Al mismo tiempo que el presidente estadounidense, Donald Trump, refuerza su ofensiva contra Irán imponiendo sanciones contra Teherán y sus aliados, la Unión Europea (UE) anunció, en abierto desafío a la Casa Blanca, que mantendrá vivo el acuerdo nuclear y los negocios que este habilitó.
"Todos en la UE comparten la opinión de que este acuerdo no es perfecto, pero que deberíamos permanecer en él, y sobre esta base mantener negociaciones adicionales con Irán sobre otros temas, como por ejemplo el programa de misiles balísticos", aseguró la canciller alemana, Angela Merkel, en una cumbre informal de los líderes de la UE en Sofía, la capital de Bulgaria.
Macron, el más duro
Su par francés, el presidente Emmanuel Macron, fue aún más duro y explícito en su desafío a Trump.
"Si los estadounidenses quieren respetar las reglas multilaterales y tratar a los europeos como sus aliados, podemos trabajar juntos. Si no, Europa defenderá sus intereses", sentenció Macron al referirse al acuerdo nuclear con Irán y también a las infructuosas negociaciones para reformar las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Este mes Trump anunció que su gobierno abandonaba el acuerdo nuclear que su antecesor, Barack Obama, había firmado en 2015 junto con las principales potencias del mundo y Teherán para congelar el programa nuclear del país persa, a cambio de que la comunidad internacional levantara las sanciones financieras y comerciales en su contra.
Pedido desoído
Las potencias europeas le habían pedido a Trump que no abandonara el acuerdo y el Organismo Internacional de Energía Atómica (Oiea) le había garantizado una y otra vez que Irán estaba cumpliendo con su parte del trato. Sin embargo, el mandatario estadounidense rechazó públicamente todos estos argumentos.
Al anunciar su decisión, Trump dio por descontado que el acuerdo caería y que el mundo, como Estados Unidos, volvería a imponer sanciones financieras y comerciales a Irán.
No obstante, Irán, las potencias europeas, China y Rusia no abandonaron el acuerdo.
Por el contrario, tanto Irán como la UE prometieron mantener vivas ambas partes del acuerdo, es decir, el congelamiento del programa nuclear de Teherán y el levantamiento de las sanciones.
La UE mantuvo firme su compromiso y decidió en la cumbre en Sofía reactivar a partir de hoy una normativa que le permitirá evitar las sanciones estadounidenses contra Irán.
El objetivo es que la medida, denominada estatuto de bloqueo, entre en vigencia antes de que las sanciones estadounidenses se hagan efectivas el próximo 6 de agosto y proteger así a las empresas para que puedan seguir haciendo negocios con Irán.
"Debemos actuar ahora. No negociaremos con la espada de Damocles sobre nuestras cabezas, por dignidad", sentenció el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, al finalizar la cumbre.
Prohibición
El estatuto de bloqueo que empezará a regir hoy prohibiría e incluso penalizaría a las empresas europeas que cumplan las sanciones que Estados Unidos reactivó contra Irán.
Al mismo tiempo, el estatuto contempla posibles indemnizaciones a las empresas europeas ante eventuales pérdidas derivadas del no cumplimiento de la normativa estadounidense.
Pero la aplicación concreta de la ley no está tan clara.
Merkel advirtió ante sus colegas que una indemnización total para algunas empresas parece inviable.
El llamado estatuto de bloqueo fue creado en 1996 para contrarrestar las sanciones de Estados Unidos contra Cuba, Irán y Libia, pero no llegó a aplicarse porque aquellas disputas pudieron resolverse a tiempo.
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Macron, el más duro
Su par francés, el presidente Emmanuel Macron, fue aún más duro y explícito en su desafío a Trump.
"Si los estadounidenses quieren respetar las reglas multilaterales y tratar a los europeos como sus aliados, podemos trabajar juntos. Si no, Europa defenderá sus intereses", sentenció Macron al referirse al acuerdo nuclear con Irán y también a las infructuosas negociaciones para reformar las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Este mes Trump anunció que su gobierno abandonaba el acuerdo nuclear que su antecesor, Barack Obama, había firmado en 2015 junto con las principales potencias del mundo y Teherán para congelar el programa nuclear del país persa, a cambio de que la comunidad internacional levantara las sanciones financieras y comerciales en su contra.
Pedido desoído
Las potencias europeas le habían pedido a Trump que no abandonara el acuerdo y el Organismo Internacional de Energía Atómica (Oiea) le había garantizado una y otra vez que Irán estaba cumpliendo con su parte del trato. Sin embargo, el mandatario estadounidense rechazó públicamente todos estos argumentos.
Al anunciar su decisión, Trump dio por descontado que el acuerdo caería y que el mundo, como Estados Unidos, volvería a imponer sanciones financieras y comerciales a Irán.
No obstante, Irán, las potencias europeas, China y Rusia no abandonaron el acuerdo.
Por el contrario, tanto Irán como la UE prometieron mantener vivas ambas partes del acuerdo, es decir, el congelamiento del programa nuclear de Teherán y el levantamiento de las sanciones.
La UE mantuvo firme su compromiso y decidió en la cumbre en Sofía reactivar a partir de hoy una normativa que le permitirá evitar las sanciones estadounidenses contra Irán.
El objetivo es que la medida, denominada estatuto de bloqueo, entre en vigencia antes de que las sanciones estadounidenses se hagan efectivas el próximo 6 de agosto y proteger así a las empresas para que puedan seguir haciendo negocios con Irán.
"Debemos actuar ahora. No negociaremos con la espada de Damocles sobre nuestras cabezas, por dignidad", sentenció el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, al finalizar la cumbre.
Prohibición
El estatuto de bloqueo que empezará a regir hoy prohibiría e incluso penalizaría a las empresas europeas que cumplan las sanciones que Estados Unidos reactivó contra Irán.
Al mismo tiempo, el estatuto contempla posibles indemnizaciones a las empresas europeas ante eventuales pérdidas derivadas del no cumplimiento de la normativa estadounidense.
Pero la aplicación concreta de la ley no está tan clara.
Merkel advirtió ante sus colegas que una indemnización total para algunas empresas parece inviable.
El llamado estatuto de bloqueo fue creado en 1996 para contrarrestar las sanciones de Estados Unidos contra Cuba, Irán y Libia, pero no llegó a aplicarse porque aquellas disputas pudieron resolverse a tiempo.