Villa María |

Un costoso tratamiento en México, la puerta que se le abre a Tomi para mejorar su calidad de vida

El pequeño villanovense Tomás Moreno (4) tiene parálisis cerebral, epilepsia refractaria y microcefalia. Su familia confía en un dispositivo que ya arrojó excelentes resultados en niños con diagnósticos similares

Los primeros instantes de Tomi en este mundo fueron difíciles y delicados. Desde el principio le tocó pelearla. Hoy, a sus cuatro años, sigue luchando como un guerrero.

“Un día después de nacer entró en paro cardiorrespiratorio, tuvo neumotórax bilateral, estuvo muy complicado. Esa falta de oxígeno dejó secuelas en su cerebro y por eso la parálisis cerebral”, cuenta en declaraciones a Puntal Villa María su madre, Luz Pandolfi.

Un tratamiento que cuesta 75 mil dólares (lo que en pesos significa más de 71 millones) se presenta como la opción más esperanzadora para la familia de Tomás Moreno, ese pequeño de Villa Nueva que, a pesar de todo, sigue regalando sonrisas, aún cuando su salud desde hace un año y medio no es estable.

“Él no se alimenta como corresponde, no puede hacer rehabilitación y las convulsiones que tiene están controladas uno o dos meses y después vuelven a aparecer y hay que cambiar de nuevo las medicaciones”, detalla Pandolfi.

Tomi tiene parálisis cerebral, epilepsia refractaria y microcefalia. Ahora, su familia confía en un tratamiento que se puede realizar en México, pero deben juntar mucho dinero.

En los últimos días, desde la cuenta de Instagram @todosxtomi, se lanzó una campaña buscando sumar apoyo. En la misma están los datos de las cuentas bancarias habilitadas para recibir la colaboración de la gente.

“Agradezco la ayuda de todos. A veces la gente no puede ayudar con dinero, pero lo hacen de otra manera. Muchos negocios me pidieron urnas. Recibí un montón de propuestas de sorteos y premios que ya vamos a estar subiendo a las redes”, manifestó la joven madre.

Los primeros años de Tomi

La mujer contó que Tomás “empezó a tener convulsiones cuando tenía cuatro meses. Ahí fue cuando le diagnosticaron síndrome de West, que es esta epilepsia refractaria que es la más complicada. Es difícil de controlar, y en cada convulsión se daña mucho su cerebro”.

Y continuó: “Mi hijo veía pero dejó de ver. Él ahora se guía mucho por el sonido, reconoce las voces”.

“A finales del 2023 me dice un médico que tenía parálisis cerebral. Encima el síndrome de West complicó más el cuadro de la parálisis”, amplió.

Pandolfi relató que su hijo, antes de cumplir el año, fue sometido a un estudio específico ya que presentaba cuadros infecciosos y respiratorios complejos. “Ahí se dan cuenta de que Tomi se broncoaspiraba, es decir, todo lo que ingería por la boca se iba al pulmón, ya sea saliva, comida, líquido. A raíz de eso le colocaron un botón gástrico”, exteriorizó.

Y siguió:“Cuando Tomi tenía un año, averigué sobre un aparato fabricado en India que se llama Cytoton. El tratamiento en ese país es gratuito. El aparato permite regenerar las conexiones del cerebro. Es parecido a un resonador. Tomi tendría que estar durante 28 días, todos los días, una hora, dentro de ese aparato”.

“Tomi hoy está apto para el tratamiento. Pero no sabemos si lo estará dentro de un mes o una semana. Por eso la urgencia de hacerlo cuanto antes”, exteriorizó Luz Pandolfi.

Ese mismo tratamiento Tomás lo podría realizar en México. “Tuvimos una videollamada con una neuróloga y un equipo de pediatras de México, que serían todos los que van a estar en este momento. Me dijeron que Tomi está apto de hacerlo”, aseguró Pandolfi.

La urgencia del tratamiento

“La última resonancia que se le practicó hace un año dio que tiene un quiste y que hay líquido acumulado en el cerebro en una parte donde no debería haberlo. Esas son cosas que pueden pasar. Por eso la importancia de hacer el tratamiento cuanto antes. Tomi hoy está apto, pero no sabemos si lo estará dentro de un mes o una semana”, indicó la mujer.

Si el objetivo se alcanza rápidamente, Tomi podría viajar a México a finales de noviembre. Caso contrario, recién en enero podría someterse al proceso de curación.

“Nosotros sabemos que la parálisis cerebral no tiene cura, pero buscamos darle una mejor calidad de vida, que no la está teniendo hace más de un año y medio”, comentó.

“Confiamos en ese aparato (Cytoton). Ya estuve en contacto con tres mamás que hicieron el mismo tratamiento para sus hijos con parálisis. A una la contacté hace tres semanas y ella se encuentra en la India haciendo la última parte del proceso. Me dijo que vio muchos avances. Una periodista que vive en México, Bárbara Anderson, también hizo el tratamiento con su hijo Luca en India, quien presentó mejoras. Los avances se notan enseguida, a los 15 días de haber iniciado el tratamiento. Eso me devuelve las esperanzas”, cerró la entrevistada.