La propuesta, presentada por el concejal de Juntos por el Cambio, Felipe Botta, invita a poner en agenda del cuerpo deliberativo un tema que, según precisó, requiere de una solución inmediata, al menos así lo hacen saber vecinos y vecinas.
“Notamos que hubo un aumento de los reclamos. La gente dice que los limpiavidrios y los lavacoches se están adueñando de las esquinas semaforizadas, de las avenidas, de los bulevares”, manifestó el funcionario radical en diálogo con Puntal Villa María.
Según comentó, a raíz de esas quejas es que elaboraron como bloque un proyecto que se divide en dos partes.
El primer tramo de la ordenanza pone el foco en que la actividad queda totalmente prohibida, como ya ocurre en la ciudad con los naranjitas o cuidacoches.
En tal sentido, el legislativo tendría que modificar la normativa ya vigente N° 7874 y sumarle, en efecto, las actividades de limpiavidrios y lavacoches.
La propuesta también incluye ir más allá, para que quien realiza actualmente dicha tarea no se vea perjudicado y pueda, de alguna manera, ingresar al mercado laboral formal.
El planteo de Botta sugiere además que el Ejecutivo municipal ponga en marcha un relevamiento para conocer cuántas personas realizan efectivamente esta actividad y en qué condiciones se encuentran.
Asimismo, propuso que los limpiavidrios tengan la posibilitad de sumar herramientas a través de capacitaciones y cursos de oficios, situación que llevará a que la persona “salga de la informalidad y se vuelque al ámbito laboral formal”.
Reclamos, muchos
Según Botta, las quejas son cada vez más recurrentes.
“La ciudadanía está empezando a pedir que el Estado intervenga para darle un orden a ese tema. No buscamos prohibir por prohibir. Más bien, apuntamos a la prohibición de algo que es informal y, en muchos casos, ilegal”, sostuvo.
Y agregó: “Digo ilegal por la forma intempestiva que muchas de estas personas adoptan al avanzar sobre el conductor”.
El concejal también puso en consideración los reiterados hechos de violencia que se dieron en ese ámbito, producto de la disputa territorial entre los limpiavidrios.
“El año pasado hubo hasta disparos cerca de un colegio, entre dos barritas que se disputaban un semáforo para poder limpiar”, rememoró.
Sobre los lavacoches, también precisó que es una actividad que genera todo tipo de quejas. “Permanecen en lugares donde hay estacionamientos privados o públicos, y sobre todo en el centro”, afirmó.
Asimismo, agregó que en este caso también entra en discusión el menoscabo de los derechos que tienen los dueños de lavaderos, quienes toman este tipo de actividad como una competencia desleal.