sin que por ahora puedan ser contrarrestados con el aumento del capón”. 

Brunori indicó que para transitar el escenario productivo que vive la actividad hay que trabajar tranqueras adentro y afuera.

“Hacia el interior de cada establecimiento las tareas se relacionan con la eficiencia. Esa es una palabra que en épocas de crisis al productor le molesta porque siente que le estamos pidiendo algo más cuando en realidad pierde plata. Y es al revés; si uno hace carne, debe lograr la mayor cantidad de kilos posible para diluir los costos fijos. Además tiene que tratar de asociarse para comprar los insumos lo más barato que se pueda o sino pensarse como un productor de granos que va a transformar una parte en carne de cerdo; esa simbiosis también permite soportar mejor el momento”.

Lo que ocurre más allá de las tranqueras de los campos es más complicado, ya que depende de las decisiones políticas.

“Ahí el sector está trabajando a través de la Mesa Nacional Porcina que se ha conformado recientemente, donde están representados todos los sectores. Se están analizando distintas cuestiones  puntuales. Por ejemplo, sobre la importación no se pide el cierre de la frontera, pero sí que esa carne que viene congelada no afecte al consumo fresco. También se está estudiando el  tema del IVA. Además se busca generar un plan de largo plazo para la producción porcina nacional, que permita en el futuro contar con herramientas anti crisis para soportarlas mejor. Y después hay todo un trabajo a nivel de provincias para estimular el consumo de la carne.  Esas acciones nos permitirían que la situación termine lo antes posible”.

Como sostuvo anteriormente Brunori, el asociativismo entre productores para ganar escala en diferentes aspectos relacionados con la producción, es una herramienta que promociona el INTA para que las granjas más pequeñas puedan sostenerse en la actividad. Si bien en épocas complicadas más productores se acercan a la entidad para consultar sobre esa opción, el profesional subrayó que “yo siempre digo que las guerras se pelean en tiempos de paz. Cuando el precio del capón es bueno se tendrían que preparar para cuando no lo sea. Hoy, en un momento acuciante, cuando se pierde plata y no se llega a fin de mes, es complicado. Pero el productor con la desesperación que ahora tiene busca el respaldo del INTA y de sus asesores. Y nosotros tratamos, aunque suene fuerte, de perder la menor cantidad posible de productores. Personalmente creo en un espacio donde conviva la gran empresa con el pequeño y mediano productor, porque si los más chicos no pueden hacer uso de esta actividad le quedan muy pocos caminos para seguir”. 



Pablo Correa.  Redacción Puntal Villa María

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