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Reto inmediato, vivir sin generar residuos

Cada 17 de mayo se celebra el día mundial del reciclado. El reto más inmediato que tenemos, es tomar conciencia de nuestro consumo y acciones para llevar adelante una vida ecológica y sostenible generando el mínimo de residuos posible

POR JULIETA VARRONI

LIC. EN DISEÑO Y PRODUCCIÓN DE IMÁGENES

Cada 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje para concienciar a la población sobre la importancia de tratar los residuos como corresponden para proteger el medio ambiente. La cultura del “usar y tirar” y el ritmo de consumo desenfrenado, sobre todo en los países desarrollados, está provocando serios problemas medioambientales.

En Argentina, se genera cada día, un promedio de poco más de un kilo de basura sólida por persona. El residuo plástico llega a 13 millones de kilos anuales, aumentando considerablemente la contaminación ambiental.

Es muy probable que hayas comenzado a incorporar pequeños actos ecológicos en tu vida. Quizá hayas reducido el consumo de carne, o puede que hayas eliminado los tejidos sintéticos de tu armario o vayas a compra con una bolsa de tela para evitar gastar plástico. Sin embargo, es necesario un mayor esfuerzo para combatir el derroche de recursos y lograr el cambio necesario. No generar basura es un objetivo a largo plazo, pero lo importante es ir reduciéndola poco a poco.

Origen del Día Mundial del Reciclaje

Fue la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), quien establece el Día Mundial del Reciclaje en el 2005 con el fin de promover una mayor responsabilidad, no solo vista desde la perspectiva del ciudadano consumidor, sino de aquel que extrae la materia prima y del que la transforma en un bien de consumo.

La regla de las tres R

Se trata de una regla simple de seguir y de memorizar para reducir el volumen de los residuos generados y minimizar nuestra huella de carbono.

Reducir: Cuando hagamos una compra, intentar adquirir productos a granel, que tengan el mínimo envasado posible. A ser posible ninguno. Usa bolsas de tela.

Reutilizar: Dar una nueva vida a las cosas que ya no nos sirven. Antes de tirarlas a la basura, pensá que te pueden servir para otra cosa: botellas, bolsas y cajas de cartón pueden tener varios usos y servir como maceteros, para decoración, construir cosas, etc.

Reciclar: La mayoría de materiales que utilizamos pueden reciclarse. Esto depende de las instituciones y de nosotros mismos. Por ejemplo, el reciclaje de 1.000 kg de papel salva la vida de 17 árboles. Actualmente podemos encontrar en nuestra ciudad diferente puntos de recolección de residuos secos que tienen como fin ser reutilizados para otra cosa.

Cada paso cuenta

No intentes pasar de nada a todo en un día, solo vas a conseguir abrumarte. Tomate tu tiempo para ir adquiriendo hábitos que te lleven a una vida de cero desperdicios. Es recomendable empezar poco a poco ya que un pequeño cambio puede ser de gran ayuda.

- Evita los cubiertos descartables. Podés tener en tu cartera para remover el café de la oficina, una cuchara de aluminio de casa. También podés usar botellas reutilizables y tenerla a mano para evitar comprar plástico desechable.

- Hay muchas cosas que usamos y tiramos después de un uso que, en realidad, se pueden reemplazar con una versión reutilizable, como: los discos faciales de algodón reutilizables para desmaquillarnos, recipientes para almacenar alimentos, trapos de cocina en lugar de toallas de papel o pañuelos de tela, sorbetes, etc.

- Utiliza servilletas de tela en lugar de las de papel.

- Bolsas de tela es un sencillo gesto que puede reducir el desperdicio cuando vas al almacén o supermercado. Tené siempre bolsas de compras en tu cartera o vehículo, de variados tamaños y formatos. Así evitarás pedir bolsas plásticas en los comercios por las compras improvisadas.

- Reevalúa tus rutinas. Podés reemplazar tu cepillo de dientes de plástico por otro de bambú compostable, cambiar la pasta en tubo por otra en polvos. Para el cabello existen las opciones de champús y acondicionadores sólidos, muy hidratantes y nutritivos.

- Si vas a trasladarte a lugares cercanos, opta por hacerlo a pie o en bicicleta. Minimiza el uso de tu vehículo a combustión.

- Compra a granel todo lo que puedas. Si estás habituado a comprar todo en el supermercado puede parecerte casi imposible, pero la realidad es que actualmente podés comprar una inmensa diversidad de productos por peso. Esto quiere decir, cero botellas, paquetes, cajas y empaques de toda clase. Averigua qué ofrecen los mercados, las tiendas especializadas en alimentación ecológica y los pequeños comercios.

- Planear comidas y cantidades, para reducir desperdicio.

- Compra en formatos de gran capacidad aquellos productos que no te sea posible comprar a granel. Desde luego, esto aplica para productos que no caducan. Pensa que comprar en pequeñas dosis siempre genera más residuos que comprar la misma cantidad en grandes formatos.

- Guarda todos los frascos que tengas por casa y utilízalos para organizar y conservar cualquier cosa que se te ocurres.

- Si tienes espacio, crea tu propio compostador para los residuos orgánicos.

¿Cómo prepararse para generar menos basura?

Se puede vivir sin producir tantos residuos o, al menos, tomar conciencia de la gran cantidad de envases, bolsas de plástico, ropa, cartuchos de tinta para impresora, comida desperdiciada y hasta rollos de papel que se dejan por el camino cada día.

El camino ideal para comenzar, es servirse sobre cinco pilares sobre los que se apoya el movimiento ‘Zero Waste’, que significa cero basuras. Un movimiento basado en un conjunto de prácticas para evitar lo máximo posible la generación de basura.

- Rechazar, aquello que no se necesite.

- Reducir, no comprar lo que no se precise.

- Reutilizar, alargar la vida útil de lo que ya no sirve para su función principal.

- Reciclar, para reducir la basura.

- Rotar, compostar o convertir en abono los residuos orgánicos pueden volver a ser una materia orgánica útil para fertilizar la tierra.

El consumo responsable y la reutilización de productos para cuidar el medio ambiente es posible, todo empieza por las decisiones que tomamos a la hora de hacer la compra y de consumir.