Lunes gris y fresco en la ciudad, como en gran parte de la región. En Las Playas fue una jornada especial, porque desde temprano los guardapolvos blancos comenzaron a “peregrinar” por las calles con destino a las aulas. Después de varias días sin clases, la escuela Arturo M. Bas reabrió sus puertas.
Con sectores acotados porque el establecimiento aún permanece en obras, los alumnos se reencontraron con sus pares y los docentes, quienes con tiza y borrador en mano retomaron la dinámica habitual del establecimiento.
La escuela había cerrado sus puertas de manera obligada a fines del mes pasado, luego de que una falla eléctrica afectara a una pared, y parte de la descarga alcanzara a uno de los alumnos (no sufrió lesiones). El paso de tiempo se advierte a simple vista en la estructura edilicia de la institución, que ya tiene 73 años.
La lluvia demora las tareas
“Las clases volvieron hoy -por ayer-, pero sin la jornada extendida porque estamos reducidos en espacio”, precisó Lina Germani, vice directora de la escuela. Si bien el motivo que derivó la clausura temporal fue la falla en el sistema eléctrico, el control total del establecimiento realizado por especialistas obligó al cierre de dos aulas.
“Los chicos fueron reubicados en otro sector”, precisó la docente en diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA. A la escuela asisten diariamente 306 alumnos, divididos en dos turnos (del total, 144 estudiantes reciben el Paicor también allí). La jornada extendida comprende a los pequeños que cursan de cuarto a sexto grado, inclusive.
“Por la lluvia vienen demorados los trabajos. La escuela tiene 73 años y se le realizaron siempre trabajos de mantenimiento. Incluso en el año 2016 hubo tareas de reafacción en los techos y baños, pero el clima volvió a provocar inconvenientes en dos aulas, por lo que se decidió cerrarlas y trabajar sobre ellas”, indicó la docente.
“Hoy se realiza un trabajo más a fondo”, insistió, para luego admitir que a través del Fondo para la Descentralización del Mantenimiento de Edificios Escolares Provinciales (Fodemeep) se llevan a cabo las tareas, de manera conjunta entre Provincia y Municipio.
La descarga eléctrica fue lo que generó la suspensión del ciclo lectivo. Germani manifestó que “ahora se cambió todo el sistema por completo”, para lo cual se utilizaron bandejas metálicas ubicada a la altura de los techos.
Las refacciones no sólo se llevan a cabo en el sector de las aulas, ya que también se trabaja en el patio, donde en algunos lugares cedió parte del piso.
La escuela disponía de un escenario, que fue demolido. “Las raíces de la planta que había junto a él aparentemente dañaron parte de la estructura, por lo que se dispuso demolerlo. Por el clima las máquinas no pueden entrar al sector para continuar con los trabajos”, dijo, en alusión a la remoción de escombros y la posterior realización de una carpeta de hormigón en el sector.
Además, la escuela Arturo M. Bas tenía también un pequeño depósito que de manera preventiva fue demolido, para evitar accidentes.
El patio del establecimiento se encuentra vallado, para evitar que los alumnos circulen por la zona de obras. De hecho, la “canchita” de fútbol tampoco se puede utilizar por lo que durante los recreos los chicos sólo pueden jugar en los pasillos.
Igualmente, para el dictado de educación física existe la posibilidad de utilizar el playón deportivo, ubicado en proximidades del establecimiento.
Daniel Brusa
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La escuela había cerrado sus puertas de manera obligada a fines del mes pasado, luego de que una falla eléctrica afectara a una pared, y parte de la descarga alcanzara a uno de los alumnos (no sufrió lesiones). El paso de tiempo se advierte a simple vista en la estructura edilicia de la institución, que ya tiene 73 años.
La lluvia demora las tareas
“Las clases volvieron hoy -por ayer-, pero sin la jornada extendida porque estamos reducidos en espacio”, precisó Lina Germani, vice directora de la escuela. Si bien el motivo que derivó la clausura temporal fue la falla en el sistema eléctrico, el control total del establecimiento realizado por especialistas obligó al cierre de dos aulas.
“Los chicos fueron reubicados en otro sector”, precisó la docente en diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA. A la escuela asisten diariamente 306 alumnos, divididos en dos turnos (del total, 144 estudiantes reciben el Paicor también allí). La jornada extendida comprende a los pequeños que cursan de cuarto a sexto grado, inclusive.
“Por la lluvia vienen demorados los trabajos. La escuela tiene 73 años y se le realizaron siempre trabajos de mantenimiento. Incluso en el año 2016 hubo tareas de reafacción en los techos y baños, pero el clima volvió a provocar inconvenientes en dos aulas, por lo que se decidió cerrarlas y trabajar sobre ellas”, indicó la docente.
“Hoy se realiza un trabajo más a fondo”, insistió, para luego admitir que a través del Fondo para la Descentralización del Mantenimiento de Edificios Escolares Provinciales (Fodemeep) se llevan a cabo las tareas, de manera conjunta entre Provincia y Municipio.
La descarga eléctrica fue lo que generó la suspensión del ciclo lectivo. Germani manifestó que “ahora se cambió todo el sistema por completo”, para lo cual se utilizaron bandejas metálicas ubicada a la altura de los techos.
Las refacciones no sólo se llevan a cabo en el sector de las aulas, ya que también se trabaja en el patio, donde en algunos lugares cedió parte del piso.
La escuela disponía de un escenario, que fue demolido. “Las raíces de la planta que había junto a él aparentemente dañaron parte de la estructura, por lo que se dispuso demolerlo. Por el clima las máquinas no pueden entrar al sector para continuar con los trabajos”, dijo, en alusión a la remoción de escombros y la posterior realización de una carpeta de hormigón en el sector.
Además, la escuela Arturo M. Bas tenía también un pequeño depósito que de manera preventiva fue demolido, para evitar accidentes.
El patio del establecimiento se encuentra vallado, para evitar que los alumnos circulen por la zona de obras. De hecho, la “canchita” de fútbol tampoco se puede utilizar por lo que durante los recreos los chicos sólo pueden jugar en los pasillos.
Igualmente, para el dictado de educación física existe la posibilidad de utilizar el playón deportivo, ubicado en proximidades del establecimiento.
Daniel Brusa