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Mano a mano hemos quedado

Atlético Ticino ganaba con un tempranero gol de Juan Segundo Maldonado, pero en el final Argentino empató con un penal convertido por Gonzalo Larghi, tras una mano de Monje

El primer duelo final del Torneo Clausura de la Liga Villamariense de Fútbol resultó un agradable empate 1-1 en Ticino, que agiganta la expectativa y el suspenso.

Con un tempranero gol de Juan Segundo Maldonado, Atlético Ticino lo ganaba desde el comienzo, pero se le escapó al final por una mano en el área de Monje tras un centro de Giménez, que le otorgó a Gonzalo Larghi la posibilidad de igualar mediante un penal.

Los empates no se festejan, pero dejó diferentes sensaciones. Atlético Ticino se quedó mascando bronca porque consideraba que había hecho lo suficiente en el primer tiempo para irse en ventaja, y había aguantado sin mayores sobresaltos los embates del rival.

Argentino volvió a remontar un partido como en semifinales ante Rivadavia, y se llevó la tranquilidad de trasladar la serie a Villa María, habiendo superado una prueba de carácter.

En el primer tiempo el “lobo” no dudó en ir al frente, pero no le alcanzó con un par de centros de Aramburu para quebrar un vallado defensivo muy firme de Atlético Ticino, que en su primera oportunidad, no perdonó.

Brugnaro desacomodó con el cuerpo a Conchillo, le robó el balón y escapó al área por derecha, donde cruzó el centro atrás para el ingreso de Juan Segundo Maldonado, que igual que ante Alumni en semifinales, ratificó que es un volante con gol. Buen control y mejor definición a la derecha de Leonel Luciani.

Iban apenas 8’, y el local comenzaba ganando. A los meritos los iba a edificar a continuación, con 45’ iniciales en los que no tuvo fallas defensivas, y cuando soltó amarras al ver al rival golpeado y sin poder similar el golpe, generó 2 situaciones para liquidar el primer duelo final. Ahora perdonó.

Brugnaro, de gran partido, lo tuvo 2 veces. Primero a los 16’, luego de un tiro libre de Paz, que Luciani despejó a duras penas, y en el rebote el ex volante de Alumni y Atenas de Río Cuarto definió, pero se desvió en un rival en el área chico y se fue apenas arriba.

La segunda de Brugnaro también fue clara. A los 21’, en una contra liderada por Maldonado, abasteció a Brugnaro, quien en el área definió a colocar ante Luciani, que achicó a tiempo y tapó estirándose hacia su izquierda.

Atlético Ticino encontró en Paz y Favalli a dos volantes que apuntalaron a una defensa con 4 exponentes que siempre cerraron a tiempo y abortaron los intentos ofensivos de un “lobo” que escapó “malherido” a los vestuarios, barajó y dio de nuevo.

Le había faltado juego, le dio la pelota al “10”, pero Berazategui adoleció de socios, porque Vega le tapó la salida clara a Ñañez, y a partir de allí el vertigo de Aramburu fue controlado por Bergese, y a Isaías Ñañez los volantes centrales le cortaron los circuitos para llegar a Larghi y Barengo, que nunca recibieron limpio.

Aparecieron las respuestas anímicas en el “lobo”, la pegada de Berazategui permitió elevar apenas un tiro libre (7’) para inquietar a Fantino. Atlético Ticino se fue conformando con impedir que Argentino lo penetrara, y no aprovechó los espacios que la visita ofreció al adelantar sus filas, sin ideas, pero con ganas.

En un juego que fue creciendo en fricciones, y perdiendo en ritmo y precisión, Mauricio Morales encontró respuestas en el banco. Puso toda la carne en el asador. Candiotto le otorgó velocidad y algunos centros por izquierda, que en el área el local resolvió.

Lucas Giménez le aportó pausas y unió su creatividad a la de Facundo Ñañez para intentar crear el juego que no pudo ofrecer para penetrar la defensa adversaria. Molina ingresó para soltar a Galíndez como volante derecho, y para marcar el lateral derecho donde con su oficio le sumó proyección.

Cuando Foggia y Fassi ingresaron para liquidar el pleito, los volantes de Atlético Ticino ya no tenían resto físico (jugó el miércoles ante Alumni por semifinales) para abastecerlos. El partido que tenía bajo control, se le fue de las manos.

Iban 40’ cuando Facundo Ñañez condujo por el medio. Intentó con Conchillo por izquierda, luego se conectó con Molina por derecha, y su remate le permitió a Giménez rescatar una bala perdida en el área, para enviar un centro que pegó en la mano de Monje.

Martino no dudó y cobró penal. Lo ejecutó Gonzalo Larghi con nervios de acero a la izquierda de Fantino, que fue a su derecha. 1-1.

Atlético Ticino ganaba bien en el primer tiempo, pero perdonar no es divino en el fútbol. Argentino siempre quiso, y aunque no siempre querer es poder, esta vez le alcanzó para quedar a mano, escapar ileso de territorio enemigo, y trasladar la serie final a Villa María.

Mano a mano hemos quedado, y aunque Atlético Ticino se fue mascando bronca, y Argentino con cierto alivio por haber empatado el partido que fue perdiendo desde el inicio, nada está dicho. El campeón puede surgir el domingo en el estadio del “lobo”, donde el que gane se llevará todo el botín.

Arbitró Emiliano Martino, y Atlético Ticino alistó a Fantino; Acosta, Scagliarini, Monje y Bergese; Brugnaro, Favalli, Paz y Maldonado; Vera y Rodríguez. Luego ST 32’ Foggia por Rodríguez; y 38’ Fassi por Vera. DT Hernán Rossaroli.

Argentino presentó a Luciani; Galíndez, Lorca, Galleguillo y Conchillo, Aramburu, Franco Ñañez, Isaias Ñañez y Berazategui; Barengo y Larghi. Luego ingresaron ST 8’ Candiotto por Aramburu; 19’ Giménez por Isaias Ñañez; y 30’ Molina y Facundo Ñañez por Berazategui y Barengo.

En reserva ganó Atlético Ticino 1-0 a Argentino con gol de Francisco Romero.