La Fundación Familia Trinitaria es una organización promovida por la orden religiosa de los Padres Trinitarios que está en Villa María desde hace 27 años. Con más de 50 voluntarios realizan actividades de educación, inclusión y, sobre todo, de trabajo con las personas privadas de libertad y sus familias.
Algunas de estas acciones, como el refugio para personas en situación de calle, articula con el Municipio.
Todo lo que hacen es un trabajo de contención y preocupación por el otro. Es un trabajo “totalmente de territorio”. Así lo definió la coordinadora, Micaela Quaino, quien está al frente de la fundación desde 2010.
“Nosotros nos vamos adaptando a las nuevas realidades, como hacemos acompañamiento y no es una cosa de escritorio sino totalmente de territorio, entonces vamos viendo las nuevas necesidades. Vemos que lo material es una necesidad que existe, que es real, es necesaria, pero también es una posibilidad para poder brindar contención, apoyo, ayuda y otras cosas”, precisó en diálogo con este matutino.
Explicó: “Los Padres Trinitarios están en todo el mundo, en 250 países, y las obras sociales están acompañadas por medio de fundaciones. Estamos en Bolivia, Perú, Chile, Buenos Aires y en España”.
“Tenemos un programa de educación no formal en barrio la Calera, que se llama Centro de Educación No Formal Creciendo con Derechos, que son chicos derivados de la escuela primaria del barrio. Se trabaja articuladamente con las instituciones del sector y se hace acompañamiento a las familias. Asisten 30 niños de edad escolar primaria, no es un apoyo escolar sino que se trabaja con el niño y la familia, a veces son chicos que no tienen el espacio físico para hacer la tarea o que tienen mucho potencial o tienen debilidades, depende de cada uno. Llegan por articulación con las instituciones, sobre todo la escuela”, puntualizó Quaino.
Contó que además cuentan con un programa de becas para adolescentes, que en su mayoría son esos niños que fueron parte del espacio de educación no formal, en el acompañamiento a medida que crecen. “Nosotros tratamos de eso, de hacer un acompañamiento para darle durabilidad. En este acompañamiento en la escuela secundaria los chicos eligen a qué escuela asistir, así tenemos a 20 jóvenes en todas las escuela de Villa María, donde se paga la cuota, los materiales, fotocopias y también ofrecemos espacios pedagógicos de materias en las que puedan tener alguna debilidad y es un acompañamiento con una trabajadora social y una psicopedagoga”, detalló. Además, está el grupo scout San Juan De Mata, que funciona los sábados en barrio Belgrano.
Quaino señaló que de la fundación también es parte Cáritas parroquial de ayuda inmediata que recibe donaciones de “lo que sea” y que tiene un ropero comunitario. Reciben donaciones, arman bolsones de alimentos, ajuares para bebé, reciben muebles, útiles, zapatillas y frazadas. “Hacemos acompañamiento a las familias y vamos dando colaboraciones ante los que tengan alguna dificultad”, agregó.
Es en ese marco en que se da el trabajo articulado con el Municipio para el albergue para personas en situación de calle, emplazado en Carlos Pellegrini 287. “El Municipio costea el recurso y desde la fundación llevamos adelante la coordinación y hacemos el voluntariado. La fundación aporta el personal voluntario, somos un grupo de 14 voluntarios que vamos a acompañar al momento de la cena y del desayuno”, detalló. Desde su apertura por ese lugar pasaron alrededor de 50 personas en situación de calle.
Agregó: “Después está la pastoral carcelaria que es un grupo pastoral que visita a las personas privadas de libertad, también se hacen desayunos a los ingresos de visita a la cárcel los domingos, mientras la gente espera para entrar”. Ese es uno de los ejes más fuertes de la fundación.
“Los Padres Trinitarios trabajan con el mundo de la carcelación desde sus inicios, es una orden con más de 800 años. La base empezó con la pastoral carcelaria y después la educación como herramienta de liberación”, indicó.
Mariana Corradini. Redacción Puntal Villa María
Comentá esta nota
Todo lo que hacen es un trabajo de contención y preocupación por el otro. Es un trabajo “totalmente de territorio”. Así lo definió la coordinadora, Micaela Quaino, quien está al frente de la fundación desde 2010.
“Nosotros nos vamos adaptando a las nuevas realidades, como hacemos acompañamiento y no es una cosa de escritorio sino totalmente de territorio, entonces vamos viendo las nuevas necesidades. Vemos que lo material es una necesidad que existe, que es real, es necesaria, pero también es una posibilidad para poder brindar contención, apoyo, ayuda y otras cosas”, precisó en diálogo con este matutino.
Explicó: “Los Padres Trinitarios están en todo el mundo, en 250 países, y las obras sociales están acompañadas por medio de fundaciones. Estamos en Bolivia, Perú, Chile, Buenos Aires y en España”.
“Tenemos un programa de educación no formal en barrio la Calera, que se llama Centro de Educación No Formal Creciendo con Derechos, que son chicos derivados de la escuela primaria del barrio. Se trabaja articuladamente con las instituciones del sector y se hace acompañamiento a las familias. Asisten 30 niños de edad escolar primaria, no es un apoyo escolar sino que se trabaja con el niño y la familia, a veces son chicos que no tienen el espacio físico para hacer la tarea o que tienen mucho potencial o tienen debilidades, depende de cada uno. Llegan por articulación con las instituciones, sobre todo la escuela”, puntualizó Quaino.
Contó que además cuentan con un programa de becas para adolescentes, que en su mayoría son esos niños que fueron parte del espacio de educación no formal, en el acompañamiento a medida que crecen. “Nosotros tratamos de eso, de hacer un acompañamiento para darle durabilidad. En este acompañamiento en la escuela secundaria los chicos eligen a qué escuela asistir, así tenemos a 20 jóvenes en todas las escuela de Villa María, donde se paga la cuota, los materiales, fotocopias y también ofrecemos espacios pedagógicos de materias en las que puedan tener alguna debilidad y es un acompañamiento con una trabajadora social y una psicopedagoga”, detalló. Además, está el grupo scout San Juan De Mata, que funciona los sábados en barrio Belgrano.
Quaino señaló que de la fundación también es parte Cáritas parroquial de ayuda inmediata que recibe donaciones de “lo que sea” y que tiene un ropero comunitario. Reciben donaciones, arman bolsones de alimentos, ajuares para bebé, reciben muebles, útiles, zapatillas y frazadas. “Hacemos acompañamiento a las familias y vamos dando colaboraciones ante los que tengan alguna dificultad”, agregó.
Es en ese marco en que se da el trabajo articulado con el Municipio para el albergue para personas en situación de calle, emplazado en Carlos Pellegrini 287. “El Municipio costea el recurso y desde la fundación llevamos adelante la coordinación y hacemos el voluntariado. La fundación aporta el personal voluntario, somos un grupo de 14 voluntarios que vamos a acompañar al momento de la cena y del desayuno”, detalló. Desde su apertura por ese lugar pasaron alrededor de 50 personas en situación de calle.
Agregó: “Después está la pastoral carcelaria que es un grupo pastoral que visita a las personas privadas de libertad, también se hacen desayunos a los ingresos de visita a la cárcel los domingos, mientras la gente espera para entrar”. Ese es uno de los ejes más fuertes de la fundación.
“Los Padres Trinitarios trabajan con el mundo de la carcelación desde sus inicios, es una orden con más de 800 años. La base empezó con la pastoral carcelaria y después la educación como herramienta de liberación”, indicó.
Mariana Corradini. Redacción Puntal Villa María