Suele pasar que los empates no dejan conforme a nadie en el fútbol, pero cuando un partido ofrece tantas emociones de principio a fin, la evaluación final deja saldos positivos.
Voy despacio porque llevo prisa
Argentino y Colón regalaron un empate 2 - 2 plagado de emociones de principio a fin. Ganaba el Rojinegro con goles de Ostera y Echegaray. En los 15' finales, Galleguillo y Vincenti marcaron para el Lobo. Van por más
Colón le ganaba 2-0 a Argentino, que remontó el duelo en su cancha y casi lo gana con el tiro del final.
Si bien el Lobo se bajó de la punta, salvó el invicto en casa, y es único escolta, lo que le deja un mejor sabor. El Rojinegro tenía que probar que está para pelear la corona, y también lo hizo. Ambos serán duros de matar en los cruces, pese a que en este viaje rumbo a la corona, aún tienen instancias para seguir mejorando, y despejar dudas.
Van despacio porque llevan prisa. Mejoran y eso es valorable.
Por otra parte, saben que no se puede regalar nada en instancias límites, y deberán definir si están para campeón, o se quedan en el camino del progreso, que es el que están atravesando.
Los ritmos son fundamentales. El juego es una faceta que ambos tienen a partir de buenos pies en ambos equipos. La experiencia de algunos jugadores pesa, pero al estar rodeados de pibes, suelen equivocar velocidad con apuro y dinámica sin pausas no es un buen aliado en el camino al éxito porque puede conducir al choque.
Por ello, ambos podrán corregir mucho de este partido con buen ritmo en el que tuvieron pasajes interesantes y otros imprecisos en el que chocaron más de lo que jugaron.
Están en procesos diferentes, pero ambos con marcado recambio y es lógico que cueste consolidar una postura de equipo equilibrado o con un estilo definido.
Mirando el vaso vacío: quieren atacar más de lo que logran plasmar y defienden peor de lo que debieran.
Mirando el vaso lleno: quieren atacar y tienen gol, y aunque hay que ajustar para no regalar en defensa, ya no pierden.
Van de menor a mayor. Van despacio porque llevan prisa y quieren llegar bien arriba. Por buen camino y están a tiempo.
Por buen camino
El Lobo quería demostrar que la punta no le pesaba y empezó bien en su cancha. Con tenencia la pelota salía limpia pasaba por Díaz, en 5’ llegó dos veces. Vincenti le bajó el balón a Díaz, quien con una tijera forzó a actuar a Rodríguez, quien luego le contuvo un cabezazo a Fuente, tras centro de Centeno.
A ese buen comienzo del local, Colón le contestó con salida desde el fondo para no regalar la pelota y aunque le costó quebrar la zona de volantes de los Ñañez como doble 5, con Centeno y Conchillo por las bandas, cuando lo logró le avisó con Ostera desviando un centro del proyectado Kamienski.
Lo siguiente fue un mojón en el partido. Luciani fue a buscar a su derecha un pelotazo largo que al bajar en su área, Galíndez intento cederle el balón lo hizo hacia su izquierda, y abasteció a Ostera, que sólo tuvo que darle un pase a la red para abrir el marcador. 1-0.
Iban 9’. Argentino perdió la paciencia, ingresó en el apuro y el nerviosismo, y tiró por la borda todo lo que había construido. El juez le mostró amarilla a Franco Ñáñez que pudo ser expulsado por empujar a un rival que demoraba. Poco después, Acosta ingresó al área y aunque lo desequilibraron, lo hicieron lícitamente, pero a continuación López entró al área, y lo desequilibraron de atrás.
Fue penal no cobrado por un árbitro joven que quiso “soltar el partido” y al dejar jugar con demasiados roces, no dejó en claro nunca sus interpretaciones del reglamento y sus criterios.
Como resultado, el partido se hizo friccionado, hablado y trabado. Díaz maltratado ingresó en los roces y poniendo y metiendo nadie hace goles.
Aunque Colón tuvo para ampliar cuando Ostera habilitó a Acosta, que elevó a los 23’. Y a pesar de que Argentino cuando se tranquilizó volvió a demostrar que Díaz muestra el camino. El “10” tiró pared con Centeno y asistió a Isaias Ñañez, que ante Rodríguez desvió (31’).
Sin claridad, Colón se fue alejando del área y Méndez probó de lejos y estuvo cerca (36’). Argentino empujó sin juego, y Díaz le dio dos chances para empatar, pero Centeno desvió apenas su intento, y el propio “10” desvió el último.
En el complemento, Argentino se apoyó en Díaz que a los 4’ abasteció a Isaias Ñañez, quien con un frentazo estrelló su el balón en el travesaño. A los 7’ se conectó con Conchillo, quien dejó solo en el área a Vincenti que optó por un centro rasante que luego Rodríguez envió al córner.
Después volvió a chocar, no cambió el ritmo y recién con el ingreso de los pibes Guerra y Funes (le cambiaron la cara) dejó de estar expuesto en defensa, donde dejaba generosos espacios que Benjamín López explotaba, pero el “10” de Colón desvió apenas una contra, en la que tenía dos compañeros para definir (23’).
Aunque Rodríguez era figura (le tapó un mano a mano a Fuente, tras pase de Vincenti), Colón tenía todo para cazar al Lobo, y cuando Reano realizó tres cambios, oxigenó su ataque. Becchero con un estupendo cambio de frente le permitió a Alejo Echegaray recibir, enganchar y colgar el balón en el ángulo superior izquierdo. Golazo (30’).
El 2-0 parecía definitivo, pero los partidos sólo se cierran con goles. Un minuto después descontó Argentino. Tiro de esquina de Díaz, Rodríguez no tuvo la mejor respuesta y en el área Ignacio Galleguillo encontró un balón perdido y lo metió en el arco. 2-1.
Como el fútbol es estado de ánimo, con Díaz como “10”, Funes desequilibró y Fuente tuvo dos chances. Rodríguez le tapó una y elevó la otra. El “1” le tapó a Funes volando a su izquierda, y lo cerraron a tiempo a los 44’. Pero el balón le llegó a Centeno, quien con un centro encontró la cabeza de Vincenti, que festejó el empate 2-2 como si fuera en el clásico. En el final, el travesaño le negó el gol a Fuente y Vincenti falló la última.