La Unión Industrial de Córdoba (UIC) difundió días atrás el relevamiento que mensualmente realiza sobre nivel de actividad y expectativas del sector, tal como informó PUNTAL VILLA MARÍA.
Marcelo Uribarren: “Llegamos a un piso, pero es demasiado bajo”
El titular de la UIC afirmó que por ese motivo cualquier crecimiento parecerá importante. Sostuvo que las industrias se ajustaron para subsistir. Valoró el acuerdo Mercosur-Unión Europea, aunque pidió reformas estructurales
A diferencia de los meses anteriores, las empresas consultadas señalan que mejoró el nivel de actividad en las plantas fabriles, como así también la cadena de pagos, entre otros indicadores positivos.
Igualmente, para el titular de la UIC, Marcelo Uribarren, hay que tener en cuenta que el trabajo compara junio 2019 frente al mismo mes del año anterior, cuando la crisis estaba presente; de ahí el cambio de tendencia. De todas maneras, el empresario de Villa María sostuvo que la caída tal vez haya llegado a su piso; las industrias, precisó, llevaron a cabo un fuerte ajuste para poder subsistir en un contexto sumamente complejo.
En otro orden, Uribarren se pronunció a favor del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, aunque destacó que para llevarlo adelante se deberán concretar reformas profundas en el país, que permitan dotar a los diferentes sectores de mayor competitividad.
“Al analizar los indicadores debemos mencionar, en primer término, que la medición se realiza contra un año atrás, cuando ya estábamos en crisis. En los meses anteriores la diferencia era mucho más importante. Ahora no es tanto justamente porque la crisis abarca a los dos períodos”, explicó el presidente de la entidad fabril.
Asimismo, añadió: “Creemos que llegamos a un nuevo piso, donde hay cierta estabilidad; pero es un piso demasiado bajo. Cualquier crecimiento desde allí parecerá importante y positivo. Lo que mantiene esta meseta es la extraordinaria cosecha, que ha sido excelente. Eso genera los cambios que se ven, porque derrama fundamentalmente en las máquinas agrícolas y mejora las expectativas. Antes un 70 por ciento de la industria pensaba que la tendencia sería decreciente y ahora un alto porcentaje dice que se mantendrá e incluso un porcentaje menor sostiene que crecerá. Aunque no hay que perder de vista que la suba es sobre ese piso tan bajo”.
-¿Cómo toma esta situación a las industrias?
-Hoy encontraron un nuevo punto de equilibrio, que es bien bajo. Se achicaron y armaron una estructura como para vivir en este escenario. Sabemos que el cambio no será exponencial sino muy lento, en la medida en que vaya mejorando.
-¿Cómo fue el proceso para llegar a ese punto de equilibrio?
-Cuando hay menos ingresos se frenan algunas acciones que habitualmente se tercerizan; hubo también reducción de personal, pero no fue tan dramático. Como la actividad comercial de las empresas se redujo tanto nos movemos sabiendo que las restricciones no nos afectarán; pero para eso hubo que hacer un ajuste fuerte.
- ¿Muchas industrias quedaron en el camino?
-En Córdoba no son tantas. En el resto del país se escuchan industrias importantes que están golpeadas; quizás acá no llame tanto la atención porque se hizo el ajuste que mencionaba. Por ejemplo, no se presentaron muchos procedimientos preventivos de crisis y a la vez se dieron negociaciones de las empresas con su personal sin tener que llegar al Ministerio de Trabajo; hubo situaciones de ese tipo. En esta zona ayudó mucho la campaña agrícola. El tema es qué pasará cuando no estén más los dólares de la cosecha.
-Ese es el gran interrogante.
-Sí; además está la incertidumbre electoral. Nosotros pensamos que sería muy sano que los candidatos salgan a plantear futuras medidas relacionadas con la inversión, para dar tranquilidad. Así las inversiones postergadas para el año que viene por ahí se hacen antes, a sabiendas que los candidatos harán políticas proactivas para el desarrollo de la industria. Eso sería muy positivo. La crisis está atravesada por la falta de confianza, entonces cualquier elemento que pueda abonarla sería muy importante en este momento cuando la escena está dominada por la cuestión electoral.
-La devaluación impulsó la exportación de productos primarios. ¿En la industria se puede pensar en exportar con tanta variabilidad en el tipo de cambio?
-Definitivamente no, porque cualquier proceso exportador es de mediano a largo plazo. No existe el planteo de vender en el exterior hoy porque conviene. Conquistar un mercado es un trabajo que lleva mucho tiempo y después hay que mantenerlo, incluso a pérdida. Esa cuestión no puede estar atravesada por la competitividad del dólar y que a los meses se pierda por la inflación. Estamos convencidos de que la forma de avanzar es generando un proceso de internacionalización serio, consistente y a largo plazo, que se relaciona con las reformas estructurales y la modernización del Estado.
-¿Qué análisis hicieron en la entidad del acuerdo Mercosur – Unión Europea?
-Lo vemos como positivo en la medida en que las reformas estructurales se lleven a cabo porque nos permitirán competir. Y si el acuerdo no se concreta, las reformas seguirán siendo necesarias para que el país crezca y salga de la pobreza. No vamos a lograr una Argentina desarrollada haciendo magia; eso no existe. Hay que hacer lo mismo que los países que crecen. El nuestro tiene un potencial enorme, pero no se aprovecha. Estamos de acuerdo con el libre comercio con Europa, aunque no será posible si no se encaran los cambios para competir. No hay opciones. El próximo gobierno tendrá que generar rápidamente consensos para llevar adelante las reformas. Hay que modernizar el Estado y liberar sus arcas para pensar una reforma impositiva, que no se logrará si el Estado no gasta menos.
-La reforma laboral divide las aguas en el escenario político. ¿Qué opinión le merece?
-Nosotros pensamos que la reforma laboral tiene un lugar, pero debemos generar el debate para ver cómo implementarla; en 50 años cambió el trabajo y un montón de cosas más. Antes hay que hacer un blanqueo laboral, porque todos tenemos que pagar los impuestos. Tendremos que debatir herramientas para dotar de más competitividad a los distintos sectores y para que se genere más trabajo. Lo que tenemos que analizar es la oportunidad para plantear esa reforma. Con el actual nivel de actividad económica no tiene sentido. Si queremos alcanzar un camino de desarrollo a esa discusión la tendremos que dar en algún momento, como así también debatir una reforma previsional e impositiva. Para competir con los principales países del mundo tenemos que jugar de la mejor manera.
Pablo Correa. Redacción Puntal Villa María
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Igualmente, para el titular de la UIC, Marcelo Uribarren, hay que tener en cuenta que el trabajo compara junio 2019 frente al mismo mes del año anterior, cuando la crisis estaba presente; de ahí el cambio de tendencia. De todas maneras, el empresario de Villa María sostuvo que la caída tal vez haya llegado a su piso; las industrias, precisó, llevaron a cabo un fuerte ajuste para poder subsistir en un contexto sumamente complejo.
En otro orden, Uribarren se pronunció a favor del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, aunque destacó que para llevarlo adelante se deberán concretar reformas profundas en el país, que permitan dotar a los diferentes sectores de mayor competitividad.
“Al analizar los indicadores debemos mencionar, en primer término, que la medición se realiza contra un año atrás, cuando ya estábamos en crisis. En los meses anteriores la diferencia era mucho más importante. Ahora no es tanto justamente porque la crisis abarca a los dos períodos”, explicó el presidente de la entidad fabril.
Asimismo, añadió: “Creemos que llegamos a un nuevo piso, donde hay cierta estabilidad; pero es un piso demasiado bajo. Cualquier crecimiento desde allí parecerá importante y positivo. Lo que mantiene esta meseta es la extraordinaria cosecha, que ha sido excelente. Eso genera los cambios que se ven, porque derrama fundamentalmente en las máquinas agrícolas y mejora las expectativas. Antes un 70 por ciento de la industria pensaba que la tendencia sería decreciente y ahora un alto porcentaje dice que se mantendrá e incluso un porcentaje menor sostiene que crecerá. Aunque no hay que perder de vista que la suba es sobre ese piso tan bajo”.
-¿Cómo toma esta situación a las industrias?
-Hoy encontraron un nuevo punto de equilibrio, que es bien bajo. Se achicaron y armaron una estructura como para vivir en este escenario. Sabemos que el cambio no será exponencial sino muy lento, en la medida en que vaya mejorando.
-¿Cómo fue el proceso para llegar a ese punto de equilibrio?
-Cuando hay menos ingresos se frenan algunas acciones que habitualmente se tercerizan; hubo también reducción de personal, pero no fue tan dramático. Como la actividad comercial de las empresas se redujo tanto nos movemos sabiendo que las restricciones no nos afectarán; pero para eso hubo que hacer un ajuste fuerte.
- ¿Muchas industrias quedaron en el camino?
-En Córdoba no son tantas. En el resto del país se escuchan industrias importantes que están golpeadas; quizás acá no llame tanto la atención porque se hizo el ajuste que mencionaba. Por ejemplo, no se presentaron muchos procedimientos preventivos de crisis y a la vez se dieron negociaciones de las empresas con su personal sin tener que llegar al Ministerio de Trabajo; hubo situaciones de ese tipo. En esta zona ayudó mucho la campaña agrícola. El tema es qué pasará cuando no estén más los dólares de la cosecha.
-Ese es el gran interrogante.
-Sí; además está la incertidumbre electoral. Nosotros pensamos que sería muy sano que los candidatos salgan a plantear futuras medidas relacionadas con la inversión, para dar tranquilidad. Así las inversiones postergadas para el año que viene por ahí se hacen antes, a sabiendas que los candidatos harán políticas proactivas para el desarrollo de la industria. Eso sería muy positivo. La crisis está atravesada por la falta de confianza, entonces cualquier elemento que pueda abonarla sería muy importante en este momento cuando la escena está dominada por la cuestión electoral.
-La devaluación impulsó la exportación de productos primarios. ¿En la industria se puede pensar en exportar con tanta variabilidad en el tipo de cambio?
-Definitivamente no, porque cualquier proceso exportador es de mediano a largo plazo. No existe el planteo de vender en el exterior hoy porque conviene. Conquistar un mercado es un trabajo que lleva mucho tiempo y después hay que mantenerlo, incluso a pérdida. Esa cuestión no puede estar atravesada por la competitividad del dólar y que a los meses se pierda por la inflación. Estamos convencidos de que la forma de avanzar es generando un proceso de internacionalización serio, consistente y a largo plazo, que se relaciona con las reformas estructurales y la modernización del Estado.
-¿Qué análisis hicieron en la entidad del acuerdo Mercosur – Unión Europea?
-Lo vemos como positivo en la medida en que las reformas estructurales se lleven a cabo porque nos permitirán competir. Y si el acuerdo no se concreta, las reformas seguirán siendo necesarias para que el país crezca y salga de la pobreza. No vamos a lograr una Argentina desarrollada haciendo magia; eso no existe. Hay que hacer lo mismo que los países que crecen. El nuestro tiene un potencial enorme, pero no se aprovecha. Estamos de acuerdo con el libre comercio con Europa, aunque no será posible si no se encaran los cambios para competir. No hay opciones. El próximo gobierno tendrá que generar rápidamente consensos para llevar adelante las reformas. Hay que modernizar el Estado y liberar sus arcas para pensar una reforma impositiva, que no se logrará si el Estado no gasta menos.
-La reforma laboral divide las aguas en el escenario político. ¿Qué opinión le merece?
-Nosotros pensamos que la reforma laboral tiene un lugar, pero debemos generar el debate para ver cómo implementarla; en 50 años cambió el trabajo y un montón de cosas más. Antes hay que hacer un blanqueo laboral, porque todos tenemos que pagar los impuestos. Tendremos que debatir herramientas para dotar de más competitividad a los distintos sectores y para que se genere más trabajo. Lo que tenemos que analizar es la oportunidad para plantear esa reforma. Con el actual nivel de actividad económica no tiene sentido. Si queremos alcanzar un camino de desarrollo a esa discusión la tendremos que dar en algún momento, como así también debatir una reforma previsional e impositiva. Para competir con los principales países del mundo tenemos que jugar de la mejor manera.
Pablo Correa. Redacción Puntal Villa María